Magical Girl

He de reconocer que "Diamond Flash", el primer trabajo de Carlos Vermut, no me gusta, pero aún así "Magical girl" me llamaba poderosamente la atención porque de una forma u otra había visto algo, no me preguntéis que, en el debut de Vermut que me obligaba a darle una oportunidad. Y, joder, que oportunidad.
"Magical girl" es poderosa, hipnotizadora, perturbadora ó cualquier calificativo que se precie para definir la sensación de emoción angustiosa. Carlos Vermut pone sobre la mesa las cartas que solo el quiere que veamos para que el resto, ocultas, a base de pistas descifremos cuales son. Con un estilo minimalista lleno de luz, "Magical girl" relata las miserias cotidianas de las cuales todos somos participes además de el famoso "que estaríamos dispuestos a hacer por..." llevado al extremo más absoluto.
Cine en mayúsculas con un guión aplastante y una puesta en escena para quitarse el sombrero. Todo ello regado con unas pequeñas dosis de humor negro marca de la casa.
Una película imprescindible.

Voy a extrapolar mi valoración sobre Magical Girl para extenderlo al cine español en general, considero, haciendo una valoración muy básica, que es una película muy interesante cuyo análisis daría mucho de qué hablar, pero me gustaría no tanto analizar como película Magical Girl, aunque también mencionare algunos aspectos, sino más bien en cómo este film puede ser un ejemplo a seguir para lo que en estos momentos desde mi punto de vista es una industria mediocre, aunque no más que la media europea. Entiendo que Magical Girl es una buena mezcla entre un cine que viene de un creador con una realidad propia y apartada de convencionalismos y que a la vez es una propuesta cinematográfica de fácil acceso para el público en general, un equilibrio muy difícil. Es también un arriesgo para los productores, todo hay que decirlo, haber apostado por un guión que debió ser difícil de aceptar en su momento, y es que me parece un buen ejemplo, ya que las películas españolas que salen en el cine en estos momentos son esclavos de las producciones americanas o simplemente su mediocridad hace que tengan una buena taquilla, tampoco se alejan demasiado de la media europea, no solo es un problema a nivel español. Me parece que sobretodo este film tiene una identidad propia, incluso una metáfora del ánimo y la desesperación que se vive en la actualidad y que “toca” determinados tabúes que estando en el momento en el que estamos no entiendo porque el cine español evita, dando una realidad superficial, banal o irreal (como quieras llamarlo, de lo ocurre, refiriéndome a otros films) Creo que es un camino por el que se tendría que indagar con más esmero y seguir haciendo propuestas arriesgadas ya que hay gente para poder llevar a cabo dicho cine, te puede salir mejor o peor, pero como mínimo la intención esta allí, y eso a mi parecer, ya es mucho.
Respecto a la película, recordándome en algunas secuencias al cine de Cronenberg o de Lynch, sin llegar, eso si, a niveles tan altos, me parece una película muy bien estructurada argumentalmente, por otro lado las elipsis están muy bien elegidas, no mostrando momentos que es mejor no ver, ya que el hecho de imaginarlo es mucho más potente que otra cosa. Incluso el planteamiento de iluminación para Bárbara, mostrando su parte oscura y enigmática (que me recordó un poco salvando las distancias, a la femme fatale de RETORNO AL PASADO, a parte de su gran actuación con bastantes capas que se van desarrollando a medida que transcurre la película, observad también la primera vez que entra a esa habitación en la mansión, para conseguir el dinero que necesita, en el siguiente plano, un sonido desgarrador (y se siente más en cine) expresa el sentimiento de Bárbara.
Cinematográficamente supera a muchas otras películas del panorama actual, como por ejemplo a PERDIDA, ya que se ha hecho algún paralelismo que he leído en alguna revista o por internet, supongo que el título, se refiere a como se debe sentir el espectador al ver semejante obra, no tengo una opinión muy favorable de Fincher, pero eso es otra cuestión.
La historia se basa en una mezcla de distintas almas en pena que se van cruzando creando una amalgama de desesperación y posterior muerte. Aunque no me parece ni de lejos una obra maestra, muestra, no solo que tenemos chicas mágicas, sino que también, guardamos aún un cine mágico para mostrar.

¿Qué probabilidad hay de que el destino junte a una psicópata ex prostituta sado, a un profesor ex presidiario que le tiene pánico y a un padre desesperado por cumplir el sueño de su hija con leucemia? Muy poca. Y qué más da, el resultado puede ser explosivo. Algo así debió pensar Carlos Vermut cuando decidió poner en marcha “Magical Girl”, una película inusual que unos aman y otros, no tanto. Supongo que depende de lo que esperes de ella.

“Magical Girl” tiene un poco del surrealismo de Buñuel. Pero sólo un poco, porque puede dar el pego como un drama al uso. Entonces sería una película artificial y pretenciosa. "¡Esto no hay quien se lo crea!" La cinta de Vermut está plagada de situaciones, diálogos y personajes que rozan lo absurdo - he de confesar que incluso me he reído en un par de ocasiones. Pero es precisamente ese enfoque surrealista el que convierte un drama normal con un argumento sin demasiada chicha en una de las películas más interesantes de 2014.

Los tres personajes protagonistas no son personas normales, no actúan de manera convencional, no tienen conversaciones razonables: se mueven en base a sus traumas. Sus motivaciones son el tema central del argumento y se van revelando de manera más o menos sutil conforme avanza la historia.

Curiosamente, “Magical Girl” consigue que sienta empatía con un personaje tan manipulador y obsesivo como Bárbara; aún más que con Luis y Damián, buenas personas convertidas de algún modo en villanos. Sus motivaciones son la desesperación y el miedo (a Bárbara), respectivamente. Bárbara, en cambio, se mueve por venganza y por maldad. Mete a estos individuos en una trama de chantajes y el resultado sólo puede ser fascinante.

La película se hace especialmente absorbente por la sensación de enigma que trasmiten los personajes: por lo que esconden más que por lo que muestran, algo que se realza con un inusual montaje. La forma de encadenar las historias de los protagonistas es realmente interesante y contribuye a que las situaciones sean aún más extrañas y sientas curiosidad por lo que pasará a continuación.

“Magical Girl” es una película totalmente imprevisible, no espontánea sino sorprendente, y eso es todo un logro. El cine también sirve para fantasear con lo improbable y contar una historia impactante sin las cadenas del realismo más exigente. Carlos Vermut lo consigue con notable alto.

8/10

Un rompecabezas de 1.500 piezas sin una imagen que te ayudaría a saber que figura estás armando. Un guión escrito y otro tácito, ensamblados con una precisión quirúrgica pocas veces vista en el cine. Si sos de los que creen saber cuál es el resultado de 2 + 2… dejala para ver el día que te hayas cansado de los resultados conocidos, las obviedades y las verdades proverbiales.

En su segundo largometraje su director a salido a la luz y se ha encontrado con un recibimiento por parte del público muy positivo y esto es efectivamente con lo que se tiene que quedar, para unos es una maravilla para otros es inconexa y para muchos incalificable en donde un servidor se encuentra.

Magical arranca de una forma ya desconcertante, sus primeros compases nos alejan y nos atraen a una situación que en un principio nos parece un tanto forzada. Las piezas se empiezan a mover y cada personajes empieza a jugar su rol, tenemos varios frentes abiertos y en cada uno de ellos un drama, pero cuando más interesante se pone y más sed de respuestas estamos, cambio de escena y a la siguiente situación, y esto es el proceso de la película, una serie de situaciones surrealistas que poco a poco se van engranando para quedar todas unidas como si de un puzzle se tratase.

Su trama nos mantiene alerta aunque no enganchados, nos sume en una atmósfera de misticismo y enajenación que resulta muy alentadora. En pleno epicentro la cinta es un tornado lleno de momentos extremos y reacciones siniestras que bien podrían valer de alguna explicación más por parte de su director. Todos esperamos el clímax final pero nos tenemos que conformar con que cada uno puede suponer, pero para no dejarnos sin ese momento cumbre nos da un final con el que funde los fusibles que nos quedaban y es desde ese momento cuando empiezas a analizar si lo que has visto vale para algo o no.

Otro de sus grandes puntos a favor es la exquisita Bárbara Lennie que aunque hay que decir que muchas de las secuencias resultan forzadas y un poco fuera de lugar, ella hace un trabajo bastante aceptable y se la pronostica un futuro muy halagüeño, José Sacristán también hace un trabajo aceptable, aunque su personaje podría haber dado un poquito más de juego, y el resto del reparto aceptable sin más.

Como conclusión podemos decir que tenemos una película novedosa, original nada predecible y con un guión con muchos recovecos donde guarda información que sólo los verdaderos amantes del buen cine podrán leer, ya que se trata de un cinta en donde se dice más entre líneas que con lo que la propia voz dice.

Lo mejor: Una puesta en escena y atmósfera increíble
Lo peor: Nos deja con cierto sabor agridulce y esperar respuestas que no hay.

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