Cantábrico

El documental qué nos presenta Joaquín Gutierrez Acha nos relata la vida de los animales y las flores en los montes cantábricos. Con los Osos cómo animales fetiche de éstas cumbres, nos deja ver su forma de vida, su manera de criar a sus oseznos y sus encuentros amorosos. Por otra parte nos presenta al otro animal por excelencia de estos lares, el lobo. Aquí ya vemos la lucha de sus presas para salvar el pellejo. Algunos lo consiguen, pero la gran mayoría cae bajo sus colmillos. Quizás a algunos pequeños, las imágenes no les resulten demasiado agradables. Pero la vida y la muerte en estos páramos son así de crueles. La fotografía de la película es bastante buena, pero tampoco me parece espectacular. Yo, al ver ayer la película, no dejé de compararla con otras producciones extranjeras y la verdad es qué para mí no sale muy bien parada. Me han gustado las imágenes a cámara lenta y algunos primeros planos, el de la crisálida y el del parto de la serpiente, son los mejores. A mí el documental me ha gustado, pero tampoco me ha parecido ser nada especial, de ahí mi puntuación. Creo que los que vayáis a verla, es muy probable qué os resulte cómo a mí. Sin embargo a otros, según veo en algunas puntuaciones en filmaffinity, os parecerá un gran documental. Cada cuál tendrá su opinión, pero la mía es que se podía haber hecho mejor.

Lucha por la supervivencia, pero también sucesión de estaciones, traición pero también amistad, familia pero también soledad, engaño pero también valentía, orín pero también belleza.
Todo lo cual está bien reflejado en la película (¿o mejor decir documental?), lo cual ya creo es mucho.
Lo de menos es el ser humano, el espectador que contempla, pero sin cuya mirada nada tendría sentido.

España, el país con mayor biodiversidad de toda Europa, especialmente si tenemos en cuenta las Islas Canarias. Por otro lado también es el país líder en infracciones medioambientales en la Unión Europea, desde 2012 nadie ha conseguido quitarnos ese título (¡Olé!). Digo esto para recalcar el gran desconocimiento que tiene la mayoría de la gente de la riqueza natural que poseemos. Y Cantábrico habla un poco de eso, aunque sin llevar un mensaje claramente conservacionista en la narración, este documental trata de acercarnos una pequeña proporción de esa naturaleza tan desconocida y difícil de observar que tenemos tan cerca.

Digo “pequeña proporción” porque, como bien dijo su director, en la Cordillera Cantábrica se podían haber rodado muchos documentales distintos. Sus habitantes son mucho más numerosos y variados de lo que en principio se puede esperar.

Pero si hablamos de Cantábrico, solo se puede decir que es espectacular y que sabe a poco, que ojalá fuera el piloto de una ambiciosa serie centrada en la Cordillera Cantábrica. Porque me he quedado con ganas de ver, por ejemplo, más mustélidos (martas, garduñas y tejones esta ausentes). Aunque la escena del armiño retozando en la nieve es para verla varias veces.

Una escena que tal vez no apetezca ver más de una vez, es la de los lobos cazando un ciervo. Dura, salvaje, visceral y con un agradecido final fuera de plano. Una secuencia muy real y necesaria, que nos demuestra que por muy adorable que sea un osezno, o muy bella una mariposa, la naturaleza no entiende de sentimentalismos y, cuando se trata de sobrevivir, todo vale.

A cualquier amante de la naturaleza le gustará Cantábrico. Merece la pena pagar por ver uno de los pocos grandes documentales rodados en España en pantalla grande. Y lo digo yo, que tuve la suerte de ver el preestreno, comentado por el director, pero seguramente repita ahora que se estrena en las grandes salas comerciales.

Genial. Increíble.

Las imágenes son impresionantes por su calidad, y por el hecho de incluir secuencias que nunca antes se han rodado y probablemente pasen años antes de que alguien logre repetirlas. También por su originalidad, ya que no se ciñe a las especies habituales en documentales de naturaleza. Si he visto alguna secuencia "vulgar", me ha pasado completamente desapercibida.

Pero no es sólo una sucesión de buenísimas imágenes y secuencias perfectas. También el guión es muy bueno, con gran rigor científico pero no por ello deja de ser interesante y ameno; y el sonido y la música añaden información y acompañan perfectamente (nunca sobran).

Al terminar, una conclusión: creo que merecerá la pena verla otra vez unos días después, para disfrutar del millón de detalles que seguro que se han escapado.

No es habitual encontrarte un documental de este tipo en el cine. Los documentales de naturaleza parecen condenados a segundos canales de televisión en horarios muy alejados del prime time. Pero no deja de ser un gran placer poder observar las imágenes de los bosques del norte en una pantalla grande, en tono pausado, sin estridencias, con juegos a vida o muerte pero con una tranquilidad absoluta.

La hora y media que dura el documental transcurre entre pasajes de indudable belleza, narrando la vida del bosque desde los más pequeños a los grandes moradores. La calidad de las imágenes es sensacional con escenas inolvidables, seguro que fruto de un arduo trabajo.Todo un año, con todas las estaciones, con todo lo que supone para la vida, que la hay en cada una de ellas.

Cuando uno sale de una película de este tipo y dice "quiero ir a allí, a verlo, a vivirlo " , sin duda es que el director de la misma ha conseguido su objetivo