V de Vendetta

Y eso pues está muy bien para quienes sigan creyendo en el susodicho Marx, a pesar de haber muerto físicamente hace 126 años, e ideológicamente hace unos pocos lustros (gracias a Dios). Yo no sé exactamente de qué color o paja mental hace apología / panfleto esta peli de Disney con sangre. Se nota DE QUÉ QUIERE HACERLA: de una especie de anarquismo, mezclado con socialismo, anticlericalismo, antimilitarismo, PRO-MILITARISMO, pro-terrorismo y, en definitiva, una serie de ideas políticas contradictorias e infantiloides. Combinado con las más bien deficientes interpretaciones, la rebuscada y confusa historia, y el tramposo guión tenemos la típica ópera prima de un niñato deseoso de transmitir sus paranoias, su supuesta rebeldía y su reprimido sentimiento de protesta (seguramente arrastrado desde que, siendo joven, su padre no le permitiera fumarse los porros que evidentemente sí se ha fumado haciendo esto).
En mi lista de 'Cine del Mal', al servicio del mal gusto, de la mentira y de la maldad.

Un hombre quemado pero que inexplicablemente sobrevivió a un incendio que arrasó su cuerpo se disfraza de payaso amigos plagiando claramente la carismática figura del Jóker de los tebeos de batman.

Tras ello jura vengarse de todo un país es decir amigos un solo hombre contra todo un país es imposible así como pretencioso, y para ello se dedica a poner bombas y a promover la sublevación por donde va.
Nadie sabe por que este payaso sabe pelear ni por que puede vencer a 4 enemigos a la vez asi como resistir en la cara contundentes golpes, pero el caso es que ocurre y el espectador deseoso de fácil acción lo aplaude amigos. Es lamentable.

A continuación se abre una falsamente apasionante fase de conspiraciones políticas, pues esta pretenciosa cinta se apunta a todos los géneros como ven sin lograr ninguno, y tras unas escenas de típicas peleas del payaso contra 20 a la vez ARMADOS con metralletas, la cinta alcanza el clímax facilón y sensiblero con la gloriosa Novena Sinfonía de Ludwig Van Beethoven (así es amigos siempre que escribo su nombre no me basta con el apellido) a todo volumen, mientras vistosas explosiones de fondo y primeros planos de toda la gente que por ahí pasa se supone que transmitirán al espectador medio una sensación de hermandad universal y fraternidad. Una vergüenza.

En fin amigos, efectivista film que logra su propósito de emocionar al espectador predispuesto a ello pero que sin duda no puede con los realmente intelectuales.

Véanla o no, hagan lo que gusten. Uno se cansa de dar buenos consejos.


-El intelectual-