Michael Bay vuelve a atacar nuestras neuronas con multitud de efectos especiales que nos hipnotizan e idiotizan hasta extremos inconcebibles. Es, nada más y nada menos, que la secuela de "Transformers", y ya con eso debería quedar todo dicho.

Bay sigue en su línea de dirigir productos con tufo Bruckheimer sin Bruckheimer, con todos los elementos recurrentes de sus películas (helicópteros, muchas explosiones, música punk, romances de relleno, soldaditos... etc.). Lo triste es que esta vez ha contado con la financiación de Steven Spielberg (sí, el de "La Lista de Schindler", "Munich" o "Salvar al Soldado Ryan") y no se entiende que haya participado en un proyecto así a menos que necesitara conseguir dinero fácil después de sus millonarios divorcios.

Simplemente, "Transformers 2" es igual que "Transformers" pero con el doble de acción, el doble de efectos especiales, el doble de chistes malos, el doble de robots alienígenas y el doble de ostias finas que se reparten. Todo ello aderezado con el romance entre la Tetan Fox y Shia LaBeouf, dos actores que nos hacen comprender que cualquiera podría ser actor en una película de Michael Bay y hacerlo mucho mejor que ellos.

Eso sí, para los amantes del cine de acción supondrá una pelicula explosiva repleta de acción a raudales, espectaculares peleas y ritmo escandaloso. Lo malo es que tanto efecto digital hace que muchas veces las peleas entre los robotitos sean poco claras y no se aprecie bien si se han arreado en toda la cabeza o en las pelotas cibernéticas.

Una cinta que ni mucho menos hay que tomársela en serio y que sólo sirve para pasar un buen rato.