El intercambio

Pese a que "El intercambio" no posee la fuerza innata de otras obras de Eastwood como "Mystic River", hay que valorar el gran trabajo que este director casi octogenario ha rodado.

"Los Ángeles, 1928..." me encanta el sonido de estas palabras, esa ciudad y esos años sin ley, o con ley fraudulenta. Eastwood ha ambientado a la perfección esta maravillosa y corrupta época californiana, y nada mejor que el duro escándalo de Christine Collins para reflejar en la pantalla este nauseabundo drama que revuelve el estómago.

"El intercambio" es mucho más que la denuncia de una desesperada madre que ha perdido a su hijo, es más que ese intento de suplantación de identidad, es más que las lágrimas de Christine Collins ante la pasividad policíaca y sus métodos poco morales por resolver casos no resueltos. "El intercambio" es una asfixiante crónica de sufrimiento y superación, es una novela policíaca donde los malos son malos y los buenos lo pasan mal. Los Ángeles huele a azabache pero es áspero como papel de lija.

El Intercambio me ha decepcionado por completo. Durante su excesivo metraje las veces en que me he indignado por el estilo subrayado de Clint, por el mal uso de la música, por la linealidad de los personajes, por la parte del manicomio que sobra y por lo molesto del carácter explicativo -casi pedagógico- del guión (subestimando al espectador en todo momento) han sido muchas. Mala película que seguramente gane cientos de premios y que la crítica hará pasar como obra maestra. Qué pena que no pude 'intercambiar' mis entradas después de verla.

¡Qué decir del maestro! Siempre que recordamos a los grandes nos olvidamos de su nombre y, sin embargo, siempre está ahí, regalándonos una joya tras otra sin mesura.

A sus 79 años Eastwood es el cineasta más hambriento y arriesgado que existe, rehuyendo siempre de la irreverencia anodina y el efectismo, en el que se sitúan muchos jóvenes cineastas, con grandes y aparatosos movimientos de cámara y recargando de luces, colores y formas los escenarios. "¡Cuánto más brille, mejor!", suelen pensar. Eastwood no, Eastwood te planta una bandera de Inglaterra en el vestuario de su púgil y ya tiene Londres (Million Dollar Baby). En dos planos es capaz de hacer mucho más que la mayoría en diez, en tres notas de piano te deja una herida en el corazón más profunda de lo que muchas sinfonías son capaces de provocar. En su cine hay una verdad tan profunda y sincera, que no necesita de trucos o artificios para llamar la atención del espectador.

Su cine es clásico en la forma, pero definitivamente moderno en el fondo. Asume más riesgo en elegir a Jolie para el papel protagonista, que Zack Snyder en relativizar el tiempo de la cámara y moverla a su antojo en un croma verde. Porque Jolie es todo lo que no es la protagonista y, aún así, la hace suya, la maneja bajo un marco melodramático perfectamente medido. Pero sobre todo, Eastwood asume el mayor de los riesgos cogiendo un guión digno de la peor telenovela de por la tarde, para luego transformarlo en una muestra de arte y humanidad imperecedero, completamente atemporal.

En el cine de Eastwood todo es verdad, todo se cuenta con un eco resonando bajo la piel, erizándola en ciertos momentos por puro instinto de supervivencia.

Así, cuando termina la película, sólo puedes concluir que durante dos horas y media el maestro te ha dado otra lección, el viejo ha sido el más joven de todos (otra vez) y entonces te levantas de la butaca con el corazón encogido y una marca en el pecho que ya nunca se quitará y sólo puedes hacer una cosa, una última cosa, aplaudir.

No voy a recrearme porque gran parte de mis argumentos ya los han usado otros compañeros:


- Clint Eastwood es un viejo zorro que hace un cine excelente, un baluarte de cómo se hacen películas desde la contención, el buen gusto y la experiencia.
- Esta pelicula está impecablemente rodada y es un placer en el aspecto formal, en la planificación de escenas, en los encuadres, la banda sonora, la fotografía, etc.
- Falla, sin niguna duda, la premisa argumental: por supuesto que este dramón de niños desaparecidos y madres coraje hace que te piquen los ojos, pero es que muchos productos mediocres de sobremesa consiguen eso. Lo dificil es crear una obra emotiva con estilo y sin tocar teclas tan exploradas como estas. En mi opinión Eastwood no debió coger salchichón para venderlo a precio de jamón ibérico.
- Falla también el reparto: Angelina Jolié tiene unos morros hiperbólicos que, le guste o no, marcarán su carrera profesional. Por muy demacrada que salga, y por muchas caras de pena oscarizables que ponga, no es creible. ¿Puede alguién tan "guapo" interpretar este tipo de papeles sin caer en la impostura?: sí, pero este no es el caso. Por otra parte, Malkovich no lo hace mal pero su personaje es aún más dificil de creer que el de Angelina, pues representa un auténtico Deus ex machina de color blanco inmaculado sin trazas del asqueroso gris de los seres humanos. El maluto de la función (del que no desvelaré nada), es una auténtica caricatura, la verdad.

En resumen, esta película será un éxito de taquilla, ganará carretadas de premios, derramará mares de lágrimas y demás, pero no se trata más que de un vulgar dramón con envoltorio de lujo y que espero que no sea un signo de demencia incipiente del tío Clint.

Película dirigida y con música a cargo de Clint Eastwood. Lo tiene todo para convertirse en la gran obra del año ( y de algunos más): una gran actriz protagonista, un guión perfectamente hilvanado con una historia conmovedora que mantiene en tensión al espectador toda la película, unas subtramas que invitan a la reflexión (corrupción, poder medios comunicación,...), una banda sonora magistral, absolutamente ajustada al ritmo de los acontecimientos, unos secundarios en perfecta armonía, una ambientación tan cuidada que te sumerge de lleno en la época y una impecable factura visual.

Sin entrar en los innumerables matices, hay que decir que está contada con gran claridad expositiva, de manera muy brillante, llega a todos los públicos, se sigue perfectamente, nos llegamos a identificar con el calvario de Angelina Jolie (guste más o menos sus morritos).

El veterano Eastwood da una lección. A pesar de sus 140 minutos te mantiene clavado en la butaca