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España España · Madrid
Voto de MigueL:
7
Cine negro. Intriga. Thriller A casa de sus familiares, en el tranquilo pueblo de Santa Rosa, llega un día el encantador tío Charlie (Joseph Cotten), un seductor criminal que viaja de Filadelfia a California y al que la justicia va pisando los talones. Su sobrina Charlie, a pesar de que no sabe nada de sus actividades, no tardará en sospechar que su tío es el misterioso asesino de viudas al que la policía anda buscando. (FILMAFFINITY)
8 de abril de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde que finalizara el rodaje de 'Agente Secreto' (1936), a Hitchcock se le ofrecieron nuevos proyectos, y hubo uno que le llamó poderosamente la atención por delante de cualquier otro. Se trataba de una novela llamada 'Tio Charlie'. Más tarde comenzaría a fraguarse el guión de esta historia, titulada 'La Sombra de una Duda' (Alfred Hitchcock, 1942) lo que a la postre sería una de sus obras más famósas y al mismo tiempo se convertiría en uno de sus títulos preferidos. Del guión se encargaría Thornton Wilder, que más tarde se marcharía a la guerra dejando un libreto sin acabar, que pasaría a manos de Sally Benson y Alma Reville, las cuales finiquitarían el trabajo empezado. Meses después, en el verano de 1942 el rodaje daba su pistoletazo de salida.

Para el papel protagonista se contrató a Joseph Cotten, que era todo un novato en esto de la interpretación. Sólo había participado en cuatro películas, y dos de las cuatro con el gran Orson Welles, al que conoció en el Teatro dando sus primeros pasos. Todo esto, suficiente, como para que Hitchcock se fijara en él y lo pusiera bajo sus órdenes como protagonista junto a Teresa Wright. Ésta tampoco tenía una carrera lóngeva ni mucho menos, pues únicamente se había dedicado a papeles secundarios, concretamente en tres títulos anteriores. 'La Sombra de una Duda' significaría para ellos una oportunidad increíble de demostrar sus dotes como actores, y vaya si la aprovecharon.

La historia comienza con Charlie Oakley (Joseph Cotten), un hombre perseguido por dos tipos, el motivo no lo sabemos, y es aquí donde la película se dispara hacía una poderosa intriga, intriga que ata al espectador para llevarlo en la próxima hora y media y algo más hacía un inevitable calvario. Asi definiría su situación en la historia el personaje de Teresa Wright, que da el contrapunto al enigmático "Tio Charlie". Los primeros compases del film ya demuestran que lo que se nos viene a continuación es prometedor, con una minúscula persecución pero sobrada en intensidad. Después se da el paso a la presentación de los personajes. Y todos los personajes se presentan de forma ejemplar, en esa casita del norte de California. Una de los aspectos más destacables de la película, es el rodaje en exteriores. En todo momento Hitchcock consigue trasladar una cercanía memorable al lugar donde se desarrolla toda la acción. Volviendo al tema central de la obra, también es de mención el brutal cambio que sufre la relación de los protagonistas, una vez que se descubre la esencia, el lado misterioso y oscuro que esconde "Tio Charlie". Hasta aquí todo bien.

Pero al igual que exísten ciertas cualidades que rodean a la película, no se pueden dejar de obviar algunos inconvenientes que asoman por otro lado. Y me refiero al hecho de que el guión no produzca una sensación de mayor excelencia en cuanto a la intriga. Si la duda se hubiera sembrado en mayor proporción llegados a cierto punto en la historia que se nos está contando, habría mayor espacio para la sorpresa. Por otro lado, tenemos a los dos protagonistas, Joseph Cotten y Teresa Wright, ambos totalmente entregados a sus roles regalando unas interpretaciones de altura. Sin embargo exísten ciertos detalles, los cuales no terminan de ser creíbles, sin exceptuar un negativo desenlace, no en el fondo, sino en la forma de realizarse. A todo esto se le suman algunas escenas que se alargan inecesariamente.

Aún asi, como prefiero quedarme con lo positivo y los puntos fuertes de la obra, no puedo olvidar algunas secuencias como la de la escalera, o el momento en el que el personaje de Cotten se pronuncia en la mesa mientras cenan definiendo a las viudas, bajo la atenta mirada de los presentes, y sobre todo de su sobrina. Los primeros planos de Hitchcock son asombrosos, no solo en este instante, sino a lo largo de la cinta. Sin olvidar el excelente cierre a la función con la irónica frase del secundario Macdonald Carey. Tampoco se puede abandonar en el olvido la función de dos personajes presentes interpretados por el oscarizado Henry Travers y el debutante Hume Cronyn, los cuales se dedican a imaginarse como se asesinarían mutuamente trasladando una graciosa similitud con el carácter de cierto personaje.

Esto, la cortina de humo del Tio Charlie, la ascendente progresión de la historia, y la pronunciada intensidad de la última media hora que atenta sobre los hechos que sufren los protagonistas de la obra, hace que 'La Sombra de una Duda' sea un título inolvidable y por supuesto un notable trabajo de su director.
MigueL
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