El Calentito

"El calentito" es un ejemplo perfecto para descubrir que aunque la mona se vista de seda mona se queda. Y es que por mucho empeño que le ha puesto Chus Gutiérrez al asunto, "El calentito" está más cerca de un episodio muy Disney de "Cuéntame" o de una gala revival de OT, que del espíritu trasgresor y liberal (reflejo de la movida madrileña) de "Pepi, Luci y Bom y otras chicas del montón".

Se entiende que la apuesta se encamina a reflejar a esa España democrática y virginal que estaba empezando a madurar, encarnada en la figura de Sara (Verónica Sánchez). Esa chica tímida a la que le cuesta cambiar y aceptar los cambios que se producen a su alrededor, lastrados por su familia (reflejo de la España más conservadora), que por fin se hace mujer en el 23-F.

Todos los personaje y situaciones se reducen al cliché más convencional y las situaciones son tremendamente ridículas cuando los fachas toman la palabra y pasan a la acción.

Para no perder el cliché de producto made in Spain hay que enseñar chicha y tajada muy gratuitamente, que aunque personalmente un servidor agradece enormemente, es más de lo mismo y ya estoy harto. Con ver las fotos colgadas en la red de la pechonalidad de la Sánchez me basta. Que su objetivo sea follar en plan "American pie" rechina bastante y hace que las intenciones de "El calentito" se queden a medio gas. A producto recalentado sin gracia y posible revisión, salvo para ver tetas en movimiento y besos lésbicos.

La vida de un grupo de chicas de un grupo de punk el año 81 entorno al golpe de estado.
Los recuerdos de la movida y las canciones propias de nuestra juventud. Cuando me gustaban Las Vulpes que fueron censuradas en plena transición y que no eran sino unas punkis irreverentes que me encantaban. Una transición represora para nosotras sobre todo para las mujeres que se salían del rol ni que digamos represora para homosexuales y transexuales. Pero a la vez con tantas ganas de libertad.
Un canto a la libertad fresco digno de la directora que ya hizo entre rejas una de las pelis de mujeres presas más tempranas .
Como siempre los temas de igualdad y de género pasan sin éxito para el cine salvo para contadas espectadoras.

Eso es lo que oímos en la peli: punk muy flojito, poco rockero, pero a al vez muy rompedor. El retrato a la época es fiel y está hecho desde cierta admiración que gusta (ya sabemos que la movida marcó mucho). Por otro lado, la peli tiene un innegable aire almodovariano (éste incluso aparece en el film) tanto en la estética como en los personajes (travestidos, lesbianas...). Pero no puedo negar que me entretuvo mucho y que trata un tema que quizás se haya olvidado un poco en el mundo del cine: el golpe del 23F, aquí contrarrestado por un concierto en el que tres ilusionadas chicas quieren triunfar. Mención especial a Macarena Gómez (encantadora, y digna candidata a premios por su frescura y naturalidad), la belleza de Verónica Sánchez (me enamora) y la veteranía que aportan Isabel ORdaz, Nuria González o el padre de verónica en la película. Por otro lado, la aparición de Nilo Mur es anecdótica, pero significativa (¡cómo triunfa el tío!) y Jordi Vilches, pues tiene mucho arte en el cuerpo. Juan Sanz no me cuadra demasiado... lo veo más como el camionero de "La vida mancha".

Chus Gutiérrez se plantea un film casi autobiográfico (fue parte integrante de una banda femenina a principios de los 80) y le sale un film más o menos pasable. Por un lado está el tema múscio-festivo (sexo, drogras, Alaska, Almodóvar y punk), pero por otro lado está la represión (representada con personajes que rozan la parodia), el 23-F y todo ese rollo.

Lo mejor: La ambientación y Macarena Gómez.
Lo peor: Las innecesarias escenas de sexo, los personajes derechistas/represores/"carcas" (de TBO, oigan) y un final que no cierra exactamente.

Es una película agradable, para pasar el rato y divertirse, hay cosas un poco postizas pero te ríes, es alegre, amena y divertida, y las 3 actrices son muy pero que muy buenas. La pareja punkie es muy divertida y la actuación de Verónica Sánchez (actriz que no me gusta demasiado) es muy buena en ésta ocasión.

No está mal.

Para pasar el rato