Ant-Man y la Avispa: Quantumanía

Así como Infinity War y Endgame existieron para demostrar la grandeza del sistema de producción del MCU, Quantumania lo hace para encarnar todos sus defectos actuales.

Narrativamente es incoherente y visualmente es mediocre y descuidada. Es intrascendente por lo que ni siquiera puede cumplir con la receta de la franquicia: ser un eslabón de una cadena más grande.

Su punto fuerte, Jonathan Majors, se ve aplastado y arrastrado por esa ola de mediocridad.

La estructura narrativa de la película es escasa y mediocre, los actores están por estar, no tuvieron un progreso significativo para los personajes, y dio mal inicio para la fase 5 de Marvel, lo único rescatable es la actuación de Jonathan Majors con el papel de Kang El "Conquistador", aunque en el final no me convenció mucho en la batalla.

El CGI es deficiente, como dije anteriormente, no aprovecharon lo suficiente los personajes. También lo que me desagrada, son los finales que se solucionan de manera fácil, dando así un guion débil en las escenas importantes y eso ocurre desafortunadamente en esta obra.

En esta nueva aventura de la hormiga atómica, Scott Lang y su familia se pierden por el mundillo cuántico y mientras siguen el siempre noble argumento de volver a casa se pelean con tirano de turno por una bola de petanca luminosa.

Se ve que en el universo Marvel cuántico es sinónimo de mágico porque propiamente efectos cuánticos se ven pocos. Quantumanía de Pantumacamanía. ¿Tendremos que esperar a la adaptación cinematográfica de "La puerta de los tres cerrojos" de Sonia Fernández-Vidal para ver una fantasía cuántica propiamente dicha? En el único momento científico interesante parece que Scott vaya a emular a Ijon Tichy en su viaje séptimo pero enseguida se les va a lo entomológico. Lo cierto es que este "reino cuántico" no desentonaría en Star Wars. En concreto, comparte bastantes elementos de Tatooine y muchos de sus habitantes parecen parroquianos de Mos Eisley.

La trama es de aventurillas familiares con poco drama en juego. Se le da cierto protagonismo a la hija y a la abuela Pfeiffer. Ella debe ser la Avispa a la cual se refiere el título porque Evangeline se queda tan a la sombra que da hasta penilla, para eso la podrían haber dejado en el banquillo. Por su parte y a falta del trío calaveras de Michael Peña, Michael Douglas en modo robaescenas se lleva las mejores risas. Se introduce un nuevo malo maloso de Marvel, interpretado por un Jonathan Majors que nos gusta mucho pero que aquí tiene menos minutos de lo recomendables para un villano por la habitual en Marvel sobresaturación de personajes. Eso sí, un cameo de Bill Murray siempre se agradece.

Gustará a: Jack Arnold, castellers, Humpty Dumpty
No gustará a: mirmecófobos, Werner Heisenberg, pizzeros

Menos mal que la mandanga de la MCU se acaba por fin comercialmente, porque cosas como las que nos ocupan no solamente son cargantes, sino que casi insultan.

A trompicones: MacGuffines varios, Mary Sues, VFX tróspidos, trama de traca, exceso de secundarios, humor dummie, actores perdidos (me dan ena Michelle y Michael entre tanto croma, la verdad) y toda clase de leches en vinagre propias de corporaciones que quieren cascarse un largo tras otro tirando de fórmula, moda, atajo narrativo y sobrecarga de pew-pew-pew y pastizal que acaba degenerando en una mamarrachada hecha para tontainas sin talento, gracia ni intelecto.

Reúne todos los clichés y convenciones de este tipo de películas, digamos que es poco asombrosa, hasta el punto de mimetizarse con el prototipo de productos Marvel, desalentadores y con pocas sorpresas.

Quizá alguna de ellas sea el villano de la saga, y parece que de la Fase V, pero queda ensombrecido por un guion malo y un universo sobresaturado de color y formas.

Aún sabiendo que Ant-Man es un poco el superhéroe familiar, el talante cachondo que tenía en las dos anteriores entregas para mi pierde mucho fuelle, hasta el punto de casi desaparecer del todo.

Intentando salvar alguna cosa de la película, quizá destacaría la interpretación de Michelle Pfeiffer quién está estupenda. A parte de esto y de la primera escena post-créditos que es un poco esperanzadora, el resto es totalmente llano y desazonador.

No es suficientemente dramática como para poner un contrapunto cómico interesante y no es suficientemente cómica como para no ser aburrida. Se queda en medio camino, en el tedio en la convención. Tiene, como he dicho, muy pocos aspectos positivos para destacar. El guion se vale de trampas y de "deus ex machina" para hacer avanzar la historia, hay algún personaje como Modok que es terriblemente patético y que sobra completamente. Además alguno de los protagonistas, cómo Hoppe, no tienen ningún sentido en la historia. Tampoco, la tienen otros personajes secundarios que intentar servir de alivio cómico sin éxito al igual que una aparición del totémico actor Bill Murray, que tampoco contribuye en mejorar en nada la obra.

Supongo que es un film pasable en la medida de que te gusten los espectáculos pirotécnicos.