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España España · ciudadano del mundo (palencia)
Voto de kafka:
9
Aventuras. Drama. Romance Un fornido danita llamado Sansón (Victor Mature) quiere casarse en contra de los deseos de su familia con la filistea Semadar (Angela Lansbury), pretendida también por Ahtur (Henry Wilcoxon). Tras la cacería de un león, Sansón conseguirá el beneplácito del líder filisteo Sarán de Gaza (George Sanders) para contraer matrimonio con Semadar, ante los celos de la hermana menor de ésta llamada Dalila (Hedy Lamarr). Adaptación del famoso ... [+]
11 de diciembre de 2013
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
De todos los episodios bíblicos quizás sea "Sansón y Dalila" el más apasionante y complejo (con la propia vida de Cristo) de ellos. DeMille logró una obra maestra con su traslación al cine de la turbadora historia entre el melenudo fortachón danita (Mature) y la filistea Dalila (Lamarr). Es esta una película asombrosa y harto considerable pues tiene logros magníficos y de todo punto infravalorados/escondidos por lo general.
No solo ostenta logros como su maravillosa fotografía de George Barnes o un acabado irreprochable, sino que además presenta nada más y nada menos que la ubicación de la "femme fatale" en la bíblica antigüedad, en un personaje logrado hasta lo exasperante, en lo interpretativo y en su configuración. Dalila, cronológicamente, pudiera ser casi la primera vampiresa de la humanidad: un ser malvado, codicioso y a la vez enamorada hasta la médula de Sansón, quién le cuenta su divino secreto guardado en los cabellos. En realidad, este amor no supone sino la mezcolanza social de dos clases antitéticas: los danitas, humilde pueblo pastor; los filisteos, opulentos y poderosos. Viene a devenir ello, pues, en la plasmación del amour fou y del amor imposible. Un adelantamiento al surrealismo y a la tragedia shakespeariana de "Romeo y Julieta".
Junto a ello la película es una placentera contemplación de sutil e indisimulado erotismo fatalista y brillante, subyugante y hermoso, a cargo de una Hedy Lamarr literalmente apetecible.
No se queda ahí: en la complejidad de su argumento no deja de lado pasiones y sentimientos humanos como el orgullo, la integridad o la redención.
El todo que forma me atrevería a decir, y a modo de síntesis, que es una obra capital en muchos aspectos y germen, entre otros, del "peplum".
kafka
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