Sin identidad

Sólo hay una putada más gorda que despertarse y no recordar quién eres y es despertarte recordando quién eres...y que nadie más se acuerde.

Más o menos esto es lo que le pasa a Liam Neeson en este entretenido y despersonalizado thriller que hemos visto en innumerables variaciones y no las cito sino en el spoiler para no cometer eso mismo y estropearle la peli del domingo a nadie.

La diversión incluye kilos y kilos de incoherencias como bien manda el género de "todo el mundo es el enemigo". Eso sí queda como más digno todo por el mero hecho de que lo protagonice Neeson, uno de esos actores que redefinen el concepto de solidez incluso cuando la película no deja de ser una mera gaseosa.

Lo mejor sin duda el reparto, en especial Bruno Ganz y Sebastian Koch que dotan de credibilidad a unos personajes de puro adorno y hablando de puro adorno lo de Diane Kruger clama al cielo, a pesar de lo cual la actriz se las arregla para darle un mínimo de personalidad a un personaje planteado desde el florerismo más absoluto.

Langella está bastante desaprovechado y January Jones está penosa, es como una especie de muñeca inerte a la que alguien se ocupa de cambiar de postura cuando le toca salir a escena.

Aunque es fácil adivinar todo lo que va a suceder en la película, no deja de dar un ratito simpático y libre de complicaciones, lo cual está muy bien de vez en cuando.

Es evidente que esta cinta no es una innovación, es un refrito de tantas y tantas películas del mismo género. Precisamente éste es el mayor problema, que parece que ya la hayas visto, desde un primer momento ya me imaginaba como era la historia, y eso es lo peor que puede pasar.

Aún así hay que decir que para los truños que se suelen estrenar en los cines, Sin identidad está por encima de la media. Obvia decir que el final es para todos los públicos.

“Unknown” cumple con brindar un digno pasatiempo, repleto de escenas de acción, con algo de suspense, sólidas actuaciones y un giro sorpresa bastante conseguido.

Lo mejor de la película es ese vuelco narrativo inesperado que el guión pega promediando el desarrollo de la trama. Allí la cinta sorprende y termina ratificando que está por encima de la media de los thrillers de acción actuales, ya que el guión puede que tenga baches y situaciones descuidadas, pero al menos está lo suficientemente pensado y orquestado como para no tratar de imbécil al espectador. Esa cuota de ingenio que aparece en el argumento es lo que distingue a nivel narrativo a este thriller.

Lo que no me gustó del filme es que el guión por allí cae en los formulismos típicos del cine de acción, con algunos baches y circunstancias algo inverosímiles. Sí, ya sé que este tipo de películas por lo general caen en ese tipo de errores, que se exageran las alternativas para lograr estimular al espectador, pero pienso que los guionistas podrían hacer un esfuerzo para evitar lo más posible ese tipo de debilidades, resignando por allí lo pirotécnico para ganar en realismo.

Las actuaciones:
* Liam Neeson: la mejor interpretación del filme, soporta muy bien el protagónico como ya bien lo había demostrado en la cinta “Taken”, película bastante similar por su frenesí con esta que nos ocupa. Su personaje requiere gran despliegue físico, pero Neeson tiene la capacidad y la solvencia suficientes como para ofrecer además buenas dosis de dramatismo y darle más volumen a su personaje.
En este filme sale interpretando a Martin Harris, un científico que estando de viaje por Alemania sufre un accidente y queda en coma. Al despertar se dará cuenta de que su vida ha sido usurpada por otro individuo que dice llamarse como él y que además anda con su esposa. Así deberá tratar de demostrar su identidad y descubrir qué oscuro secreto hay detrás de los desconcertantes sucesos que le toca vivir.
* Diane Kruger acompaña bastante bien con su protagónico, dando vida a una muchacha indocumentada que ayuda al científico a solucionar el drama de la crisis de identidad que sufre, involucrándose por ello en peligrosos asuntos. Convincente actuación, positiva su participación.

Los roles secundarios:
* Debo mencionar que tanto Frank Langella (como un antiguo amigo de Martin Harris) como Bruno Ganz (como investigador privado que debe solucionar el conflicto de identidad del personaje principal) consiguen grandes actuaciones gracias a la experiencia y la capacidad interpretativa que ambos poseen. Son verdaderamente secundarios de lujo. Da placer verles en pantalla.
* Bastante más abajo en la calidad de interpretación está Aidan Quinn, quien encarna al hombre que dice ser el verdadero Martin Harris. Si bien es un personaje enigmático nunca el actor logra transmitir mucha convicción a su papel.

Sigo sin destripar...

La película empieza muy bien y promete en su primera media hora... Después la trama empieza a desmoronarse hasta caer sin remedio.
El argumento es bueno. Contaba con los medios necesarios para ser una gran película, pero resulta ser un fiasco...
Decepcionante.

Una película que resulta más o menos entretenidilla pese a un argumento que es un sin sentido creciente. Y es que podemos pasar por alto, entre otras muchas cosas y situaciones poco creíbles, que un tio que después de un accidente ha estado al borde de la muerte y cuatro días en el hospital sin conocimiento, se levante y alegremente se dedique a corretear, pelear y hacer mil malabarismos por ahí como si se hubiera recuperado de un resfriado...Lo que ya es el colmo es que ese hombre, que ha tenido una curiosa perdida de memoria a causa del accidente...(sigue en spoiler)