Secretos del corazón

El título le cae como anillo al dedo.
No falta en mi paquete de películas que reservo para volver a ver todos los años en Semana Santa. Es mágica y está bañada por ese sabor nostálgico que pocas películas tienen realmente.
Nos traslada a una época ya vivida o a una que hubiésemos querido vivir.
Al verla me encantaría tener la inocencia de Javi o la picardía (sazonda con ternura) de Juan. Cada año que la veo me relaja de tal forma que deseo que vuelva el Jueves Santo para tener excusa para volver a verla.
Película idílica que merece la pena.

El relato iniciático a la vida de un niño (Erburu) durante la postguerra española, desde un estilo cinematográfico intimista, tierno y delicado que la convrtieron justamente en un gran éxito crítico/comercial.
Sin ser una obra que rellene con absoluta viveza o entusiasmo, se trata de una historia tan sencilla y manida pero a la vez tan inagotable que siempre que se haga con sutileza, como es el caso, y rigor produce fascinación. La mirada de los ojos del niño (formidable trabajo de Erburu y de su amigo Íñigo Garcés) en el espejo adulto de secretos, mentiras y apariencias, de mundos por descubrir, de "la pérdida del miedo", de la comprensibilidad del mundo es, ha sido y será un material cinematográfico tan monumental que podrá seguir produciendo en el espectador maravillosas sensaciones y recuerdos.
"Secretos del corazón" es un cuento de austera y magnífica puesta en escena y gran fotografía de Aguirresarrobe, de compleja delicadeza, la mejor película de Arméndariz que, dejando a un lado su desarmante corrección en "27 horas" o "Historias del Kronen", por ejemplo, demuestra saber hacer cine, hermoso y verdadero, cercano y vivo, como el que casi ya no se hace. Estupendas interpretaciones de Charo López, Vicky Peña y la siempre fantástica Silvia Munt.
Por cierto, este es un proyecto propuesto en muchas ocasiones por Arméndariz y siempre rechazado incomprensiblemente.

He visto esta película con diez años de retraso. Y creo que eso ha perjudicado mi criterio sobre ella. Esperaba una obra maravillosa, y solo he visto una buena película, que no es poco. Y es que después (y antes) de Secretos del Corazón, Montxo Armendáriz ha hecho películas que se mueven en una onda similar. Y como en el caso de Silencio Roto, con una mayor intensidad y emoción.
En cualquier caso, y como ya he dicho, es una buena película. Habla con sencillez y cercanía de los secretos, de las cosas que se esconden a los demás. De esa parte de nuestra vida que tapamos para que nadie conozca nuestras debilidades. Lo hace a través de los ojos inocentes de un niño.
En alguna crítica he leído que elogiaban las elipsis en esta película. Yo, en cambio, creo que le restan intensidad y fuerza dramática a la historia, y es por eso que no me termina de entusiasmar como yo esperaba.
Montxo Armendáriz dirige con su habitual estilo, clásico, pausado y con muy gusto, y se beneficia de un excelente reparto, encabezado por el estupendo, y hoy olvidado, Andoni Erburu. Junto a él tres actrices (además de Carmelo Gómez) maravillosas, entre las que me quedaría con Silvia Munt, uno de los rostros mas atractivos del cine español.

Esta película nos llegó al corazón (nos estamos dando golpes en el pecho haciendo el símbolo del silencio).
Memorable actuación de Alvaro Nagore que al menos mereció representar a la película en los Oscar.
Codigo 8.

Esta es, en mi opinión, la película de la mirada, de la mirada de un niño. El niño va descubriendo todos los, en un principio, insondables secretos que el mundo de los mayores encierra y son precisamente estos lo que le conducen a perder la inocencia y la ingenuidad propia de su edad.
Es un película que intenta contarnos una historia a travé de los ojos de un niño, ¿Recordais "400 golpes"?, lo consigue y ¡con nota¡. A ello ayuda, y mucho, la interpretación de Andoni Erburu (Javi).