Haz click aquí para copiar la URL

Maniac (Miniserie de TV)

Serie de TV. Fantástico. Drama. Comedia Miniserie de TV (2018). 10 episodios. Annie Landsberg (Emma Stone) y Owen Milgrim (Jonah Hill) son dos desconocidos que participan en las fases finales de un misterioso ensayo farmacéutico en el que las cosas no salen según lo previsto.
<< 1 3 4 5 6 9 >>
Críticas 41
Críticas ordenadas por utilidad
12 de abril de 2022
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Maniac” es una serie original, atrevida y sofisticada: un dibujo elaborado y detallado de los procesos de una mente afectada por la esquizofrenia.

Es un complejo trampantojo, en el que necesitamos fijarnos y pensar para tratar de adivinar qué parte de lo que nos cuentan sólo ocurre en la mente del protagonista y qué parte ocurre en la realidad.

A veces es obvio, sí, como los sueños que tienen lugar durante las pruebas de las pastillas… a veces no tan obvios, como cuento en spoiler.

Y por favor, que NO es una serie de ciencia ficción… pero lo contaré también en spoiler no sea que a alguien le fastidie el disfrute.

Una pieza especial, con detalles muy sabrosos, y con un fondo de reflexión sobre la mente humana, sobre la realidad y la fantasía, y sobre lo que es el bien y el mal.

Una vez, hace mucho tiempo, tuve la ocasión de conocer a un esquizofrénico paranoide, que tras un rato de conversación me confesó casi entre lágrimas, porque sabía que no iba a creerle, que tenía insertado en una muela un micrófono a través del cual le llegaban mensajes diciéndole lo que tenía que hacer… me he acordado de esta persona viendo “Maniac”, y si esta serie sirve para que entendamos un poco el drama de esta horrible enfermedad, ya habrá cumplido de sobra.

#sígueme en Twitter @ArponeroSanchez, y si te ha gustado no olvides dar un positivo!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Arponero Sánchez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4 de junio de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
De verdad que no entiendo tanta puntuación baja, en mi opinión ¡es una serie maravillosa! Todo en ella es excelente: el elenco, la estética, su mezcla de estilos, la trama, el humor negro ... pero sobre todo su sensibilidad y una ternura increíble. No sé si es porque tengo historia de enfermedad mental, pero me he identificado muchísimo con los personajes, y he llegado a tenerlos mucho cariño y amor.
Sí que al principio parece una paranoia y hasta te crea cierta incomodidad, pero por favor, dadle algo de tiempo y tened paciencia, al final todo encaja y podréis entender el sentido de todo.
¡Es una de las mejores serie que he visto en los últimos años!
Lagatamaya
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2 de octubre de 2018
11 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es perfecta en absoluto. A medio pierde el rumbo durante un par de capítulos. Estoy seguro de que a veces ni el director sabía bien lo que quería decir. Es ridícula en algunos puntos y no tiene nada claro a qué género pertenece.

Todo esto me da exactamente igual.

A los que os hayáis formado una opinión sobre ella sin haber llegado al final, os animo a llegar. Son solo diez capítulos y, de repente, hacia el final, todo encaja.

Tanta ida de olla solo es la parte superficial de un cuento muy humano sobre dos personas muy perdidas que se encuentran. Podría ser cualquiera de nosotros.

Además, la serie hace lo justo para no tomarse a sí misma demasiado en serio y al final no cae en lo melodramático y sí en lo tragicómico.

Gracias al director por este chute de ilusión.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
pKailes
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
18 de diciembre de 2018
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los recovecos de la mente inconsciente, otra vez ese eterno misterio.
Esta sociedad puta y deshumanizada, apoyando al que celebra su enfermedad y deseosa de ocultar al que la sufre en silencio.
El clásico “chica conoce a chico” cimentando nuestras fantasías, las cuales nos dicen: algún día, esto tendrá que sucedernos.
La última tecnología disponible como bálsamo, placebo y consuelo de traumas afilados, a los que nunca se podrá hacer manual de instrucciones para superarlos.

‘Maniac’ llega más profundo que la suma de sus elementos, y tal vez sea porque elige hermanarse desde un principio con la mirada de sus complejos protagonistas.
Annie Landsberg y Owen Milgrim son dos personas heridas, sin apoyos estables y con claras tendencias autodestructivas, pero con una cualidad especial: ante la imposibilidad de lidiar con sus respectivos entornos familiares, en su cabeza se ven como los héroes de su propia historia, él como importante agente en peligrosa misión secreta, y ella como la autosuficiente tía dura que no le importa tener a su padre en un cajón de soporte vital.
En esa ciudad en perpetuo estado de hiperrealidad (con anuncios invasivos, de caras que te quieren, forrando cada fachada) lo difícil sería no formarse una fantasía sobre lo que es “ser normal” para escaparse de una triste existencia, y por eso un buen puñado de sujetos, junto a Owen y Annie, se presentan voluntarios para el tratamiento de la compañía Neberdine llevado por el doctor James K. Mantleray, el cual propone resolver cualquier trauma a base de píldoras monitoreadas por el superordenador GRTA.

Una vez allí, Owen ve claro que Annie es el objetivo de su misión, pues su cara repetida en anuncios holográficos, su coincidencia en el tiempo y lugar, esos recortables que le pondrían a él a su lado en el perfecto hogar, no dejan lugar a dudas: tiene que ser ella esa persona, la que daría sentido a sus ilusiones, la que va a curar todo lo que ninguna píldora podría. Aquella que por fin le desplazará de ese complicado lugar que es ser el quinto hijo en la comida familiar, encima esquizofrénico diagnosticado.
Pero la vida real la impone Annie sin avisar, negándose a entrar en su juego paranoico, resuelta a sumergirse en miedos que creyó dejar dentro de un coche destrozado al fondo del barranco, en un recuerdo desde donde todavía puede oír a su hermana Ellie diciéndole que nunca la dejará. Algo que forzosamente tenía que ignorar, hasta el punto de la enfermedad, porque la culpa era imposible de sobrellevar.
En esencia, las fantasías que viven piden a Owen que acepte su posible heroicidad, mientras Annie debe abrazar la única vulnerabilidad que se ha querido negar. Partes escondidas de si mismos, que salen a la luz en ese espacio multicromático del ordenador, tras haber estado reprimidas por una sociedad que les pedía encajar y ser gángster, halcón o elfa solo en su intimidad.

Y curiosamente, no se les ve más vivos, más seguros en sus mutuas capacidades, que cuando se encuentran en esos espacios oníricos donde sus dificultades nunca son un padre autoritario o una hermana ausente, sino recuperar el capítulo perdido de Don Quijote o llegar al lago mágico que cura todo mal estado.
Fantasías bien dirigidas pueden sanar nuestra realidad, y controladas solo conducen a un hastío que envenena vidas enteras: así sucede cuando, siendo separados por GRTA, Owen construye toda una relación idílica con otra chica de sus sueños, pasando matrimonio e hijos, solo para darse cuenta de que Annie sigue hablando en su recuerdo. Un momento surrealista, triste y cómico, que en la vida real sería duro y en el tratamiento solo evidencia lo mucho que podemos perdernos en sentimientos vacíos.
A medida que el vínculo de Annie y Owen supera hasta las fantasías en pareja más exigentes, el superordenador se infecta de sentimientos, amenazando con invalidar todos los sujetos porque el doctor Mantleray no la quiere como debería hacerlo. No es una maldad sentiente descubierta por la inteligencia artificial, sino la prueba de que absolutamente ningún proceso sobrevive a la falta de alguien al lado, susurrando o gritando que todo irá bien cuando en tu cabeza nada parece estarlo.

No se trataba de desbloquear el trauma, tampoco de hundirlo como si nunca hubiera existido.
Era aceptar, por fin, que eso que tambalea nuestra estabilidad mental está ahí.
Puede ser un prejuicio diagnosticado, un abandono traumáticamente cancelado… o una persona que ha ido derribando todas las paredes que nos construimos para estar a salvo.

Cuesta aceptar todo lo malo que nos pasa, una barbaridad.
Pero esta serie se pregunta por qué nos cuesta tanto, o más, aceptar lo bueno: supongo que a menudo van tan seguidos, son tan consecuencia uno del otro, que es complicado distinguirlos.
Es posible que con la persona adecuada te acabes dando cuenta de cuándo toca cada uno.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Charles
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5 de noviembre de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Maniac" es tan necesaria como rara. Nos enseña varias lecciones de psicología a través de un reparto impecable, no lo digo solo por Emma Stone y Jonah Hill sino por sus actores "secundarios", si, en comillas, llegan a ser tan cruciales como los protagonistas antes mencionados. Considero que la serie es lanzada en contrapropuesta de "Sharp Objects" de HBO, en ambas con una protagonista de élite, en la de HBO fue Amy Adams.

Y es que si uno busca conspirativamente las simlitudes, las encuentra, ambas llegan a ser tan crudas, bizarras y esteticamente apreciables en si mismas. Ambas cuentan con sus historias de traumas, los cuales nos llevan a la historia de cómo superarlos. Ambas nos muestran a personajes autodestructivos mentalmente y las historias que los mismos esconden, son historias que no necesitan temporadas para convertirse en buenos prospectos de la calidad de la narrativa actual.

En Maniac, la estética es indispensable, nos situamos en una Nueva York salida de las historias más crudas, salida de las historias más Black Mirror que te puedas imaginar, donde algunos avances tecnologicos llevan a la creación de técnicas que buscan "ayudar" a la gente. Una laboratorio salido de los mejores artes japoneses, luces de neón e inteligencia artificial que se asemeja mucho al comportamiento humano.

La trama es genial, el guión es muy bueno, creo que la forma como comunican sus preocupaciones, sus aversiones y logran una conexión adecuada sin se empalagosa para no parecer el drama típico. Contamos con paisajes magnificos e interpretaciones diversas por parte de ambos protagonistas, así como las relaciones interpersonales de los cientificos, quienes viven también con sus propios demonios todo el tiempo.

Aprovechen, es una miniserie, no es la más importante de la historia, pero la disfrutarán.
Luiskrlosd
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 3 4 5 6 9 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow