Sentaro regenta una pequeña pastelería en Tokío cuya especialidad son los dorayakis (pastelitos rellenos de salsa de legumbre). Hasta allí llegará una simpática anciana, que se ofrece a ayudarle, especialmente a hacer la salsa, llamada "an", para la que tiene un don especial...Magnífica película, llena de sencillez, cordura y minimalismo lírico, que narra sin aspaviento alguno, una historia de naufragios íntimos y urbanos, de soledades y heridas abiertas, en una reflexión intergeneracional (juventud y vejez -mujer-; madurez -hombre-) no por menos obvia más sólida y clarividente. Kawase dirige muy bien a los actores y sigue los rescoldos de Ozu o Kurosawa, para realzar el valor y la armonía de lo bello, del color de los árboles en flor, del sabor de unos dulces, del valor de una compañía y de una conversación, del amor de cada acto. Poética, bonita y tristemente esperanzada.