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España España · ciudadano del mundo (palencia)
Voto de kafka:
6
Romance. Drama Lucía es una joven que trabaja como camarera en el centro de Madrid. Tras la misteriosa desaparición de su novio Lorenzo, un escritor, decide marcharse a la tranquila isla de Formentera. La libertad que siente allí la lleva a enfrentarse a los aspectos más oscuros de su pasada relación, como si se tratara de una novela. (FILMAFFINITY)
1 de enero de 2007
13 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras el techo logrado con ese melodrama atípico, geométrico y espléndido que fue "Los amantes del círculo polar", Medem se embarcó en una película que resultara simplemente atractiva por su título y el reclamo del sexo es, sin duda, el más efectivo. "Lucía y el sexo" es, por ello, la obra más comercial de Medem pero también la menos suya. Paradójico.
Es otro drama de sentimientos confusos que afectan a un grupo definido de personajes, centrándose en la historia de Lucía (Paz Vega), quien tras perder a su novio (Ulloa) decide aislarse en una calurosa isla desde dónde empezará a recordar los momentos que vivió con él, un escritor en "shock" creativo. Allí también conocerá a una serie de personas que, al final de la historia, tendrán mucho que ver con la propia vida de Lucía.
En "Lucía y el sexo", efectivamente, hay secuencias cargadas de sexo y es con lo que probablemente se quedará el pueblo llano y lo que seguirá siendo el principal reclamo de la película. Es por eso precisamente que Medem no ha logrado borrar ese (d)efecto, pues el cineasta, a pesar de adoptar un estilo menos críptico y metafórico que el que suele utilizar, busca claramente bucear más adentro, en los sentimientos, en la muerte, en el azar y el destino, en el propio sexo, en el dolor y la angustia. Pero no logra lo deseado por un guión, digamos, escurridizo cuando no algo caprichoso y una estructura circular que aquí no cuaja ni cristaliza en el cruce y descruce de historias de amor y desamor.
Medem emplea el simbolismo de una isla y el mar, adopta menos metáforas que en títulos previos más esquivos pero mejores, y sigue intentando extraer genuina poesía de las imágenes. Aquí, el resultado es limitado y más defectuoso que saludable, aunque también interesante.
Por último, decir que quien esto escribe discrepa bastante del "casting" y de valoradas interpretaciones del equipo artístico (todos ellos esforzados pero ni la casi debutante Paz Vega ni la excelente Nimri ni el apocado Ulloa creo que estén especialmente brillantes; para mí la mejor es Elena Anaya, aúpa Palencia).
Un último apunte: ojalá que está película al menos sirva para que el gran público se interese de verdad por este cineasta inquieto, con muchas cosas que decir y realmente fascinante en gran cantidad de aspectos. Pero me temo que no.
kafka
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