Desde allá

Película que relata el encuentro entre dos hombres de distinta clase social en Caracas. Armando (Alfredo Castro) tiene unos 50 años, un trabajo estable realizando prótesis dentales, lo que le permite tener mucha opulencia económica. Por su parte Elder (Luis Silva), es un muchacho que roza apenas los 18 años, trabaja en un taller mecánico y comete algunas fechorías en su diario vivir.

Desde allá es la opera prima de este realizador venezolano, quien como experiencia previa había realizado el cortometraje Los elefantes nunca olvidan (2004). Vigas es el escritor del guion, quien se alió con el experimentado y reconocido Guillermo Arriaga para la construcción de la historia. Un film que borda con sutileza el tema del homosexualismo, sin caer en pedanterías o sentimentalismos.

Con una narración pasiva, el realizador va conformando lentamente el entramado, su construcción se desarrolla alrededor de estos dos personajes y la interacción entre ambos, entre los barrios bajos de la ciudad y los más elegantes. Así se enmarca un juego de tensión entre el odio-cariño recurrente a lo largo del metraje, además, imposible no pensar en el paternalismo expresado por el hombre mayor frente al joven.

Esta interacción es matizada con presentar la dualidad de la vida de cada uno, por un lado Armando, pudiente, hombre con un trabajo de reconstrucción de piezas dentales que permiten a las personas recuperar sus sonrisas, sonrisa que él no presenta en ningún momento. Este idealismo se rompe cuando reaparece su padre, con quien no tiene relación alguna.

Al otro extremo está Elder, laborando en el taller mecánico, no es estudiado ni educado, interactúa con sus amigos, son una pandilla juvenil que roba partes de autos entre otras cosas. Dos mundos completamente opuestos que se encuentran de forma abrupta, pero ojo, y es importante dejar en claro, el film está muy lejos de presentarse como una obra romántica entre estos dos hombres, muy lejos.

De hecho, la trama se hilvana de tal forma que ni siquiera se podría considerar como una película de ese género, a pesar de ser el tema primordial, la relación entre los protagonistas y el desarrollo de la historia, lo hace enfocarse más como un trabajo dramático, donde tanto Castro, experimentado actor chileno, como Silva, con un potencial enorme, ejercen un trabajo esplendido.

Ambos se juntan pero no con una intención romántica, el accionar se difumina entre la paternidad y la ausencia de esta, es quizá el motivo principal. Así mismo, el tema de cómo la sociedad percibe al homosexualismo, el machismo predominante y el matonismo, que muchas veces es una simple capa que ensucia el buen desarrollo de las personas.

Desde allá ganó el León de oro a Mejor película en el Festival de Cine de Venecia, luego de 72 ediciones y 62 ocasiones que se ha entregado este premio, por primera vez un film latinoamericano se llevó el galardón principal, un merecido reconocimiento para un trabajo muy bueno.