Kárate a muerte en Torremolinos

Quizás sea por el sugerente título, pero me dejé llevar y decidí ver esta película. Esta cinta no hay por donde cogerla, la palabra que se viene instintivamente a la cabeza es "cutre", pero en este caso no estamos hablando de un cutre entrañable, como en los clásicos de Peter Jackson, o similares, aquí la definición es cutre que no tiene ni pizca de gracia (yo que soy andaluz se que a nosotros nos sale mejor el humor improvisado, pero cuando quieres parecer gracioso sin serlo, quedas como diría Krusty: "como un garrulo"). Con la musiquita parece un video-clip de algún grupo de rock satánico. De realización mejor ni hablar directamente... El argumento podría dar de sí, y hasta los títulos de crédito son resultones, pero la película es absurda, se supone que los ninjas karatekas son zombies, no tíos con cuatro trapos (lo único que hacen es raptar vírgenes y arrancar cabezas a los desdichados de Torremolinos), vale que no haya presupuesto, pero eso algo mejor podrían haberlo hecho. Los personajes se las dan entre pseudointelectuales, y héroes de tres al cuarto, todos ellos sobreactuando a todas luces; me recuerda a los cortos que subía yo a cierta página de vídeos que no nombraré, y los hacíamos a coste cero. La banda de los surferos se supone que tiene que hacer gracia, a mí ni pizca, y eso que yo disfruto con cualquier película de humor grueso.... El famoso Jocántaro, un tío disfrazado que lo único que hace es golpear a los atolondrados viandantes, relevancia cero en la trama, que ni ellos saben cómo termina ¿?. El único personaje resaltable es Juanma Lara como alcalde, el resto, a cada cual peor. Si tuviera algo de gracia, algún punto divertido, podría haber dado mucho de sí.

Esta película podría ser en un futuro un clásico del cine Z. El problema es que este desconocidísimo género hace que la crítica machaque una película que casi por norma debe defraudar a quien la vea, perfectamente a la altura de las películas de Troma o las viejas historias friki-eróticas de Jesús Franco, este filme nos hace pensar que aun queda una esperanza para todos los que creemos en que el cine de última categoría no tiene por que ser la bazofia de imitaciones baratas de Asylum y su 3D de niño de 15 años experimentando.

Pedro Temboury ha seguido a raja tabla las 3 reglas de su maestro para hacer buen cine y el resultado es una película de argumento inverosímil, destripe con silicona y sirope y artes marciales de gimnasio de pueblo pero que cumple al 100% las expectativas de todo cinéfilo acostumbrado a este género tan poco apreciado y desgraciadamente tan despreciado por la crítica media.

Pura caspa española y una de las mayores cutradas de toda la historia. Al principio puede parecer una basura entretenida, y aunque te entretienes y te ríes algo al final acaba por no hacer ni puñetera gracia. La cosa es paranoica, freak y demencial desde el segundo uno y su nivel de cutrerío llega a asustar de lo grande que es (¡¡sobre todo cuando veas al monstruo de la película!! es para morirse de risa. Por el absurdísimo cartel aparenta una altura impresionante y luego tiene la altura de un hombre cualquiera. No es más que un tío vestido con un traje de goma, y ataca a la gente de la playa ¡¡con un tentáculo y una pinza de goma!!). Los zombies karatekas dan vergüenza ajena, al igual que sus intérpretes, sobre todo el que "interpreta" (es un decir) al Doctor Malvedades... ¡Por Dios Bendito! ¿De dónde rayos sacaron semejante actor? Y ya el final da tanta vergüenza ajena que te dan ganas de tirar el disco del film por la ventana para que al caer se rompa en mil pedazos. Y el director es un tarado que realizó la película con sólo 6000 euros, un presupuesto de puta risa. ¡¡¡Una aberración!!!

A ver como lo digo... ESTA ES LA PEOR PELÍCULA QUE JAMAS HAYA VISTO
No tiene sentido alguno, cuando terminó me quedé con una cara verdaderamente indescriptible... Tiempo perdido

Una noche de verano un amigo mío un poco "freak" me recomendó esta película. Le pregunté que de que iba y me contó una historia acojonante sobre unos surferos católicos, un mosntruo que era un tipo vestido con un cutre disfraz de calamar, sacrifios de virgenes doncellas, ninjas caníbales, un héroe experto en artes marciales con una de las muertes más ridículas de la historia de la serie Z, un científico loco... y cosas así.
Mientras lo escuchaba me no podía evitar reirme imaginandome que tipo de película era esta, que clase de director había tenido estas ideas.
Bueno pues ahí quedó la cosa y a las pocas semanas ya apenas me acordaba de lo que me había contado mi amigo, pero casualidades de la vida quisieron que una madrugada de insomnio me encontrara con "Karate a muerte en Torremolinos" en un canal de la televisión digital. Me acordé de mi amigo y me dispuse a verla, eso sí, sin tomarme muy en serio lo que estaba viendo ( no hay otra forma de disfrutar este título).
Pues bién, tengo que decir que pasé un buen rato y, sinceramente, disfruté con la película. Está claro que no es uná gran película pero seguro que gustará a los amantes de las series B y Z.
Por tanto, no me queda otra cosa que recomendar "Karate a muerte en Torremolinos" a toda esa gente "sin complejos" que quiera entretenerse y pasar un buen rato viendo una historia cutre y surrealista, con unas interpretaciones y dirección lamentables pero que en conjunto proporcionan una historia divertidísima.