Y entonces llegó ella

No se puede decir que sea una gran película pero tampoco se pierde el tiempo viéndola, todo lo contrario, pasas una tarde entretenida y hasta te puedes reír con algunas escenas. Es una comedia en la que el estupendo actor Ben Stiller evoluciona rápidamente en su personaje desde una situación ridícula de casi drama hasta situaciones más divertidas. En defintiva, una película que, por lo menos, te levanta un poco el ánimo, que en los tiempos que corremos "no es moco de pavo".

Y la ponen demasiado en la TV, pero como película de humor, de sencillo romance, cumple, me gustan sus giros de argumento, los protagonistas y ver a Philip Seymour Hoffman de secundario, que nunca anda mal, sea de humor o de drama o de Thriller uno de mis actores preferidos. Luego, no decepciona si uno sabe lo que puede encontrar. Pero tampoco es para repetirla.

Me hizo pasar un buen rato luego de la siesta, con personajes alocados y actores convincentes.
Es para pasar un momento riéndote y disfrutando de una comedia que agota y se repite en términos de guión, pero que agrada a la vista, a la sucesión de hechos y a la calidez artística.

Nada nuevo, se repiten viejos (viejísmos) y exageradamente desgastados recursos de comedia para parecer gracia.

Un apenitas 7, raspando. Porque hace entretener, ése es el fin de toda comedia.

Reuben, que duro lo que le pasa al principio y él sigue como si nada. La vida se le pudo haber ido al traste, pero se repuso, siguió adelante. Roza lo cruel usar la infidelidad como chiste, pero ya que aquí es puramente anecdótico (maravillas de las comedias) no se le dará mayor importancia. Eso sí, está bien superar los baches.
En este contexto se reencuentra con Polly. Y aunque no se sepa cuál fue el detonante para que su vida cambie, su vida cambia y está relacionado con ella.
Se habla de que en la vida, y en el amor hay riesgo, no se puede evitar ni prevenir, sólo asumir. Así llegan a estar juntos no por querer casarse, sino por querer estar juntos hasta que dure, sin más.
Se ve lo maravilloso y peligroso del caos. Enseña las dos caras de la moneda de la vida del aventurero (viajero o deportista extremo) lo que se gana y pierde. Muestra como el equilibrio es la solución a no vivir a medias, y a no vivir con miedo.
Es como un cuento con moraleja. Si gusta la lección difícilmente no guste el cuento.

Y entonces llegó ella es una hija poco afortunada de comedias románticas como la brillante Cuando Harry encontró a Sally o Notting Hill. Sin poder compararse con ninguna de las dos anteriores, se nota que intenta acercarse a ellas en ciertos momentos, aunque no puede evitar caer en los tópicos de la comedia romántica actual, en la que lo cómico suele tirar por el lado más escatológico y lo romántico queda en segundo plano.

John Hamburg, guionista de las reconocidas Los padres de ella, Los padres de él y Ahora los padre son ellos, dirige su segundo largometraje y, cómo no, el guion corre a cuenta suya. La historia no es gran cosa, a pesar de tener un inicio bastante interesante que, inesperadamente, se vuelve en contra de la película ya que Hamburg tras las cámaras no consigue mantener el ritmo y la producción tiene sacudidas importantes que están cerca de dar con los huesos del espectador fuera de la pantalla. Hamburg recurre a dos protagonistas arquetípicos, algo que no sería ningún crimen si el buen hombre hubiera intentado desarrollarlos un poco y cruzar las líneas maestras de ambos para construir dos seres con personalidad propia. Eso hace que la película se resienta constantemente e impide un desarrollo fluido más allá del que lleva una narración que se mueve más por su propia inercia y por sus ganas de acabar que por otra cosa.

Ben Stiller fue nominaod al Razzie a peor actor por su papel en Y entonces llegó ella, algo que me parece abusivo. Que no digo yo que el hombre haga un papelón de la hostia, pero no es tan grave su poca aportación como lo poco vivo que está su personaje, y hay que separar una cosa de la otra. Jennifer Aniston, como siempre, de lujo. La comedia romántica se le da bien y es algo que lleva haciendo toda su vida. A mí me encantaría que se lanzara con algún papel potente y probara sus posibilidades con algún director de esos capacitados para sacar lo mejor de los actores, como el magistral Clint Eastwood, que ya convirtió en actrices por un día a Angelina Jolie y a Hilary Swank. Los secundarios son una maravilla, encabezados por el gigante Philip Seymour Hoffman, que igual te hace un dramón que te obliga a descojonarte vivo en una comedia. Junto a él, el camaleónico Hank Azaria está de lujo, igual que el gran Alec Baldwin. La única que no muestra su mejor versión es la preciosa Debra Messing.

Resumiendo, que es gerundio: aunque Y entonces llegó ella consigue algo tan extraño como dotar de romanticismo a un tío que come cacahuetes del suelo, su irregular ritmo y su inexplicable poco empeño en el desarrollo de los personajes la condena a convertirse en una comedia romántica más de esas que pudieron haber sido algo y no lo fueron.