Ojalá fuera cierto

Película agradable con un toque similar a la mítica Ghost pero sin el componente lacrimógeno extremo de aquella, aunque también sin la magia que desprendieron en su día Demi y Patrick amasando cerámica medio desnudos.

No obstante, la pareja protagonista de "Ojalá fuera cierto" es simpática y tiene la química suficiente como para que uno se meta en un argumento que, objetivamente, no es muy verosímil. Sin embargo, la verosimilitud no es un requisito imprescindible para que una película te haga pasar un rato agradable. Y en este caso, precisamente el hecho de que la historia sea presentada como algo que no parece probable que pudiera suceder, invita a que uno se deje llevar por el lado romanticón y almibarado de la vida: es decir, ese lado de la vida que no existe, para qué engañarnos.

Creo que para eso se hacen estas películas (a parte de para ganar dinero): para soñar despiertos un ratito aunque sepamos que es una bobada. Todos necesitamos un respiro.

Obviaré comentar los tópicos en los que inevitablemente se cae a lo largo del film (aunque los diálogos tienen una cierta frescura)... partiendo de la base de que es una comedia romántica norteamericana que no pretende profundizar sino entretener, no creo que sea necesario aclarar ese punto. Todos sabemos a lo que nos atenemos al ver pelis así. Pueden gustarnos más o gustarnos menos, esa es la diferencia.

Ya iba haciendo falta una comedia romántica simpática y tierna que no se excediese en almíbar y que no cayese en un argumento hueco que sirviera de excusa para lucimiento personal de algún actor o actriz. Menos mal que esta película sirve perfectamente para pasar un rato agradable y reirte y enamorarte con los protagonistas. Es que no se si es manía mia pero últimamente las comedias románticas rozan o la ordinariez o la mediocridad. Esta es una preciosa excepción. Historia bonita, puntos de humor, momentos de amor y típico final feliz que tan bien sienta al espectador.

No es un gran peliculón, pero es dulce y entretiene mucho. Mi nota: 6'8

Día aburrido=comedia romántica.

La todavía no oscarizada Reese Withespoon (en esos momentos una rubia del montón...aunque ya millonaria gracias a Una rubia muy legal) realiza una más, de las habituales en su carrera, comedia romántica.

En esta tiene buena quimica con Mark Ruffalo, que sabe transmitir mejor el sentimiento del viudo que no quiere rehacer su vida que ella como médico sin vida aparte del trabajo.

La comedia es entrenida, todos sabemos como va acabar, tiene los típicos personajes secundarios (por ambas partes), una bonita ciudad como San Francisco (con una buena fotografía y una aceptable bso)...etc.

Pero...le falta ese algo que hace una película inolvidable, aunque para pasar un rato agradable mejor ésto que cualquier episodio de esas miles de series que echan en la TV.

Tiene alma y mucho fondo
Partiendo de la premisa de que me encanta Reese Witherspoon hay que decir que la película me ha gustado bastante. A pesar de ser una película romántica no es la típica, introduce algo nuevo ("el fantasma de Elizabeth") que seduce a lo largo de toda la trama. Desinteresada, amable, entregada a los demás.... y en una situación que al fin y al cabo no merece.
Mark Ruffalo se mete en el papel de un hombre viudo, desencantado de la vida que básicamente se dedica a beber cerveza y autocompadecerse. Lizzie (como él la llama) le enseñará que la vida no termina y que hay que luchar hasta el último momento.
Reese está estupenda en toda la película, su mirada realmente transmite.
El punto gracioso lo ponen el dependiente de la tienda de libros "del otro mundo", y la escena de Abby con el cuchillo.
De lo mejor los jardines que David diseña, precioso es el que le hace a Elizabeth en la azotea con detalles muy cuidados.
Y esta crítica se la dedico a Julio......AUNQUE NO DUERMAS ESTA NOCHE NO TE DIRÉ EL FINAL!! (tendrás que verla).

Romántica y absolutamente edulcorada cinta de amor y miel para los muy ñoños.
Aunque eso sí, no aburre y entretiene lo suficiente. Interpretaciones mas bien justas pero correctas y una idea que a pesar de no ser del todo original, sorprende lo justo para hacer que mi valoración sea un bien.

En resumen. Se deja ver.