Las inocentes

La puesta en escena, la realización, las interpretaciones...todo muy notable. El drama de fondo es terrible, tanto en su origen, la violación de las monjas, como en la solución.
Algunos han escrito aquí sobre que es un análisis de la fe. En esto la película es algo simplista, porque todo es mucho más complejo. Pero comparado con lo que el cine habitual dice sobre lo religioso, esta tiene su mérito.
La figura de la protagonista es central, bien llevada y sostiene toda la película.
Es dura, a veces difícil de soportar.

Madeleine Pauliac (1912-1946) fue una médico-cirujano y resistente francesa. Ocupada, a través de la Cruz Roja, en atender y ayudar a repatriar soldados heridos franceses, primero en la Unión Soviética y después en Polonia; alcanzó gran reputación porque intervino en cerca de 200 misiones, por lo que fue condecorada con la Legión de Honor y la Cruz de Guerra. En unos manuscritos suyos encontrados, al parecer, después de su accidental muerte en Varsovia, y dados a conocer, mucho tiempo después, por un sobrino suyo, Phillipe Maynal, y publicados bajo el título 'L'insoumise', se narra el episodio del que se extrae el guion de esta película, si bien los hechos reales, tal como aparecen publicados, fueron mucho más violentos, controvertidos para las monjas de aquel convento y con un final desconocido. Es decir, la narración del filme es pura ficción.

Diciembre de 1945, Polonia. Un equipo de la Cruz Roja francesa trabaja asistiendo a los soldados heridos franceses que aún quedan en el lugar. Un día, la médico ayudante Mathilde Beaulieu, recibe la inesperada visita de una religiosa de un convento de clausura próximo, le pide ayuda, pues dice no poder acudir a ningún médico polaco ni ruso. Mathilde accede a la petición de la hermana María y la acompaña. Al llegar se encuentra con una novicia que está a punto de dar a luz, habiendo otras cinco en las mismas condiciones, todo ello fruto de las violaciones a las que fueron sometidas por parte de soldados del ejército soviético meses atrás. A partir de entonces, de forma clandestina, Mathilde ayudará en el parto a las religiosas.

Anne Fontaine dirige con pulcritud una tragedia (es más que un drama) elaborada sobre un hecho cierto, criminal y muy doloroso, la violencia sexual a la que fueron sometidas muchísimas mujeres por parte de las tropas soviéticas a la llegada de éstas a Polonia con objeto de su liberación. Se centra, según he contado en el primer párrafo, en lo ocurrido en un convento de monjas de clausura, donde, es fácil suponer, la desgracia es doble debido a la condición de las mujeres que lo habitan. Con unas buenas interpretaciones, una bellísima fotografía de Caroline Champetier y una magnífica música original de Grégoire Hetzel, así como una composición escénica llena de plasticidad, se narra al espectador, de manera tibia y un tanto aséptica, el caos, el miedo, reinante en el lugar, por lo ocurrido y por lo que pueda ocurrir si su secreto es descubierto. A todo ello, unida, la conmoción normal dentro de un régimen de clausura religiosa que produce el hecho de los nacimientos. Por tanto, la forma de contar todo esto dista mucho de ser la mejor. Es cierto que se nos da a conocer la reacción de las madres, la actitud de la madre abadesa, la ejemplaridad en la manera de hacer de la hermana María..., pero el conjunto no deja de transmitir una excesiva frialdad y falta de hondura en la psicología de la mayoría de los personajes al explicar la tragedia que en todo, y a cada momento, acontece. El final resulta del todo inverosímil.

El director nos muestra un tema bastante agresivo porque a través de la historia rememora un ataque al voto de castidad de las mujeres religiosas. Está claro que no fueron ellas quienes transgredieron las reglas sino el enemigo. Funciona en su totalidad dado a un hermosísimo dominio fotográfico cuyos planos dan la sensación de estar observando una película con toques fríos. Una película que posee sustancia, nos muestra la realidad sobre las personas que aman demasiado, estas llegan a sufrir enormemente. El escritor desnuda a dichas religiosas en cuanto a sentimientos se refiere, nos da la señal clara de que son también seres humanos que pueden llegar a enloquecer al punto donde se erren muchas veces y haciendo penitencia por tales decisiones.
“Las Inocentes” es un absorbente drama donde las mujeres religiosas son las protagonistas de una etapa donde hubo mucho sufrimiento.

Casi una hora compleja, audaz, penetrante, melancólica y cautivante.

Literalmente, el título refleja la historia que vemos en Les Innocentes. El cine francés siempre ha sido increíblemente bueno, y con este film no nos queda duda de ello.

Como siempre, mis comentarios son breves. Siempre necesitamos eso.

La ambientación nos traslada hasta la década de 40s en Europa. Y nos golpeamos con una historia llena de tristeza, lágrimas, con espiritualidad, quizá al punto de algunas pinceladas de fanatismo religioso.

Recomendable filme francés.

Esta peli es visualmente perfecta para sentir el frío y la barbarie de ese momento histórico .Se siente de verdad tanto en el exterior como en el interior de ese convento y sin embargo emocionalmente va adquiriendo como un calorcito que llegas también a sentir.
Muy resumidamente diría en términos metafóricos que los demonios pueden venir de fuera y ser reconocidos fácilmente por saltarse todas las reglas de humanidad posible o pueden estar dentro legitimando sus acciones en nombre de dios y de la falsa moral...Y que los ángeles pueden ser seres mundanos que se permiten tomarse un chupito y desatar sus pasiones en ese ambiente de crueldad reinante por la guerra pero a su vez ser solidarios y valientes y hacer milagros encendiendo la luz y la esperanza de unas inocentes anestesiadas por el desconcierto y el miedo de un secreto que pedía a gritos una salvación. La luz de ese apoyo y comprensión que van sintiendo ellas progresivamente es el calor emocional que yo como espectadora a pesar del frÍo reinante en la pelÍcula he ido percibiendo.Preciosa.