Segunda piel

Intensa y pasional. Al contrario de opiniones varias no creo que trate el tema bisexual, sino el homosexual. Una homosexualidad oculta, mal llevada, llena de temores, remordimientos y engaños, por parte de Alberto. Al contrario de Diego, quien la tiene asumida y la vive libremente, a la vista de todos. Papel difícil el de Elena, enamorada de su marido homosexual y del que no recibe la pasión deseada. Precioso final, el del los dos viudos, de un mismo amor.
No me parece morbosa como afirman algunos. El tema está tratado con ternura y respeto.
Los actores sublimes. No precisan de la palabra para mostrar su amor, sufrimiento, amargura, deseo. En definitiva muy recomendable.

¡Lo que hace tener un gran actor que tire de una película! En este caso es Javier Bardem que consigue un viso de realidad de esta absurda, sórdida y lacrimosa historia, gracias a cada plano en el que sale. Es capaz de sacar todos los matices de un hombre al que le gusta vivir y quiere vivir feliz. Jordi Mollá está histriónico, sus gritos, sus aspavientos y su carita de no haber roto nunca un plato, hacen increíble el personaje. Ariadna Gil está muy bien en su papel de mujer engañada, pero enamorada. El director sabe aprovechar lo que estos actores dan y sabe donde colocar la cámara para que el espectador sea un observador objetivo. Pero falla algo, y es el guión. Claro, siendo Ángeles González Sinde la guionista no cabría esperar otra cosa más que simpleza y superficialidad. El tema, hombre casado que se enamora de otro hombre y engaña a su mujer, si es interesante, pero no la forma en que está escrita la historia, lineal y procurando no cruzar a los personajes para que los diálogos no se compliquen. Para ver y olvidar. O la mejor no puedes olvidarla porque Bardem se te ha calado muy hondo.

La interpretación de Javier Bardem es de 12 sobre 10. Las de Jordi Mollá y de Ariadna Gil son de 10 sobre 10, sólo por eso merece la pena ver esta película.
Pero además es una película de sentimientos, de contradicciones, como es nuestra vida, de luchas contra lo imposible, de amor a pesar de las dificultades, de todo eso que adorna la vida profunda de las personas no convencionales.

Valiente película sobre un hombre(Jordi Mollà) que se debate entre el amor que se siente por su mujer(Ariadna Gil) y por otro hombre(Javier Bardem). Excepto Almodóvar no creo que ningún otro director español se haya atrevido a tratar un tema así y Gerardo Vera le supera.

Pocas veces el trío protagonista funciona tan bien. Javier Bardem, yo creo que en esta película hace su punto de inflexión, consigue matices de voz no conseguidas hasta este momento. A Jordi lo considero un excelente actor, si no se da a excesos, aquí está muy sobrio. Ariadna Gil se conoce el papel de mujer sufridora a la perfección, lo ha interpretado demasiadas veces, siempre muy bien. Cecilia Roth y Mercedes Sampietro acaban de darle todavía más empaque al elenco.

Sorprenden las escenas de sexo entre los protagonistas masculinos por lo explícitas que son, porque no estamos acostumbrados, aunque otras rozan la cursilería. Éste me parece el peor defecto del film. También esperaba que ahondaran un poco más en el personaje de Jordi Mollà que tiene otros dramas personales muy profundos que se tratan muy superficialmente y que habrían redondeado el resultado.

Javier Bardem y Jordi Mollà salvan este drama en que Ariadna Gil, por no variar, no mueve un músculo facial ni que la maten. Guión vulgarcillo, vuelta de torna sobre el tema de la homosexualidad, pero al fin una película digna y un triángulo amoroso que da que pensar...