Curiosa y densamente ambientada película de ciencia-ficción. Siempre es una grata sorpresa que una película rompa la idea de lo que uno cree que va a ver, y "Paranoia 1.0" lo ha conseguido con su atmósfera lúgubre, sus tonos oscuros, sus filtros sepia y su historia repleta de personajes extraños e inquietantes.

Todo el filme es una paranoia en sí misma. La sufre un programador informático (Jeremy Sisto) que trabaja para una extraña empresa de la que en ningún momento se sabe su finalidad. El programador recibe paquetes vacíos y comienza a tener comportamientos obsesivos que se incrementan al conocer al variopinto grupo de vecinos del edificio, entre ellos un Udo Kier magnífico como el inventor de una cabeza robótica parlante, o la sorpresa de Lance Henriksen como un pedigüeño que es más de lo que aparenta.

Jeremy Sisto, actor de películas casi todas ellas mediocres y poco conocidas, le da a su personaje un registro aceptable. Su relación con una enigmática Kara Unger es tan deprimente como la paranoica ambientación de la película.

En definitiva, "Paranoia 1.0" es más para verdaderos aficionados a la ciencia-ficción. El resto del público saldría del cine con cara de circunstancias.