Un funeral de muerte

Un funeral de muerte lo tiene todo para ser una comedia desternillante, ingeniosa y brillante. Parte de un argumento que tratado con humor y distancia puede ser un filón de carcajadas, como es el de la muerte, o los funerales en este caso. Las situaciones, aunque delirantes, resultan muy divertidas. Y el director Frank Oz es un veterano en esto de hacer comedia, y eso se nota en la adecuada dosificación de los gags, y en el ritmo que mantiene la historia.
Además cuenta con un grupo de actores tan poco conocidos como eficaces en la mayor parte de los casos.
Pero, pese a todo, hay algo que impide que Un funeral de muerte sea una gran comedia, y no pase de ser una comedia simpática, divertida pero menor. Puede ser que en el fondo su argumento sea mucho menos de lo que aparenta, y no pase de ser una simple anécdota. Puede ser que algún personaje no esté a la altura de las circunstancias, como la pareja de amigos que llegan juntos al funeral. Uno por aportar más bien poco a la gracia de la historia, y el otro por ser un gracioso demasiado evidente.
Además, aunque los gags son delirantes y divertidos en más de una ocasión se recurre al humor fácil y algo vulgar, que desentona un poco con el resto. Así que, al final, la película no es la gran comedia que en un principio nos prometían. Pero viendo el lamentable nivel de la comedia actual, por lo menos resulta agradable encontrarse con un historia como esta.

Sólo así se explica que una película como ésta no alcance ni un 7. Vivimos en unos tiempos en que lo que se lleva es lo dramático. Si acaso, también tiene cabida los thrillers. Pero las comedias, no. Es un género demasiado intrascendental como para que los grandes del cine de hoy en día pierdan su tiempo en él. ¿Alguien recuerda la última comedia que arrasara en los Oscars? Atrás quedaron los tiempos de Wilder, Lubitsch, Capra, Chaplin o los hermanos Marx. Ahora, el único gran director que apuesta abiertamente por la comedia es Woody Allen, y cuando mejores críticas recibe es cuando la abandona para plagiarse a sí mismo (Match point), volviéndonos a contar una historia que ya había contado pero quitándole la parte graciosa.

Con todo, en los últimos 10 años hemos visto raras excepciones, como El gran Lebowski, La cena de los idiotas o esta película. Un funeral de muerte es una película con un humor elegante, negro, en ocasiones irónico y por lo general bastante inglés. Como toda comedia (no se libra ni Con faldas y a lo loco) tiene altibajos. En concreto, va de menos a más, para llevarnos, hacia el final, a una escena con la que un servidor tuvo que parar la película para poderse reír sin dejar de atender a la película. Es lo que tenemos los hombres, que no sabemos hacer ni dos cosas a la vez.

Hacer reir es cada vez más dificil. El género de la comedia es posiblemente el menos agradecido de todos.
Y hay que reconocer que para eso de hacer reir los ingleses tienen un don especial.
Los mismos que se emborrachan como perros en Tenerife y conducen por la izquierda. Los mismos que comen alubias para desayunar y un te con pastas para merendar. Esos que flipan con The Sun, el Manchester United y el capullo de Hamilton, son unos artistas en el género de la comedia.
Desternillante y descojonante. Así es Un funeral de muerte. Una película de las que te mantienen con esa sonrisa idiota(que diria Sabina) durante todo el metraje, y que en algunos momentos alcanza cotas delirantes. Correctamente dirigida e interpretada y con un sencillo pero magnífico guión, contiene algunos gags que rayan el mayor de los absurdos y sumergen al espectador en hora y media de auténtico desfase.

Francamente recomendable, tanto en los días buenos como en los malos. Un soplo de aire freco, y una forma muy agradable de pasar un buen rato.

No es muy fácil destacar algo de esta película, en la que todo tiene un nivel de calidad muy correcto y que nos hace tener una sonrisa los 90 minutos, con alguna escena para partirse de risa.
Reconozco que después de ver "In & Out", una película bastante correcta, la de "Bowfinger" me defraudó totalmente, pero con esta película Frank Oz iguala y hasta en algunos momentos supera dicha comedia de enredo sobre la homosexualidad, con una trama que gira en torno a un funeral, pero que habla de los problemas de los vivos, problemas que también deja el difunto, en un mundo donde nunca se conoce lo suficiente a las personas.
Todos los actores cumplen, ninguno sobresale especialmente por encima del resto y se reparten el protagonismo sin aburrirnos, pues el funeral, con un par de cosas que salen mal, se volverá un gallinero y no se salvará ninguno. Riñas, problemas económicos, fanfarronadas, secretos, todos tienen algo que aportar a la trama.
Con un montón de momentazos, te engancha desde el principio, y solo es al final, cuando se ha acabado, que miras el reloj y te das cuenta que llevas ya 90 minutos sentado con un film simpático, con un humor negro muy sutil y divertido y sobre todo con una cinta entretenida, que no defraudará a nadie.
Recomendable, te guste el humor que te guste, porque tiene un poco de todo y lo mezcla con mucho gusto, dejándonos disfrutar de este funeral tan simpático.

No puedo hacer otra cosa que recomendar este film del antigüo marionetista Frank Oz. Su contención británica, su desternillante guión y su humor negro (con personaje enano de por medio amante del difunto), son a tener en cuenta. Los actores, casi todos ellos, hacen una labor muy buena. Algunos no pueden estar mejor en sus papeles y tiene algunos gags que te hacen tirarte por el suelo de la risa: Como el del hombre impedido en una silla de ruedas que se caga en la mano del tipo que lo sienta en el váter y como le salpica un poco de mierda en la boca o como el prometido de una de las asistentes al funeral se presenta en un delirio absoluto debido al consumo de ácidos, son sólo ejemplos, de un film que merece ser visto de lo bueno y descacharrante que es. Te antecedo que su final es demencial y te hace llorar de risa.

Si tuviera que decir algo malo es el hecho de que praticamente toda la historia se desarrolla en una localización, pero por lo demás es una comedia fenomenal. Ahora sí, no voy a ser tan tonto de darle más de un 8, porque tampoco es una obra de arte hecha película.