John Rambo (Rambo IV)

Llevo leídas bastantes criticas de esta película en diferentes páginas de internet, y como cabe esperar he podido ver todo tipo de opiniones. Está claro que una crítica es siempre subjetiva, pero tenemos que darnos cuenta de que el hecho de que una película no te guste no conlleva que sea mala.

Cuando en la taquilla del cine compré la entrada para Rambo IV, esperaba ver una película de Rambo (logicamente), ¿y qué ví? una MAGNIFICA película bélica, con metralletas, buenos y malos, explosiones, acción, Rambo repartiendo leña... ¡esto es lo que yo quería ver! Gracias Stallone por haberme producido sensaciones que hacía tiempo que el cine no me aportaba, esta película han sido los mejores 6 euros pagados en lo que va de año en el cine.

Me hace gracia ver que en muchas críticas hay personas que esperan una película más emotiva, esperan algo más, creen que la idea de un tipo disparando a los malos hasta matarlos durante toda la película es algo pobre. Amigos mios cuando vayamos a ver una película tenemos que esperar algo de ellas, si voy a ver una película romántica yo espero que me transmita algo más que erotismo gratuito y besuqueo baboso... si voy a ver RAMBO IV es porque quiero ver RAMBO PURO Y DURO.

Y en cuanto a la calidad de la película, simplemente sobresaliente, bien ambientada, efectos especiales sobresalientes, bien montada (Stallone como director, cada vez lo hace mejor).

A mí personalmente, la película se me hizo corta...

Rambo mata a TODO.

Es increíble. Una pistola y mata piratas. Un arco y mata militares. Le arranca la garganta a un fulano con la furia de sus garras, le vuela los intestinos a otro de un navajazo, coge una metralleta de posición, ¿y le viene un camión? Lo revienta, ¿le viene una lancha por el rio? La revienta. ¿Viene un ejército por delante? Brazos, piernas, cabezas… ¿viene un ejército por detrás? El los parte por la mitad, los destroza…

Antes se leía el Cid, ahora vemos Rambo 4. Se agradecen este tipo de películas, ¿a quién le importa la excusa para que John Rambo vuelva? ¿Una ong?, venga, a mi me vale perfectamente. Si querías ver cine trascendental tendrías que haber escogido otra película, y lo sabes. Aquí queremos explosiones, vísceras, y cuanto más y más rápido, más bestia, más hiperbólico, más desmesurado, ¡mucho mejor!

Menos diálogos, más casquillos.
Menos rubias y Jesucristo, más minas Kleymore.
Menos lógica, más postura de héroe y viajes de ego exuberantes.

Por eso amamos a Rambo, el paradigma del macho ibérico aunque con más pelo y pasaporte yankee, un hombre para el cual la vida civil ya no significa nada.

El punto más destacable y humano de este enorme film, la soledad del ser, su insoportable levedad, su continua búsqueda y sempiterna lucha en defensa del indefenso o, en su defecto, del que mejor pague. Rambo es un incomprendido, un solitario, un ser que nada tiene que ver con el hombre blandengue, ese hombre del carrito del niño, de la bolsa de la compra... yo lo detesto. Lo respeto, como hacía el Fary (me pongo en pie), pero el hombre tiene que saber estar en su sitio como hace Rambo y, qué duda cabe, la mujer también. Porque la mujer tiene esos derechos y más que debería tener, que la vida sin la mujer, como diría el Fary (me pongo de nuevo en pie), no tiene sentido.

¡Vamos, Rambo, vive los sueños de quien no tiene lo que hay que tener para ser como tú! ¡Se libre, Rambo!

¿Qué quieren ustedes que les diga? Si esta película te llama la atención es porque ya has visto las anteriores de la saga, o sea, que ya sabes lo que hay. Tiros, explosiones, flechazos a mansalva, malos mutilados (por cierto, el villano de esta peli es un calco al de Rambo II), y al tito Sylvester poniendo cara de póquer mientras degüella enemigos y suelta frases lapidarias.

Pues John Rambo es eso. Acción por un tubo, aunque es cierto que esta tarda en arrancar y se hace corta. Desde que Stallone dispara la primera flecha hasta que acaba la película todo es una sucesión de explosiones a cada cual más bestial y exagerada. La hiperbólica escena final es el tiroteo que más he disfrutado en una sala de cine (las butacas retumbaban a cada balazo)
Si en algo se diferencia con respecto a las anteriores es que gana en crudeza y salvajismo. Por cierto, se agradece que devuelvan al personaje a la jungla, para mí es su medio natural (recordemos que en Acorralado se ocultaba en un bosque, lo cual es más o menos lo mismo, y en Rambo II en la selva)

No es una despedida merecida, añorada y tierna como en Rocky Balboa, sencillamente es una película más de Rambo y eso, amigos míos, significa acción descerebrada. A quién le guste bien, y a quién no…pues que no la vea

¿Se atreverá Stallone ahora a resucitar a Mario Cobretti?..

Había que darle un cierre? No creo que este filme aporte mucho a la historia de la saga, porque ya ni por asomo aparece nada de crítica hacia la sociedad americana que defenestra a los excombatientes de Vietnam. Mas bien trata de hacer un acercamiento a lo que sería la actualidad de un Rambo ya veterano con sus secuelas psicológicas, al que el tiempo le ha dado una sólida experiencia y una sapiencia en cuestiones bélicas. Pero eso es sólo un pretexto para que Stallone se muestre y se luzca para que los fanáticos se derritan ante su imponente presencia aún con el paso de los años, para que se rindiera una especie de tributo a este icono de la acción ochentera.
Sólo nos tenemos que preparar para la acción más brutal y excedida, para la controversial y sangrienta batalla, para un relato que busca cualquier excusa para que John Rambo vuelva a desplegar su potencia y su furia en combate. Y claro que a todo vapor, con furibunda banda sonora, con un Stallone en gran estado físico, con idóneos efectos especiales que hacen abuso de las maravillas técnicas de la digitalización, con una amarronada fotografía que contrasta a la perfección con el rojo carmesí de la abundante sangre que se esparce en cada fotograma.
Gran despliegue estético, enjundioso ritmo narrativo, bestial puesta en escena, simplista pero contundente efectividad desde el vértigo y la intensidad del guión, imponente desde el férreo nervio propio del belicismo más truculento y atroz.
Vale la pena sin dudas, muy poco desde el texto narrativo... pero seamos sinceros, alguien esperaba la gran historia? Muy iluso quien ansiaba profundidad narrativa y giros complejos en el desarrollo argumental. Esto es acción que entra en terrenos alevosos de exceso, donde se busca impactar y dar que hablar con gore y deshumanizante trato... y vaya que dio resultado!