Mal gusto (Bad Taste)

Delirante, cutre, surrealista y muy divertida. Jackson da rienda suelta a su vena gamberra y compone un film de esos para ver con amiguetes tomando unas cervecitas en casa.

Peter Jackson, curioso tipo. Con su peña de amigotes hace una peliculucha en la Australia profunda que, salvo por el desparpajo, es una birria, se mire por donde se mire. El cómo alguien que chapotea en la cutrez de una ciénaga cinematográfica llega a los EEUU para dedicarse a la industria del entretenimiento sólo se entiende por la profunda decadencia de ese país, que ha perdido el rumbo en lo político, económico y cultural (a ver si Obama lo arregla).

Otra explicación posible es que una fuerza oscura gobierna el mundo y quiere destruir la civilización Occidental. Jackson es uno de sus mejores artilleros.

La película es rematadamente mala, pero puede servir para escandalizar a una hermanita pequeña o a una tía soltera, no mucho más.

Esta primera (y muy cutre) peli del que ya es un genio Peter Jackson, es una historia entrañable, original y sin ningún tipo de prejuicio, con actores más que amateurs, todos son amigos de Jackson, con un presupuesto pequeñísimo.
Los actores no es que sean unos profesionales, pero lo hacen muy bien (sobre todo el propio Jackson haciendo dos papeles), los demás lo hacen bastante bien, no les vas a pedir que hagan lo que no estan acostumbrados a hacer, es como pedir peras al olmo, de estos actores amateurs cabe destacar el que hace de jefe alenigena, el viejo, porque es muy viejo, lo clava como malo.
Tecnicamente, con sus limitaciones, es muy buena, la cámara se mueve muy bien, yo me pensaba que serían planos eternos y no fue así, de lo demás no se puede hablar, exceptuando el maquillaje, que con tan poco presupuesto esta muy currao, sobre todo el diseño de los alenigenas, me encantó.

Lo mejor: La sinvergüenza con la que esta hecha, Jackson (tanto director como actor), el maquillaje y lo que les importa un comino lo que la gente piense de la peli.

Lo peor: Poca cosa, el desdén con el que se toman ciertas cosas.

Más allá de las colinas verdes de Nueva Zelanda, de los prados verdes que lo delimitan, de sus aguas, más allá de tal belleza están los.... EXTRATERRESTRES.
Seres como nosotros por fuera, pero en realidad son máquinas de matar. Vienen en ovnis en forma de casa, atacan nuestras colinas, nuestros prados que delimitan nuestra bonita Nueva Zelanda, nuestros mares, nuestras bahias, nuestras calas, nuestros pueblecitos, es más, nos atacan a nosotros, unos bichos de mierda intentan comernos para servirnos en unos malditos restaurantes de apestosa comida rápida para que otros bichos de mierda puedan sorber nuestros sesos, chupar nuestra médula espinal, hacerse unas costillas de humano rebozadas con ketchup sanguíneo, batidos de cerebro, magdalenas de piel y chuletones de humanos gordos. La extinción de un pueblo por culpa de una maldita cadena de comida basura. Ni que nosotros los mataramos para el Mc'Donalds. Y una mierda vamos a permitir nosotros esta barbaridad.
Creo que iré al trastero a por la motosierra del abuelo John.

Lo de arriba es, en pocas y violentas palabras la sinopsis de esta gran película que proporcionará una hora y media de risas sin desenfreno con el gore cachondo de Peter Jackson, un gore que me ha convencido para ver Braindead. Una película gore y divertida llena de cachondeo y acción la recomiendo a todo el mundo excepto a aquellos que tengan un estómago sensible.

La peli que le dio la fama, junto con la inolvidable "Braindead", al que sigue siendo un genial Peter Jackson. No es una gran peli, entretenidilla... Pero sus contenidos vuelven a ser políticamente incorrectos (en una atmósfera "light", eso sí), con unos puntos de "gore-comedia" que no le pasan a nadie desapercibidos y que son motivo de comentarios y guasas entre cualquier grupo de colegas.

Si todavía no lo saben, vean lo que hacía Peter antes de realizar sus archiconocidas superproducciones.