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España España · Madrid
Voto de Sules:
7
Western. Aventuras Después del asesinato de su padre, Mattie Ross (Hailee Steinfeld), una chica de catorce años firmemente decidida a hacer justicia, contrata los servicios del veterano agente del Gobierno Rooster Cogburn (Jeff Bridges), borracho y excelente pistolero. Así ambos se ponen en camino y entran en territorio indio para dar caza a Tom Chaney (Josh Brolin) en compañía de LaBoeuf (Matt Damon), un ránger de Texas que busca al fugitivo por el ... [+]
16 de febrero de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un western sin venganza debe ser algo así como un romance sin amor, pero un western donde la venganza trata de ser llevada a cabo por una pequeña adolescente puede llegar a parecerse más a una roadmovie en bicicleta a través del desierto. Es posible que esto último ya haya sido rodado, lo que es seguro es que el primero de los casos fue estrenado en 1969. Y aunque esta primera versión de Valor de Ley, firmada por Henry Hathaway, pareciera no dar lugar a más y mejores reseñas, los hermanos Coen han reinterpretado, 30 años después, la obra del escritor Charles Portis, para deleite un público que ya empezaba a echar de menos uno de esos films épicos del tándem fraternal más prolífico de Hollywood.

Mattie Ross es la adolescente en busca de venganza. Tras el asesinato de su padre a manos de un ayudante borracho, la joven testaferra inicia un viaje impulsado por el odio y la necesidad de restaurar el honor familiar. Pero a pesar de las manifiestas agallas de la muchacha, necesitará la ayuda de un profesional de la justicia para dar caza al asesino (Josh Brolin), que se ha unido a un famoso grupo de bandidos cuyo centro de operaciones se encuentra en territorio indio, lejos de la aún precaria jurisprudencia estadounidense.

Sólo un puñado de hombres al servicio de la justicia son capaces de adentrarse en tan peligrosas tierras, pero de entre ellos destaca por sus cuestionadas tácticas violentas la figura del jefe de policía Rooster Cogburn, interpretado por un enorme Jeff Bridges, cuya amplitud de registros al servicio o no de los Coen, hacen de él uno de los actores más importante de su generación. Tras varios encuentros, Mattie consigue finalmente persuadir a Cogbourn para acompañarle en este peligroso periplo. A la expedición se le unirá la presencia del arrogante ranger de Texas-encarnado por un desconocido, pero brillante Matt Damon- cuyo objetivo es el mismo que el de la extraña pareja: dar caza a Tom Chaney, pero por un delito cometido en el estado sureño, generando entre los protagonistas un conflicto por ver quien se lleva el gato a la soga.

Los Coen, especialistas en rescatar autores olvidados, como ya hicieran con Cormac McCarthy en la laureada No es país para viejos, recuperan la obra de Charles Portis para dibujar el sombrío y hostil escenario en el que se desarrolla esta historia. Ethan y Joel -ese monstruo cinematográfico de dos cabezas- vuelven a recurrir a la épica, emulando anteriores títulos como Muerte entre las Flores, para dar vida a unos personajes perfectamente reconocibles gracias al alma que los cineastas imprimen en todas sus películas. Personajes por cierto, entre los que destaca el jefe de policía Rooster Cogburn, el cual hace ya más de un cuarto de siglo le serviría al mítico John Wayne para ganar el Oscar al mejor actor principal. Pronto veremos si Jeff Bridges se vale de ese parche en el ojo tan característico para hacerse también con su segunda estatuilla.
Sules
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