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Voto de iovErdÈ:
6
6,1
25.380
Terror. Thriller. Drama
Un psicólogo, que quiere ayudar a su mujer a superar la muerte de su hijo en un accidente, decide llevarla a una cabaña perdida en medio de un bosque, donde ella había pasado el último verano con el niño. Sin embargo, la terapia no funciona, y tanto ella como la naturaleza empiezan a comportarse de un modo extraño. (FILMAFFINITY)
22 de agosto de 2009
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Complicada tesis la de Lars. Yo creo sinceramente que ha ido única y exclusivamente a demostrar que él es capaz de todo, de tocar todos los palos del cine y encima hacer caja, (ayudándose –para ello- de su nombre), como ya lo hizo, y a mi parecer con buen resultado, cuando realizó la incursión en el mundo cómico con “El jefe de todo esto” obra menor según la crítica (?).
No sé porqué, a mi esta película me transporta a “La Pianiste”, película rompedora y dura, en su día, en el que Haneke no duda en tocar directamente la fibra sensible del espectador, usando una actriz como la Huppert, nueva en los registros cinematográficos encaminados a estremecer al espectador incauto con escenas tan fuertes como el corte a cuchillo en su zona genital. El amigo Lars, se mide con Haneke, y lo sobrepasa en todos los aspectos, al menos en los meramente mediáticos: Esta película se ha estrenado versionada al castellano en cines de toda la capital, es más hasta el cine Renoir, con el único fin –imagino, de también hacer caja-, la proyecta únicamente en castellano (menos mal que nos quedan los Verdi - Golem), Lars ha conseguido que mediáticamente se la publicite de forma gratuita a través de periódicos y festivales, lo que le llevará más público que a la de Haneke, y la escena sonada, la multiplica por dos, llegando a filmar esas abluciones como Dios manda, con dos cojones y en primer plano, por no mencionar otros aspectos igual de bestias en el lado masculino de la historia. Hasta aquí el prologo, como diría Lars.
Es indudable que Lars sabe de técnicas de cine, y la película es bellas en sus formas, si bien para conseguir ese maridaje entre fotografía y música (en color, blanco y negro, virada en tonos de azul pálido, ralentizada con cámaras HD, planos imposibles, Lascia Ch’io Pianga, música de suspense, ese sonido de las bellotas que caen de una encina infinitamente preñada de frutos, etc.) ha tenido que renunciar a todos sus dogmas, la verdad, he echado de menos la luz natural, la cámara en su movimiento racional, la fotografía certera, el sonido directo y la música original que proporciona el entorno; indudablemente con el Dogma cinematográfico de los 90, el poder onírico de la película se habría quedado en menos, desmereciendo el desenlace de la misma.
Respecto al sexo filmado de forma explícita, ya lo uso en “Los idiotas” y la verdad ahí quedo como algo más, si bien es verdad que en esta película el pobre Lars, se supera con ganas y no ya por utilizar sexo explicito, sino por usar efectos especiales en el sexo explicito (dar ideas, el que golpea primero, golpea dos veces).
Paso al spoiler por falta de espacio
No sé porqué, a mi esta película me transporta a “La Pianiste”, película rompedora y dura, en su día, en el que Haneke no duda en tocar directamente la fibra sensible del espectador, usando una actriz como la Huppert, nueva en los registros cinematográficos encaminados a estremecer al espectador incauto con escenas tan fuertes como el corte a cuchillo en su zona genital. El amigo Lars, se mide con Haneke, y lo sobrepasa en todos los aspectos, al menos en los meramente mediáticos: Esta película se ha estrenado versionada al castellano en cines de toda la capital, es más hasta el cine Renoir, con el único fin –imagino, de también hacer caja-, la proyecta únicamente en castellano (menos mal que nos quedan los Verdi - Golem), Lars ha conseguido que mediáticamente se la publicite de forma gratuita a través de periódicos y festivales, lo que le llevará más público que a la de Haneke, y la escena sonada, la multiplica por dos, llegando a filmar esas abluciones como Dios manda, con dos cojones y en primer plano, por no mencionar otros aspectos igual de bestias en el lado masculino de la historia. Hasta aquí el prologo, como diría Lars.
Es indudable que Lars sabe de técnicas de cine, y la película es bellas en sus formas, si bien para conseguir ese maridaje entre fotografía y música (en color, blanco y negro, virada en tonos de azul pálido, ralentizada con cámaras HD, planos imposibles, Lascia Ch’io Pianga, música de suspense, ese sonido de las bellotas que caen de una encina infinitamente preñada de frutos, etc.) ha tenido que renunciar a todos sus dogmas, la verdad, he echado de menos la luz natural, la cámara en su movimiento racional, la fotografía certera, el sonido directo y la música original que proporciona el entorno; indudablemente con el Dogma cinematográfico de los 90, el poder onírico de la película se habría quedado en menos, desmereciendo el desenlace de la misma.
Respecto al sexo filmado de forma explícita, ya lo uso en “Los idiotas” y la verdad ahí quedo como algo más, si bien es verdad que en esta película el pobre Lars, se supera con ganas y no ya por utilizar sexo explicito, sino por usar efectos especiales en el sexo explicito (dar ideas, el que golpea primero, golpea dos veces).
Paso al spoiler por falta de espacio
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Y por último la tesis, la tesis de la culpa que inmoviliza el presente a causa de un comportamiento pasado, o mejor dicho, en términos Almodovarianos, de un polvo pasado, polvo en que levitas de tal manera de la realidad, que no llegas a dar crédito ni importancia a lo que ves, en este caso, ese niño andarín. La culpabilidad como emoción autoanulante, es una elección que lleva a Gainsbourg a una severa depresión, (tratada, equívocamente por el marido –No folles con tu psiquiatra- dice Dafoe). Pero este viaje neurótico llega hasta consecuencias insospechables, más góticas que terroríficas, más irracionales que creíbles, y más sorprendentes que pavorosas.
Joder Lars, que desagradable eres, pero que personalidad tienes, coño!.
Película interesante, al menos por ver los nuevos derroteros por los que se mueve el cine, y por no quedarte atrás ¿de las vanguardias?.
Joder Lars, que desagradable eres, pero que personalidad tienes, coño!.
Película interesante, al menos por ver los nuevos derroteros por los que se mueve el cine, y por no quedarte atrás ¿de las vanguardias?.