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España España · Somewhere Far Beyond
Voto de Richy:
6
Ciencia ficción. Thriller. Terror La nave espacial angloamericana "Churchill" va en misión de estudio hacia el cometa Halley, que se acerca a la Tierra. Antes de llegar a destino, encuentran una nave extraterrestre que viaja en la cola del famoso cometa. La nave atrae la curiosidad de los astronautas quienes, al mando del comandante de la misión (Steven Railsback), se lanzan a su investigación. En el interior sólo hallan tres ataudes de cristal con dos hombres y una ... [+]
6 de octubre de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con motivo de la expectación creada por el paso del cometa Halley en 1986, el cine fantástico no podía dejar de pecar de oportunista ante tan jugoso suceso. Así pues, vino el gran Tobe Hooper con un libro friki en la mano “(Vampiros del espacio” de Colin Wilson) y pensó hacer con él y con el cometa Halley una buena orgía de terror. “Lifeforce” nació como una especie de homenaje al género, mezclando la ciencia-ficción con subgéneros del terror basados en vampiros y zombies, pero todo mezclado casi de aquella manera.

La historia de la cinta no tiene desperdicio: una misión espacial tripulada va a encontrarse con el cometa Halley aprovechando su acercamiento a la Tierra. Pero allí encuentran algo más, una especie de enorme nave extraterrestre en la que residen tres cuerpos totalmente humanos y desnudos dormitando en unos compartimentos transparentes. Una vez en la Tierra, esta gente se despierta y se dedican a succionar literalmente la vida de cualquier incauto que se les acerque, secándolos y convirtiéndolos en verdaderos zombies, y para hacer el acercamiento más fácil los vampiros espaciales están de buen ver. La que parece ser la cabecilla, nada menos que Mathilda May, va paseándose en cueros por ahí buscando su alimento por cualquier sitio al que apunten sus atributos, y claro, así cualquiera no se acerca…

Hooper venía de firmar la magnífica “Poltergeist” (1982), de la que “Lifeforce” no imita en casi nada. A pesar de las buenas intenciones de Hooper por hacer una película entretenida y memorable, argumentalmente le salió el tiro por la culata al arriesgarse tanto con elementos que, al tratarse de un conglomerado de estereotipos, es más fácil caer en el despropósito. El guion así hilvanado se tiene que mover necesariamente por irregularidades y por sinsentidos cuyas resoluciones sólo se conciben si se es muy permisivo. Extraterrestres, vampiros y zombies conviven como si de un seminario de terror se tratase dentro de una estructura que recuerda a la serie del Quatermass cinematográfico, especialmente a “¿Qué sucedió entonces?” (1967) por aquello de la investigación y del caos en la ciudad hacia los minutos finales.

En el aspecto técnico sí podemos destacar la calidad de los efectos especiales, puramente artesanos y por tanto ya anticuados, pero vistosos y en algunos momentos sorprendentes. La fotografía de Alan Hume es colorida y vistosa, consiguiendo contrastes de tonos con una amplia paleta cromática que Hooper suele utilizar en muchas de sus películas. La banda sonora de Henry Mancini también resulta adecuada y acertada.

Nos quedaremos con “Lifeforce” como película muy entretenida y vistosa que alimenta la mitomanía friki y que empieza a utilizar desnudos como exigencia del guion, algo ya bastante destacable de por sí en el cine comercial del momento.
Richy
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