La linterna roja

No es por su factura oriental, ni por lo exótico de una historia con tintes medievales, que puede haber ocurrido perfectamente en el siglo XX. Tras esos planos bellísimos y ese ritmo pausado, se narra una historia simple y sencilla, con algún pequeño tinte de humor, pero con unos hechos ciertamente terribles. Esta historia no es otra que la de las formas antiguas y tradicionalistas de la cultura china, usos condenados a desaparecer pero que al parecer aun persisten, conviviendo con los nuevos tiempos que corren para el gran país oriental.
Lo más interesante a mi juicio es, como en las grandes historias que nos da el cine, el retrato de la condición humana, en este caso, más concretamente del sexo femenino. No hay clichés, ni tópicos, muy al contrario. Aunque nos parezca un mundo lejano, refleja cuestiones que podemos reconocer fácilmente en las personas que no rodean. Y todo ello, contado de una forma lenta, atemporal, como la levedad y la lentitud de la nieve que cae en invierno, cubriendo los patios y tejados del palacio.
Caso aparte son los tejados, que nos recuerdan a los de un templo o una catedra. Mundo mágico y solitario por donde pululan las protagonístas, a modo de almas solitarias aisladas del mundo.

En esta película, Zhang Yimou retrata el deseo de poseer poder, a través de una historia de poligamia. Esta se convierte en una metáfora del poder, pues ¿no es la situación propuesta en la película un referente que se puede encontrar en varios aspectos de la vida diaria? Claro está que no prendemos una linterna roja cada vez que conseguimos algo, pero generalmente hay algo, llámese signo o símbolo que denota esta nueva situación. Por supuesto, se quiere conservar lo logrado y para esto hay estrategias a emplear y se da otra discusión interna, la ética de los actos.

La ética se presenta desde el momento en que se desea el poder, irrumpe y se instala en el cómo y pierde vigencia en el momento en que se consigue el objetivo, y si alguna vez reaparece es muy tarde para dar marcha atrás, sólo da la oportunidad de ver las consecuencias de los propios actos y da paso a la locura.

A pesar de proponer semejante discusión, y de tener una fotografía y ambientación bien logradas, los personajes carecen de profundidad y algunos pasan inadvertidos a pesar de engañar en un principio al espectador con una importancia que jamás van a tener. Es destacable el simbolismo del poder, pues si bien en la película es encarnado, también es evidente que no tiene cara, en este aspecto el director al no emplear los primeros planos en este personaje consigue dejar el mensaje claro con un detalle sutil.

Películas de tintes dramáticos que transcurre en un único escenario repleto de motivos orientales, no solo en cuanto a su diseño si no a la cultura vertida de él. La linterna roja es, ante todo, una película de celos y envidias, donde todos los sentimientos que derivan de ese principal se ven expuesto. La traición, la desconfianza y la competencia desleal reinarán durante toda la película con un buen saber hacer por parte de Yimou.

Las actuaciones son adecuadas, acordes con la profundidad de personajes que Yimou imprime, además, se consigue transmitir esos climas fríos en relación a situaciones desagradables durante la película en contraste con otros momentos no tan dramáticos (los cuales son realmente pocos). La música, tradicional en su totalidad, acompaña sabiamente a la película y existen en ella suficientes razones argumentales como para ser una película a tener en cuenta, a pesar de que no todos serán capaces de aguantar un ritmo un tanto pesado en ocasiones que hace que parezca que nada ocurre cuando realmente han pasado un montón de cosas.

Además de su inmejorable fotografía lo que destaca en ella es un reparto increíble y sobre todo sobre todo su gran guión. A pesar de desarrollarse en un espacio limitado y con pocos personajes, nos da una visión clara de las relaciones entre mujeres y de cómo somos capaces de modificar nuestra personalidad adaptándonos al medio en que vivimos.
Es una de las mejores películas que he visto y desde aquí aprovecho para darles las gracias porque la logré conseguir subtitulada en castellano hace unos años, pero acabo de ver el enlace de la fnac para adquirirla en dvd y eso he hecho.
Gracias de nuevo y desde aquí la recomiendo a todos.

Hay peliculas que no pueden dejarnos indiferentes, hay peliculas que nos marcan, que nos dejan huella, y sin duda alguna, La linterna roja es una de ellas.

La musa de Zhang Yimou, su esposa Gong Li, es ciegamente deslumbrante.....una maravilla.

Pelicula 100% recomendable para conocer y sentir lo que fue una realidad en la China de los poderosos, sólo accesible para unos pocos.

Las mujeres, con su papel de concubinas luchando por mantener su posición, su nivel, su status en los brazos de su señor, que como un Dios en un territorio vedado, impartia poder con su elección...

Totalmente recomendable.