Los imprevistos del amor

El amor es la cuestión más veces llevada al cine. Sus apariciones son interminables; los resultados, desiguales.

El amor puede darse entre familias, razas, especies y animales. Entre gente conocida, y personajes recién descubiertos. Con caracteres cercanos, y voluntades contrarias. De forma agitada, o con serena firmeza. En blanco y en negro, en proximidad y alejamiento; y puede surgir, por supuesto, entre amigos.

Rosie es una muchacha que llega al mundo a amar, a esperar ser querida, a no estar sola. Toda su actividad se dirige hacia allí. A abandonar la inquietud que le produce el aislamiento. A unirse, para siempre, con quien más quiere. Pero aquel no es otro que su mejor amigo, Alex, quien, maravillosamente, siente lo mismo por ella, pero ninguno se atreve a decirlo.

La película se convierte en enseñanza sobre la lucha del verdadero amor. Acerca de cómo debe ser perseguido, apremiado, encontrado, y protegido. A ello dedican sus fuerzas los dos protagonistas. Sólo que no son tan valientes para contar lo que hacen. Sólo lo sienten. Y esto les hiere profundamente.

A lo largo de su metraje, "Love, Rosie" revela que no importan las dificultades, si el sentimiento es sincero. Nada puede parar el brío entrañable, el afecto cariñoso que lleva a sus protagonistas a encontrarse, a separarse, y a hallarse de nuevo.

Lily Collins muestra, una vez más, sus defectos como actriz. Su bello aspecto, y la fama que le aporta su conocido progenitor, no son elemento suficiente para elevar la condición interpretativa de un papel que requiere sentimiento, pero que rara vez es transmitido con credibilidad. Sus limitaciones son notables en el aspecto dramático, donde su registro es siempre modesto y escaso.

Su acompañante tampoco ofrece una lectura solemne: estando a cargo de Collins el cometido principal, ni Claffin, ni ninguno de los personajes que son presentados, interesan al espectador más allá de que son poseedores de una réplica obligada. La película está hecha en torno a Lily Collins, y, el resto, poco importa.

"Love, Rosie" es disfrutable, si se la mira con cierta simpatía; si se es generoso con ella, y poco exigente con lo presentado. Y, sobre todo, si el contenido a comunicar es recordado tras su contemplación. El amor es irreemplazable: hay que pelear por él.

Es interesante pensar qué estaban haciendo los actores protagonistas antes de hacer esta película. Lily Collins había esterilizado la primera adaptación de la saga de 'Cazadores de sombras', mientras que Claflin hizo lo propio con 'Los juegos del hambre: en llamas' y su secuela. Collins incursionó en el género fairytale con 'Espejito, espejito', curiosamente, también lo hizo Claflin gracias a 'Blancanieves y el cazador'. Para rematar, Collins empezó su carrera con un biopic relacionado con deportes ('Un sueño posible'), ya pueden adivinar cómo empezó Claflin su carrera ('United'). ¿Será que después de todo Alex y Rosie estaban destinados a ser almas gemelas desde el inicio?

Pues claramente la respuesta es no, fueron puras casualidades del cine. Ahora ambos tomaron sus respectivos rumbos cinematográficos; sin embargo, no hay duda que nos regalan una bonita película romántica antes de graduarse.

Se nos narra la cercana amistad entre dos jóvenes irlandeses que disfrutan de la diversión y las libertades joviales de la escuela secundaria. La cuestión es que nuestra pareja favorita de amigos se enamora, una casualidad inmensa, ¿no? El problema es que, como es costumbre, se guardan los secretos y, por si fuera poco, en una noche de promiscuidad total y absoluta (sarcasmo), Rosie queda embarazada y, encima, Alex se va Harvard, ¡no puede ser!

"Love, Rosie" no es la comedia romántica más original o la más emotiva, pero tampoco es un pedazo de basura, como suele abundar en Hollywood. No es que haya una característica muy marcada que haga esta película algo más valioso e inolvidable, pues no es que la trama sea algo muy renovado. La historia es un mixture de muchas películas realizadas con anterioridad. Este filme "moderno" es como si "When Harry met Sally...", "13 going to 30", "My Best Friend's Wedding", "Juno" y "One Day" se mezclaron en un conjuro cinematográfico. Y, para ser franco, la mezcla sabe mejor de lo que parece.

Una de las claves para que el filme sea, al menos, entretenido es el encanto de Lily Collins. No siempre toma las mejores decisiones y muchas de sus escenas son muy pretensiosas, pero su simpatía y su nobleza son admirables. Hay que admitir que es interesante el hecho de que exploren sus frustraciones de embarazo adolescente y sus aspiraciones de poner en marcha su propio hotel.

Por otro lado, reconozco que la comedia de la película está lo bastante bien como para no ser de mal gusto. Todo lo más escatológico que nos podrían dar se reserva, se realiza con discreción e, incluso, con ciertas consecuencias en la trama, lo cual da para un suspiro de alivio. A su vez, los otros chistes, que vienen más del diálogo o las situaciones están aceptables.

La banda sonora sí es algo que habría que destacar, y mucho. En el vaivén emocional que requieren este tipo de películas, se necesitan canciones como las del filme, están atinadas donde las ponen.

Si bien reconocimos el trabajo de Collins, me duele no poder decir lo mismo de Claflin; su personaje es exasperante. En primer lugar, no tiene sentido la actitud tonta que Alex toma a veces con Rosie, como si literalmente volviera a ser adolescente de repente. No estoy señalando que esto es imposible, pero siempre que uno se pone a ver qué hizo con su vida, su carrera de medicina (zona spoiler *1). Nunca nos dan una razón para querer a Alex, la única justificación para que lo queramos es que a le Rosie le gusta, sin embargo, en carácter individual, terminamos creyendo que no merece nada.

Desde luego, no creo que esta sea una muy buena película de romance, pero, a día de hoy, con lo malas que son este tipo de cintas (incluyendo la absurda comedia que hizo Claflin, 'Love. Wedding. Repeat'), es casi un regalo que hayamos obtenido una película trillada, pero cuyas situaciones no sean inútiles y cuyas relaciones románticas tengan un poco más de sentido. No espero ser totalmente imparcial, hay películas de hoy en día mejores que ésta, pero sin dudas entre la fotografía, el encanto de Rosie y algunas situaciones, este filme sabe lo que quiere ser y no esconde mucho más.

6,0/10

Una película bonita, bonita de verdad.

Luego de algunas comedias dirigidas en su Alemania natal, Christian Ditter ingresa al mercado en inglés con una historia basada en una novela algo popular, de esas que narran improbables amores nacidos luego una larga amistad.

Los protagonistas de dicha historia son Alex y Rosie, amigos desde la infancia y que tras su iniciación sexual (por separado) habrán de vivir un derrotero que aunque los mantendrá unidos, también evidenciará el amor que se tienen uno al otro, imposibilitado siempre por otras relaciones, tal y como suele ocurrir en las telenovelas.

Cuando cumplen 18, ambos tratan de seguir su vida viajando a USA para seguir sus estudios universitarios en pos de alcanzar sus sueños, él ingresar a Harvard y ella estudiar hotelería para volver a Inglaterra y poner su propio hotel, solo que ella no podrá viajar debido a un embarazoso incidente, pero el vínculo se mantendrá al paso de los años no sin alguna que otra calamidad.

La principal virtud de ésta película británica se llama Lilly Collins (hija de Phil Collins), una actriz que de a poco ha sabido colocarse en el gusto popular y que carga con el peso casi total del filme cumpliendo cabalmente con las diferentes edades por las que transita Rosie, aunado a la buena química que consigue su personaje con el que interpreta Sam Claflin (visto en ‘Los juegos del hambre’).

‘Love, Rosie’, como toda comedia romántica, no escapa a un desfile de clichés y lugares comunes del género, donde los personajes permanecen juntos ante las forzadamente insustanciales parejas que pasarán por sus vidas, pero tampoco escapa a cierto discurso edificante en la parte final del metraje, quedándose a medio camino pero aún así por encima de la media, resultando un film efectivo y un tanto encantador.

La historia que a cualquier adolescente nos podría pasar, esta es una historia muy real por eso me gusta mucho, y que enseña muchas situaciones difíciles que por desgracia a cualquiera que no tenga un poco de cuidado le podría pasar.