Marsella

En ésta ocasión nos encontramos con Marsella, una película en la que una madre (biológica) recupera a su hija de los padres que la han estado criando y empieza un viaje hacia Marsella para que la niña conozca a su padre biológico.

Como no podía ser de otro modo, las cosas se complicarán un tanto, ya sea por la aparición de la madre real, por la de unos transportistas con los que se cruzarán en más de una ocasión o porque para conseguir un coche, la buena mujer accede a llevar un paquete hasta el otro lado de la frontera.

Es una road movie de las de toda la vida, pero a la española, aquí lo que interesa son los sentimientos de la madre hacia su hija (o de las madres), así como lo que está pasando la niña al ser separada de los padres que la han criado.

Una hora y media de metraje que no se hace larga, pero que tampoco acaba de convencer, es una película excesivamente convencional y que no aporta absolutamente nada nuevo. Que sí, que el drama familiar en España se nos da muy bien, y tanto María León como la niña y el actor que hace de camionero están bastante bien. Pero entre que el resto del reparto me chirría, que la película no llega a emocionarme en casi ningún momento y que tengo la sensación de que hay trozos añadidos para que la cosa dure más… pues la sensación que me queda una vez finalizado el film es un tanto agridulce.

Digamos que tiene algunas cosas bastante buenas (hay un giro al final del viaje que no me esperaba) y otras no tan buenas (las mencionadas actuaciones de los secundarios o lo visto que está todo lo que pasa en la película).

Vale la pena verla? Yo creo que hay opciones bastante mejores para pasar una tarde entretenido, aunque si la premisa os llama la atención o queréis ver una peli correcta hecha aquí, bien podéis darle una oportunidad.

Sin duda, una película que demuestra que el cine español funciona, y muy bien, cuando intenta hacer eso que se llama cine de género. Aquí estamos ante una road movie con corazón de thriller, una película que han hecho mil veces los americanos y que Macías, aplicando tiempos y personajes de historias ya vistas, es capaz de elaborar muy bien, haciendo que la atención del espectador se mantenga. Eso sí, le ayuda mucho que actores de la talla del gran Eduard Fernández (qué actorazo, siempre fascinante) y Goya Toledo, participen en el film. Quizás desentonan un poco el resto de secundarios y, sobre todo, una María León que, para mí, en ningún momento nos hace su personaje creíble. Reconozco que no soy muy objetivo aquí, la saga León me parece esperpéntica y, vaya, a lo mejor habría que dar a esta actriz una oportunidad, no sé. En cualquier caso, una interesante película que, sí señor, es española.