Los dos lados de la cama

La primera parte era original y entretenida, tenía sus puntos, a mi me gustó y me hizo gracias, sin embargo ésta segunda parte es un tostón y una tontería, me aburrió completamente, una película menor.

Las actrices no brillan y los actores tampoco, mala. La primera parte está bien pero ésta no lo es.

Destroza el buen hacer de la primera parte.

¡Vaya chasco!
El "truco" de las escenas musicales no es suficiente esta vez para sacar carcajadas del espectador. El argumento sustentado en el "putiferio" constante no es grato compañero de un buen viaje cinéfilo. Si han querido hacer una segunda parte digna de la primera, desde luego, ésta no lo es.

Vamos destrozando canciones, por Dios que desafine, no se como a los autores de las canciones originales no les da vergüenza que las maltraten así.
Ni es comedia ni es musical, supongo que pretendió serlo aunque no creo que con mucha convicción. La historia es un sinsentido, no conduce a ninguna parte, y no tiene "ni chicha ni limoná".
Algo bueno: dificil eh, bueno la interpretación del taxista, y su mujer Maria Esteve, maravillosa siempre, ambos bastantes convincentes, también buena la de Ernesto Alterio.
Bajo mi criterio 2.5 puntos sobre 10, lejos lejos del aprobado.

Vale que la primera no era lo que se dice una obra maestra, pero era una simple comedia ligerita y que se hacía muy entretenida para pasar el rato, pero esta continuación es horrorosa.

Empezemos por lo mejor de la anterior película y lo que la hacía rescatable dentro de las comedias regularcillas: la música y los números musicales que la acompañaban. Bien, pues en "Los dos lados de la cama" hay menos momentos musicales, y además los pocos que hay son infinitamente peores que en la anterior. En la primera película los números, sin ser algo maravilloso, eran simpáticos y algo divertidos, pero en esta son totalmente horrorosos y vergonzosos. Vale que estos actores nunca han sido unos soprano, pero es que aquí desafinan con un nivel estruendoso y hubo momentos en los que tuve que darle al "mute" de mi televisor debido a los graznidos que pegaban (cosa que no me pasó con su predecesora). Pero el "mute" tampoco fue suficiente, porque aun así algunos numeritos eran difíciles de soportar por la vergüenza ajena que daban. Vamos, que muy mal actuados, coreografías peores que en las de su predecesora y un desafine hasta el infinito (yo solo aviso). Es una pena ver como destrozan la selección de grandes temas de nuestra música (¡y mira que es dificil poder estropear canciones de Mecano, Alaska y compañía!, pues lo logran).

La trama también pega un bajón considerable en entretenimiento y humor (con frases como estas quieren hacer gracia y hacer soltar la carcaja al espectador: "Las mujeres están locas, se hacen lesbianas, quieren hacer tríos..."). No hay ninguna trama mínimamente interesante que capte la atención, todas las historias son forzadísimas y además no hacen gracia alguna (y que en una comedia ni las trama ni las situaciones apenas levanten la sonrisa es bastante preocupante). Y el tratamiento al colectivo de lesbianas cae en los estereotipos más vergonzosos y en la degradación más indignante (pero yo ya de las películas españolas me espero cualquier cosa).

En cuanto a las actuaciones... exceptuando a Alberto San Juan con algo de carisma, y en ocasiones a María Esteve y Pilar Castro también, los demás están horrorosos. Alguien debió decirles a Ernesto Alterio y Willy Toledo que su química como dúo cómico es nula, que nunca fueron un dúo cómico en la anterior película (donde la interacción no se limitaba solo entre los dos) y que visto el penoso resultado, nunca lo serán. Pero lo peor sin duda es la historia entre los personajes de Lucía Jiménez y Verónica Sánchez (otro error el de dar tanto protagonismo a esa historia porque es la más estúpida y la que tiene peores actuaciones).

Vamos, que llega a hacerse aburridísima y en muchas escenas da vergüenza ajena. Una película totalmente prescindible.

Lo mejor: Alberto San Juan. Que después de ver esto se disfrutan mucho más las buenas películas.
Lo peor: Los números musicales, la historia de Raquel y Marta.

Ya hice la crítica de la "primera parte" de esta secuela. Cambió la vida de los personajes, y eso que solo pasaron tres años, si llegan a pasar diez a saber como hubieran sido sus vidas...
Al igual que el cambio en la vida de los protagonistas debería de haber un cambio en el argumento de la película, ya que es el mismo que la primera pero retocado para que no se note mucho. Mismas canciones sosas, mismos actores desafinando.
Al igual que en la anterior, da para soltar dos o tres carcajadas sueltas.
Esperemos que no haya una tercera entrega