Íbamos al cine dispuestos a partirnos de risa como sucedió con Kung Fu Panda, pero esta película ha resultado tan sosa e insulsa que no nos ha dado ni para media sonrisa. El argumento es tan chorras (no encuentro otra palabra) que no creo que ni a un niño de tres años pueda parecerle mínimamente entretenido. La historia es un cúmulo de situaciones de lo más tontas que se suceden sin ton ni son.

Seguramente estoy yo equivocada, y lo único que sucede es que esta sí es una película de animación para niños. La genial Kung Fu Panda nos dejó tan atónitos que nos pensamos que todo el monte era orégano, y que cualquier producto de animación que saliera a partir de ahora sería más para adultos que para niños. Pero no nos confundamos: ésta no es más que una película para entretener a los más pequeños (que ya está bien) y aquí los adultos no tenemos nada que rascar.

Por tanto: SÓLO RECOMENDABLE PARA IR CON LOS MÁS PEQUES!!!