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Argentina Argentina · Colastiné
Voto de Adela Hache:
5
Drama Mientras Eliza Naumann se prepara para participar en el difícil Concurso Nacional de Ortografía de Washington D.C., su familia empieza a desmoronarse. Su padre Saúl, un estudioso de las religiones, convencido de que su hija posee un don especial, empieza a enseñarle los secretos de la Cábala. Los resultados son tan extraordinarios que llega a ver en ella el camino que conduce hacia Dios. A la madre esa actividad conjunta de Eliza y Saúl ... [+]
1 de junio de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tibia y edulcorada pero así y todo lejos de la categoría de comedia con que se la promociona en algunos medios y más cerca del melodrama, "Palabras mágicas" queda a mitad de camino entre la transposición fílmica de un libro de autoayuda y un intento superador de los clisés habituales.

El desarrollo de su anécdota avanza con un ritmo tal vez más propicio a la literatura que al cine, sin mayores profundidades, y eso deriva en un product epidérmico que no emociona pero al menos deja pensando.

Adaptada de una novela de gran éxito en los Estados Unidos, esta historia reconstruye la existencia de cuatro integrantes de una familia aparentemente perfecta, aunque en realidad se encuentra al borde mismo de su desintegración.

El padre (Richard Gere) es profesor de Teología hebrea en Berkeley, pero en su propio hogar resulta más expresivo cocinando que hablando. Admite no haber avanzado más allá del conocimiento intelectual y se muestra obsesivo en imponer a sus hijos una búsqueda de virtuosismo.

Su esposa Miriam (Juliette Binoche) parece muy reconcentrada en sí misma, hasta el punto de parecer ausente y el desarrollo de la película develará el porqué.

De los dos hijos del matrimonio, el mayor es un adolescente que encuentra en la experiencia con una religión diferente una forma de canalizar su rebeldía. Por su parte, la hija menor, Eliza, una niña en el umbral de la pubertad interpretada por Flora Cross, pareciera ser invisible ante el resto de su familia, hasta que gana un concurso de deletreo. Esta singular habilidad hace reconcentrar sobre ella la atención de sus padres y su hermano, quienes estarán pendientes de los sucesivos concursos donde se destaca como ganadora. De esta forma, Eliza siente que su habilidad le acerca la atención y el afecto familiar.

Pero la niña va por más y, a partir de su singular destreza, llegará a una instancia superior y subjetiva en donde las palabras ya no serán signos o formas sino creadoras de realidad. Por ahí anda el sentido de la película, tematizando las ideas de carencias y necesidades que no alcanza a cubrir la vida cotidiana. Señala que algo roto puede reconstruirse a partir de fragmentos, una acción sanadora que los tibetanos llaman "Tikum Olam".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Adela Hache
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