La huella del silencio

te-i-pe-i-ce-a-
pe-e-ele-i-ce-u-ele-a
cu-u-e
te-e
be-a-ese-te-a
ce-o-ene
u-ene
eme-i-ene-u-te-o
pe-a-erre-a
a-efe-i-erre-eme-a-erre
cu-u-e
e-ese
u-ene-a
eme-i-e-erre-de-a

Viendo las escasas 5 estrellitas que lleva esta película, ya me doy cuenta por donde van los tantos. Somos capaces de criticar la estrutura fundamentalista de la familia americana moderna, pero somos incapaces de hacer una lectura realmente profunda, como no sea haciendo referencia a ideas religiosas, maniqueas y falsos sociologismos...
Vaya vaya... siempre nos quedamos en la lectura superficial, porque es más fácil citar a otros, hablar de falsas pretenciones, e intentos "fallidos". ¿Pero qué les pasa a los críticos?¿Será que no son capaces de CREAR nada por si mismos y necesitan,
imperiosamente, de la creación ajena para justificar su tantas veces inútil existencia?
En fin,creo que "Bee Season" es una película notable, con un Richard Gere, para no faltar a la costumbre, "poco convincente" (que lo es). Yendo más allá de las ideas religiosas, la clave de la película está en ese precioso diálogo nocturno entre señor y señora Neumann: "Se pueden juntar las partes rotas". Con una base tan sencilla como ésa, Siegel nos propone una película llena de lirismo, donde un anodino concurso de deletreo se convierte en metáfora, para contarnos la historia de una familia cuya estructura, como la estructura sintáctica de una oración cualquiera, empieza a disolverse, dando lugar a una nueva estructura mucho más rica, quizá más dolorosa, pero siempre más honesta. El sacrificio final de Eli, basado en el error -metáfora de la ruptura- la convierte en la única heroína de esta película, tan sutil, tan sensitiva, y por sobre todas las cosas, tan hondamente espiritual.
En un tiempo donde todo lo que se rompe se tira, no es de extrañar que haya gente a la que esta película le parezca un ejercicio inútil.

Film realizado por Scott McGehee y David Siegel. Se basa libremente en la novela "Bee Season" (2001), de Myla Goldberg, según adaptación de Naomí Foner Gyllenhaal, madre de Maggie y Jake Gyllenhaal. Se rueda en Albany, Oakland, San Francisco, Berkeley y Universidad de California (CA). Nominada a un BFCA (actriz juvenil), se estrena el 11-XI-2005 (EEUU).

La acción tiene lugar en Albany, Sacramento, Berkeley y NY, a lo largo de unos meses, en 2004/05. Narra la historia de una familia modélica, de clase media/alta, formada por Saúl Naumann (Gere), su esposa Miriam (Binoche), un hijo de 16 años, Aaron (Max Minghella) y una hija de 11, Eliza (Cross). El padre es profesor de teología judía en la Universidad de San Francisco y la madre trabaja como analista en unos laboratorios biológicos. El padre es de carácter intrusivo, hace de cocinero en casa, ayuda al hijo en los estudios y en la música (cello) y asume de un modo obsesivo el entrenamiento de la hija cuando ésta gana un concurso escolar de deletrear palabras y accede a concursos superiores. La madre, ex católica, convertida al judaísmo a raíz de su matrimonio, ocupa en la familia el espacio limitado que le permite el marido.

La película desarrolla una exploración de la familia tradicional que trata de poner de manifiesto su fuerza y firmeza y, a la vez, los peligros que la acechan en determinadas circunstancias. La familia tiene una fuerza intrínseca importante, pero no está exenta de amenazas y peligros, cuando los comportamientos internos se basan en modelos poco equilibrados. En este sentido llama la atención sobre la crisis en la que puede caer una familia media, de formación superior, cuando en ella se instalan comportamientos individualistas, exclusivistas y egocéntricos. El equilibrio de la familia requiere atención, cuidados y dedicación. No se produce espontáneamente y no se conserva sin esfuerzo. La exaltación de la familia no puede hacerse con triunfalismos ingenuos, porque ni la tradicional, ni la basada en otros modelos, está libre de riesgos y amenazas. Pese a las buenas intenciones del film, su desarrollo es excesivamente anecdótico. Como consecuencia de ello resulta confuso y poco convincente.

La música se basa en una partitura breve de mezclas electrónicas de Peter Nashel, que se acompaña de magníficas melodías de J. S. Bach ("Sarabanda", "Chaccone", concierto para piano, etc.), composiciones de actualidad ("How do You Love") y se cierra con la canción "I'll Be Near You", a cargo de Ivy. La fotografía es de dibujo y colores sobrios, con algunos adornos (reflejo en el retrovisor, planos cenitales, calidoscopio). El relato se desarrolla con cierta precipitación y algunas elipsis excesivas. La interpretación de Flora Cross es convincente. Max Minghella es hijo de Anthony Minghella.

Película “lenta” en el sentido más positivo que se pueda expresar, lo cierto es que se requiere de cierto nivel de capacidad de embelesamiento... si lo tienes gozarás de su poder hipnótico, sino quizás sería mejor no arriesgarse, el que avisa no es traidor.

Todo un escaparate de los micromundos en los que estamos inmersos cada ser humano, toda nuestra potencialidad intelectual y espiritual como también toda nuestra ausencia, nuestro vacío, nuestra incapacidad de comprender y acompañar al otro. Esa necesidad del reconocimiento y de amor que no siempre podemos lograr, como así lo expresa, con esa mirada de profunda tristeza, Juliette Binoche.

A mí me hacía falta una película como esta... me ha sentado de maravilla.

Lo que me descoloca es el título en castellano, si de lo que se trata es de las palabras ¿a qué viene lo del silencio?

Y otro detalle: en la versión doblada ¿cómo lo harán? pues el peculiar talento de la protagonista es el de deletrear cualquier palabra, cosa que en castellano apenas tiene dificultad.

Los que no se atrevan con esta película por la presencia de Richard Gere y tengan idea de que será "más de lo mismo" con el canoso mas célebre de Hollywood que se vayan quitando esa idea de la cabeza. Porque esta "Bee Season" (casi da vergüenza citar el título en España) es probablemente el film mas desconcertante e hipnótico que ha hecho el señor Gere en mucho tiempo. Las críticas negativas que ha cosechado esta película vienen claro está de las sensaciones tan extrañas que provoca este film, verdadero ejemplo de cine anti-comercial hollywoodiense. Es cine arriesgado no lo olvidemos.
Esta extraña mezcla de religiones y deletreos (esos concursos americanos que en Europa no entendemos ni falta que hace) con la locura, la incomunicación... tiene tanta materia incrustada en su aparente sencillez que es muy dificil digerirla de un primer vistazo. Y no es raro llegar al final con una cara de incredulidad porque "Bee Season" es un film reivindicable. Eso sí, si llegamos al final sin habernos cabreado por no entender nada. Ese 4 de media no le hace méritos a un buen film a contracorriente y único en su especie.