Teniente corrupto

Abel Ferrara es uno de esos cineastas que siempre quieren estar con el cuchillo entre los dientes, aunque a veces se corten en las encías. A veces la radicalidad en su propuesta le pasa factura pero lo que es innegable es que no es el director acomodado tan presente en el cine. Siempre se deben tener ganas de innovar y de mostrar una historia contada de una forma distinta. Luego llegarán las opiniones, a unos les fascina, a otros les resulta tedioso, extraño, raro e incluso pretencioso. Personalmente creo que Teniente Corrupto es una película valiente, que se pone en el límite de lo cínico y lo honesto, de lo profundo y lo superficial, y eso es lo bueno, uno puede caer del lado de creer que lo que está viendo es superficial, pero puede fascinarse por ello...porque en realidad te echas un pulso a ti mismo, preguntándote si es superficial y aparatoso, o en realidad es sutil y sofisticado...
Teniente corrupto ya nos dice algo en su título, ya nos quiere decir que va a traspasar alguna frontera no marcada y con un director como Abel Ferrara a fe que lo hace, con escenas incomprensiblemente largas, incómodas, sucias y enfermizas, pero que conforman un extraño fresco, un retrato de una sociedad y un personaje imaginarios que queremos pensar que no existen. Y puede que así sea.
Ferrara, siempre desde la vanguardia (o al menos intentándolo) demuestra que no se conforma, en esta época no se conformaba, perdón, con hacer lo mismo de siempre, y nos trajo una película que es de las que se suele decir el topicazo: "Es de las que no dejan indiferente a nadie". Verdad

Este podría ser el título de esta película que, por lo que veo en las críticas y las votaciones, ha hecho las delicias de los más snobs. Hasta cierto punto era de esperar. La peli tiene todos los ingredientes para eso, destacando cierta dureza mal hilvanada con simbolismos surrealistas y religiosos. Sin embargo, además de aburrir, es repetitiva y tediosa, porque sobre todo es predecible. Es una historia que se ha contado y mejor, mil veces.

Esta película te atraviesa el corazón y te mete dentro de él el asco y la culpa, la redención, el miedo, las obsesiones, la asquerosa ciudad, el vicio, la pena.. Harvey Keitel, el más grande después de De niro, hace el papel de su vida y te estremece en cada escena. Otro hubiera estado por debajo seguro. Película no muy conocida, pero que en cuanto se estrene el remake con el pesado y malísimo Nicolas Cage, dará que hablar de nuevo. Un detallazo de la película y que sirve para meterte aun más en la piel del teniente es que no hay musica extradiegetica. Todo lo que escuchamos lo esta escuchando Keitel... Realismo puro. Y muy arriesgado por parte de Ferrara

No comprendo como hay gente que le da un 10 a esto. Vamos a ver si puedo explicarme.

La película, en cuanto a argumento, no hay por donde cogerla. La mitad del metraje se va con un policía metiéndose de todo. El primer pico o la primera esnifada pueden impresionar (que ya ni eso, quizá haya sido un handicap haberla visto tan tarde, no se), a los 20 minutos cansa y a los 40 minutos ya me lo tomaba a risa... es una caricatura de aspiradora y en el interín, para pasar todo eso, el tío se bebe hasta el agua de los floreros. No recuerdo verle tomar un café o agua; en lugar de respirar este hombre fermenta.

Después, el mundo que le rodea es anodino. Nadie parece enterarse de nada. En casa esta rodeado de momias, y en el trabajo de ciegos. Salen compañeros policias y tan normales... en casa me recordó a Bruce willis en el sexto sentido.

Finalmente la trama de la monja no se si esta puesta solo para fastidiar a los católicos o para que podamos verle las tetas a una religiosa, que por otro lado la chavala en ese papel no es nada creíble, ni física ni intelectualmente.

A evitar incondicionalmente.

La vida del teniente de policía más malo y pervertido que he visto en la pantalla empieza en esta película haciendo de chófer a sus hijos, a quienes lleva al colegio porque han perdido el autobús. Luego les incita a tomar medidas para que su tía no les ocupe el lavabo, se mete unos tiritos de cocaína y se va a la escena de un doble crimen en la que discute con sus colegas de gremio acerca de las opciones de apostar por un equipo de béisbol o por otro. No es poca cosa ese arranque de Abel Ferrara, es una apuesta tan alta como de diez, de obra maestra, el principio de "Teniente corrupto" es de matrícula de honor, sencillamente espeluznante.

Con el paso de los minutos la trama no aparece y seguirá sin aparecer porque no la hay, se trata de la fotografía en movimiento del policía más chungo de la historia del cine. Hay todo tipo de escenas para elegir entre las más provocadoras, pegándole un tiro a su propia radio del coche, metiéndose un chinito, inyectándose un pico de caballo, robándole a unos ladronzuelos... Y por supuesto no olvidaré jamás la más lamentable de todas, con esa pajilla de vergüenza ajena delante de las dos adolescentes.

El camino del policía es de un descenso de manual a los infiernos, mientras que Harvey Keitel sale encumbrado irremediablemente a la máxima altura interpretativa posible. El papel de Keitel es más que de Óscar, de ahí que no fuera ni nominado por los que supuestamente entienden. A parte dejo la redención súbita de nuestro malvado policía y las connotaciones religiosas, seguramente necesarias porque de otra manera todo quedaría en nada. Yo prefiero ignorar esa inclinación del director, me quedo con el alcohol, las drogas, las putas y el lado salvaje de la vida de un madero que produce un asco tremendo.