Episodes (Serie de TV)

Episodes es el Barton Fink hecho serie. Es la primera comparación que se puede hacer. Salvando las distancias, esta pareja de británicos llegados a Hollywood para reeditar su éxito con un remake de su serie recuerda al mítico Barton Fink, llegado a Hollywood después de un gran éxito en Broadway para escribir una película de serie B de lucha.

El punto de partido es similar, el humos es diferente. Los Coen apostaban por el toque de la casa: lo irracional. Episodes se basa en humor muy británico, al estilo The office o Extras. Es un humor incómodo, de media sonrisa más que de carcajada, con escenas muy largas, a la vez que memorables y patéticas, porque en parta se basa en eso, en el contraste, de lo urbanita (Londres) a lo hortera (Los Angeles).

Pronto llegan los problemas: cambios en la idea de la serie, el desarrollo, la situación, el actor principal con Joey haciendo de Matt LeBlanc o Matt LeBlanc haciendo de Joey, siendo ése uno de sus puntos fuertes, un Le Blanc riéndose de sí mismo en medio de una crítica despiadada a Hollywood y sus productoras.

Le falta algo. Quizá esa mala leche que alguien ha nombrado, aunque en la segunda temporada suben un poco en este sentido, quizá el fallo esté en que se convierte en monótona a ratos. Lo cierto es que a mí no me ha llegado. Matt LeBlanc se confirma como Joey, el encasillamiento no tiene marcha atrás. Lo cierto es que este actor no ha servido para otra cosa más que para ese personaje; es más, hasta cuando hace de él mismo sale el Joey de "Friends". Y no dejaré de reconocer que en algunos momentos tiene su gracia, pero se repite más que el ajo. La pareja de guionistas comienza con ese humor británico tan característico deviniendo a posteriori en dos actores más de una serie americana cualquiera. Y por allí, en medio, una retahíla de secundarios con los roles bien asumidos y bastante repetidos en cada episodio (para que nos quede claro): destacaría a John Pankow que, como Merc Lapidus, pone un poco de originalidad y diferencia a todo lo anteriormente nombrado.

La serie es mala: mala de guión, escasa de ideas , llena de topicazos y para colmo bastante soez. Sin embargo las actuaciones de Tamsin Greig y Stephen Mangan son muy buenas (sobre todo la de este último) es como ver teatro y sólo, solo por ésto es por lo que se puede ver la serie.