Bombón, el perro

Carlos Sorín es el Kiarostami sudamericano, con todo lo bueno y lo malo que ello implica: humanidad en todos sus personajes pero un ritmo demasiado lento.

De acuerdo, lo fácil sería haber tratado el mundo de las peleas ilegales en lugar del de los expositores caninos, pero hemos de reconocer que también habría sido los más eficaz. Por ejemplo, me gustó muchísimo más la primera historia de "Amores perros", en la que sus protagonistas encuentran un filón en las peleas, y no creo que nadie diga que por ser más fácil este argumento sea peor película.
Pero bueno, aceptemos esta iniciativa de no caer en el morbo. De todas formas creo que se podría haber aprovechado más la historia si el personaje de Walter Donado u otros hubieran sido más malvados. Sería lo fácil, pero es lo que todos en el fondo deseábamos y no deja de ser creíble.

PD: otra similitud entre esta película y muchas de Kiarostami es la obsesión por los viajes en coche.

La película se basa en una buena idea, el guión apunta maneras, tiene una historia de amistad, drama, una situación social con la que muchos espectadores se podrían sentir identificados, etc...Hasta ahí todo bien, pero luego la película está vacía, no tiene puntos que se diferencien entre si. No tiene un principio, desarrollo, desenlace y fin, parece que estás permanentemente viendo la misma escena. No sufre variaciones, no nos dice nada, nos deja igual. Como digo podría ser un gran drama lleno de intrahistorias pero se queda en un guión vacío y por cierto muy mal interpretado por el actor protagonista que es un ser plano que en ningún momento acaba de sintonizar con su personaje.

Lo dicho, esta película con otro director y un buen elenco de actores hubiera sido un clásico del cine argentino, pero con los recursos que contó se quedó en una película del montón.

Como si no hubieses visto una película. Así te quedas después de ver ésta. Una historia cotidiana, sin apenas interés, con la típica lentitud argentina, con personajes demasiado corrientes y una historia tan simple que apenas engancha. Sin embargo, los planos, los escenarios, el encanto de lo cotidiano, y sobre todo los silencios, esos silencios de los protagonistas que tanto transmiten. El escaso valor de esta película reside en lo que no se cuenta, sino en lo que se siente. Buena interpretación de todos los actores. Pero la historia se queda quizá demasiado corta.

No me ha gustado. Como dice uno por ahí, yo también me quedé igual después de su visionado. Como si no hubiera visto nada.

Es una pena que sea tan mala. Prometía ser diferente a todas esas típicas películas de perros de familia tan infantiles, pero se queda en una road movie muy fría e impersonal. El actor principiante no me transmite nada, es un carapán más. A veces incluso me da rabia lo pelotudo que puede llegar a parecer. Para colmo, la relación con Bombón, lo único que podría haber salvado la cinta, no convence, se nota que no hay afinidad entre ambos. Todo el tiempo da la impresión de que Bombón, para el protagonista (ni siquiera recuerdo su nombre, de tan mala que es se me olvidó), no es más que un medio para hacerse rico, aunque supuestamente no debería ser así. La cosa es que si te da una impresión errónea es porque en realidad la película es muy mala.

Y además es lenta y aburrida... No sé, es tan fría, igual por eso en una crítica se dice que es una película para verla bajo una manta y con una taza de chocolate caiente.

Estamos en la Pampa, un hombre se queda en el paro, no sucede nada, no sucede nada, le regalan un perro, no sucede nada, no sucede nada, no sucede nada, parace que va a ocurrir algo pero no falsa alarma, no sucede nada, no sucede nada, no sucede nada, FIN.

Creo que me han tomado el pelo.