Una buena película basada en hechos reales acaecidos el 15 de Enero del 2009. Su dirección por Clint Eastwood ya es una apuesta segura, pero si a eso le sumamos la interpretación de Tom Hanks, obtenemos un cóctel de éxito. Un experimentado piloto tiene que decidir donde aterrizar un avión con 155 pasajeros al chocar unos pájaros contra los motores, nada más despegar del aeropuerto.
¿Es posible que un simulador se equivoque? ¿Es viable comparar el momento crítico de una decisión de vital importancia donde hay vidas en juego, con la misma decisión sabiendo que, hagas lo que hagas, nadie sufrirá nada? Gracias a la pericia de Sully se salvaron TODOS los pasajeros y, aún así, fue cuestionada su acertada decisión. Me ha gustado la forma en que la película ha sido desarrollada, ya que al estar basada en hechos reales y, en cierta manera saber su desenlace, es difícil mantener la atención. Aún así tanto Eastwood como Hanks lo han conseguido.
Una película altamente recomendable que no te dejará impasible en el sillón.