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Rollerball

Ciencia ficción. Acción Jonathan Cross es el mejor jugador de Rollerball, el deporte más vertiginoso de todos los tiempos. Él y sus compañeros Marcus Ridley y Aurora ganan mucho dinero y llevan una vida llena de lujos. Los amantes de este deporte lo que buscan es emoción y acción al límite. Pero Jonathan se da cuenta de que los espectadores aumentan atraídos morbosamente por los frecuentes accidentes que se producen en la pista. Los jugadores se convertirán ... [+]
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Críticas 17
Críticas ordenadas por utilidad
15 de marzo de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un desastre de película en todos los sentidos. McTiernan firma un supuesto remake del trabajo del 75 logrando, no solo una película casi totalmente desconectada de la anterior, sino un subproducto de ínfima calidad que sorprende por los nombres que hay tras la misma, caso de Jean Reno y McTiernan.

En esencia estamos ante un producto sin pies ni cabeza, en donde un joven aspirante a jugador de hockey decide enrolarse en un agresivo juego que se desarrolla en países asiáticos (Rusia y sus repúblicas satélites). Nada de futuros postapocalípticos ni de sociedades aborregadas por la violencia gratuita, sino más bien la versión televisada de las peleas de gallos en donde los miserables se hacinan para apostar mientras los índices de audiencia generan dinero en segundo plano.

El dichoso juego en sí que da título a la obra es una mezcla de balonmano, hockey, patinaje sobre ruedas y trial, en donde dos bandos, disfrazados de forma esperpéntica, deben marcar tantos usando una pesada bola metálica dentro de un circuito de motocross. De por medio, carreras, saltos imposibles, puñetazos y sangre por doquier. Hasta aquí la parte comprensible de la historia, porque del resto ya se ha encargado McTiernan de liarla parda de la peor forma imaginable.


Empezando por los propios partidos, cuyo montaje es caótico y plano, y pasando por el argumento principal alrededor del que se hilvana la historia, el resultado es un compedio de bobadas que dejan al espectador con cara de "esto es una broma, no?".

Llama la atención la pobreza de los personajes, pues están perfilados con tal nivel de ingenuidad que al espectador no le queda otra que recurrir a un continuo "facepalm" durante el visionado. No en vano, los protagonistas son increíblemente ingenuos, no pareciendo enterarse de nada de lo que sucede a su alrededor. Sus reacciones, infantiles y dignas de alguien que ha vivido bajo una piedra desdes el primer minuto de metraje, producen sonrojo en el espectador.

Los facinerosos de turno, con Reno a la cabeza, son tan torpes, faltos de carisma y bidimensionales que dan auténtica lástima. Tanta que, en contraste con la reacción de los supuestos héroes, el espectador no tardará en llegar a identificarse con ellos antes que con los pobres descarriados.

Los giros de la historia son otro puntazo, con agujeros y golpes de timón absurdos, en donde todo parece suceder sin lógica. Es como si el texto hubiese sido montado con retazos de trabajos escritos por guionistas incomunidados entre sí.

Mención especial para el insidioso comentarista y sus ridículas reacciones y diálogos, el cual McTiernan usa de forma tan incompetente y cochambrosa que uno acaba pensando que, si hubiesen cercenado esos fragmentos y esa voz en off, la película habría ganado algunas décimas. Huelga decir que esta película destroza la suspensión de la incredulidad del espectador a los pocos minutos, obligándonos a mirar el reloj varias veces para ver cuándo acaba el dichoso pestiño.

Reno y McTiernan en un ejercicio de incompetencia manifiesta, con diálogos predecibles, situaciones que causan vergüenza ajena y exhibición gratuita de tetas al estilo de las películas de Ozores.

En serio, la condená es mala como ella sola.
Indalecio2
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20 de abril de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película "Rollerball" de 1975 fue brillante porque, aunque era violenta, era bastante profunda y tenía mucho que decir sobre la humanidad: nuestro amor por la violencia y la facilidad con la que podemos ser guiados y controlados en los deportes. Esa película fue brillante en muchos niveles. Entonces, algunas cabezas muy listillas pensaron que era una gran idea actualizar la película... haciendo una nueva versión que eliminara todos los maravillosos comentarios sociales y nos dejara con violencia y poco más.

Al principio de la película, pude ver por qué a muchos espectadores no les gustó esta nueva versión. El juego cambió casi por completo. En lugar del juego relativamente simple estilo roller derby, este incluye rampas, túneles y explosiones. Pero lo que me llamó la atención fue lo confuso que era el nuevo juego... ¡y el locutor incluso dijo que el juego era demasiado complicado para explicarlo! ¿Esto no preocupó en lo más mínimo a los realizadores? Además, la película presentaba todo tipo de jugadores excéntricos, con sombreros de bufón de la corte, máscaras de dragón y demás chorradas. Es extremadamente hortera, la verdad.

La conclusión es que si la película original nunca se hubiera hecho, "Rollerball" (2002) seguiría siendo una mala película. Pero a la luz de cuánta gente amó el original y lo bien elaborado que estaba, ver esta película seguramente frustrará a la mayoría de los espectadores... especialmente a mí, que me ha causado una mala leche que no veas.
Shulk
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28 de febrero de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jonathan es un joven que vive por y para los deportes. Sobre todo si son deportes de riesgo. La vida de Jonathan dará un vuelco cuando, después de un descenso por la ciudad con persecución policial incluida, acepta la propuesta de un antiguo amigo suyo. Entrar a formar parte de un equipo que participa en un arriesgado y violento juego llamado Rollerball.
Hablar de lo bueno que tiene esta película es hablar, y siendo generoso, de los primeros minutos de la misma. Una vez Jonathan entra a formar parte del equipo de Rollerball, la cinta se precipita hacia un abismo hondo, realmente muy hondo. Esto duele porque estamos ante un remake de una buena película de 1975. Y aun duele más cuando ves quien está como director y productor. John McTierman, el mismo que firma otras magníficas películas como La jungla de cristal, Depredador, El último gran héroe y otras cintas de acción de finales de los ochenta y los noventa. Parece que esté montada siguiendo un estilo característico, con planos intercalados, una obsesión por mantener en movimiento la cámara, pero eso solo lo borda Tony Scott. Aquí ese estilo solo consigue marear y producir dolor de cabeza. Más, si lo unimos a la música que nos acompaña durante toda la película. Yo no soy fan del heavy metal, pero lo tolero. Ahora bien la única manera de no acabar con los nervios crispados por la música es bajar el volumen. Lo que produce que sea más difícil seguir el diálogo de los personajes. En una película normal, eso sería una locura, pero con los diálogos tan sosos que nos brindan. Con esos personajes tan estereotipados y una trama que solo se explica como inverosímil no es ningún problema. Solo me falta poner en su sitio a los actores que aparecen. Ninguno de ellos ha tenido un futuro brillante después de esta película, y es que a cualquiera le lastraría una carta de presentación que la incluya.
Solo me atrevería a recomendarla a gente que le guste la música que aquí podemos encontrar y no necesite argumento coherente para divertirse mientras pueda ver a gente partirse la cara por dinero. Por lo segundo aun es fácil encontrar a alguien, pero que sea capaz de soportar el asalto al que te someten con esa música no creo que sea posible. Al menos siempre nos quedará el original.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
dragoner
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28 de febrero de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siendo yo pequeño descubría la obra original la cual se realizó a finales de los 70 más o menos.
La recuerdo como una obra adulta, original y directa. Cuando la volví a ver, a pesar de los años y ser más consciente de determinados errores, me continuó pareciendo interesante.
Luego dijeron que habría un remake. Y yo aún lo busco.
Ya que no tiene casi nada que ver. Le han quitado todos los matices y han puesto morralla de segunda para compensar.
El guión inexistente. Las historias dentro de la historia no tienen ni lógica ni gracia.
Los actores de muy bajo nivel. Cool J. esperas ver que aparezca en obras así pero el amigo Jean... Es para darle un aprobado justito y más con el corazón que con la mente. Lo de Klein es para darle un "razzie"a perpetuidad.
En fin le pongo un 2 por el aprecio que le tengo a Jean Reno y por ver ligera de ropa a Rebecca Romjin.
FOR8NER
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19 de marzo de 2010
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy por debajo de su original nos encontramos con un remake que solo se puede destacar por el desnudo de Rebecca Romijn-Stamos. Reno realiza uno de sus perores papeles en un film que narra como un chico decide emprender fortuna en un deporte llamado rollerball, peligrosa y salvaje version sobre hielo del hockey. La trama resulta un laberinto para los protagonistas que al darse cuenta del peligro no pueden dejar de jugar. Las reglas nunca se llegan a entender y las escenas rozan el absurdo. Destaca la banda sonora y su corta duración.
pedro
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