Encantada: La historia de Giselle

Antes que nada, y teniendo en cuenta que TODO ES RELATIVO y que el gusto es lo más subjetivo del mundo, debo empezar por decir que me cuento dentro de aquellas personas que consideran que el cine es DIVERSIÓN. Jamás me he sentado delante del ecran para filosofar, para resolver misterios o para encontrar la verdad de la vida. Parece obvio que, luego de esta introducción, todos habrán asumido ya que esta película me ha gustado. Es cierto, no es una obra de arte, pero cumple con creces la función que, personalmente, considero la principal del cine: DIVERTIR. Personalmente, no me parece lógico criticar la ocurrencia de situaciones inverosímiles en una película de fantasía.
Llena de situaciones absurdas y sobreactuaciones (realmente divertidas) "Encantada" encierra, desde mi punto de vita, dos mundos paralelos (que no son precisamente las caricaturas y el mundo real) sino un mensaje infantil y otro no tanto. En esta película, los niños pueden encontrar un típico cuento de hadas y, los grandes, situaciones de pareja y diversas percepciones sobre el amor, tan comúnes como intersantes.
En suma, creo que es una inteligente apuesta de Disney para que, dentro de tanta fantasía y cursilería, se pueda encontrar una pizca de realidad (pero sólo una pizca, ¿eh?) que permita a los padres acompañantes del público objetivo de la película, no sentirnos tan "raros" en la Sala.
Mención aparte para la banda sonora, que sugiere una interesante fusión entre lo clásico de los cuentos de hadas y lo moderno alternativo (incluyendo el raro pero pegajoso "raege-latin-mex-pop" de "That's how you know"). No sé a otros, pero me resultó especialmente emotivo el inicio de la película, con fanfarria y coros "muy Disney". No en balde, Alan Menken es "de la casa".
Definitivamente, para ver una película de Disney, lo óptimo es ir con ojos de niño y no como si fuéramos a ver algo de Almodovar o de Scorcese. Películas hay para todos los gustos, y los críticos (o criticones) deberían tener en cuenta ello al momento de poner a andar su hígado, perdón, su criterio.

Contiene muy buenos momentos de diversión, que son admirables y significativos en un mundo animado, tomando un destino inesperado, se vive feliz soñando con el verdadero amor.

Debo reconocer que aún sufro de priapismo desde que la vi ayer noche. Ya la conocía, pero nunca la había visto entera y me duele el pene de ver la gracilidad perfecta de una Amy Adams tan guapa que parece irreal. Capaz, la muchacha, de actuar con unas dosis tan importante de sobreactuación que te crees que ha salido de un cuento (dentro de lo posible, claro).
Los efectos visuales son a tener en cuenta muy seriamente para el año en el que se creó. Los personajes que vienen de la fantasía lo hacen realmente bien, pero la Sarandon podría haberse quedado en casa para el churro de aparición que tiene. Ahora, ¿quién no se cree que Amy Adams venga de la fantasía? Es un personaje de puro optimismo y su príncipe, un conseguido James Marsden, también cumple bastante bien. La utilización de historia de fondo entre la ardilla realizada con efectos digitales y el actor Timothy Spall anima algo el cotarro, pero cansa hacia el final... Eso sí, su final, con un dragón que habla como una mujer es muy producto Disney y fue el acabose (para mí se cargó el film). Es ideal para críos de 7-8 años y está muy bien interpretada y coreografiadas sus escenas musicales. Porque tiene canciones y no son malas para nada. Su doblaje al español es de primer orden, la verdad.

Esta película la disfrutará todo el mundo, tanto niños como adultos. Ya que posee un humor infantil, pero un par de chistes son algo sugerentes. Excelente actuación de Amy Adams, que para mí ella es una actriz Revelación, hasta uno se puede creer su personaje de princesa. Patrick Dempsey muy bueno y centrado en su personaje de abogado que no cree en cuentos de hadas, ni en felices para siempre. James Marsden muy chistoso. Idina Menzel me gustó como actuó también. En general todos fueron excelentes.

No abusaron en la cantidad de canciones como para convertir la película en un musical.

Lo que no me gustó fue el final que era algo predecible (Aunque un par de cosas ni me imaginé que pasarían)

En fin, Encantada es una película para pasar un rato excelente. No será lo mejor del año, pero es muy buena, para toda la familia.

Vuelve la Disney con un nuevo proyecto para llevar al cine al niño, la niña, los papás y la abuela si hace falta. Estamos ante un producto netamente familiar y comercial pero no por ello deja de ser divertido y entretenido de ver. La película combina ágilmente la animación más tradicional de la Disney (de esas de princesitas y canciones con los animales del bosque) junto con la acción en la vida real, aunque ésta segunda parte tenga mucho más peso y casi abarca el 90% del total. La historia es original aunque quizá está llevada por el camino más fácil y cae en lo previsible demasiadas veces, llegando a un final donde el asunto se infantiliza demasiado y hasta nos encontramos un dragón gigante. Por no mencionar lo forzado de ciertas situaciones de su desenlace. No teman. Que el final requetefeliz no falta. A pesar de todo, entre medias, uno ve con agrado las diversas situaciones a las que se enfrentará la princesa en la gran ciudad, unas más divertidas que otras, junto a mucha cancioncita y gran número de baile en el parque. Seguramente en la versión original las letras no sean tan tontas y ñoñas. El elenco actoral cumple sus papeles con una Amy Adams bastante creíble, un Patrick Dempsey como comparsa de la función, James Marsden algo exagerado y una Susan Sarandon cuya aparición es testimonial. Resumiendo, la película da lo que ofrece, y aunque no encantará, es más que correcta. Recomendada para los detractores de Blancanieves.

Lo mejor: Algunas canciones y los momentos divertidos de su llegada a la ciudad.
Lo peor: La historia de amor es bastante previsible y su duración quizá es algo excesiva.