Cielo de octubre

Vale que tanto podría haber dirigido el film Joe Johnston como Ron Howard o que la historia sigue modelos de eficacia probada un tanto vistos, pero la claridad con la que está contado todo, ciertos momentos logrados, un eficaz estilo visual clásico y un plantel de actores harto eficaces (los jóvenes y los maduros) hace que el film se vea con bastante agrado.

Un buen trabajo de artesano del cine.

El 4 de octubre de 1957, el cielo nocturno, que, nunca, antes, había sido alcanzado por la mano del hombre, se vio alterado por el paso del primer satélite Sputnik. Podía ser visto por toda la especie humana, a lo largo y ancho del planeta Tierra. Cuatro adolescentes de un pueblo minero americano, tras verlo pasar, se proponen construir un cohete y ganar un concurso científico nacional, apoyados por su maestra Freida Riley. La película explora una parte, muy pequeña, de la biografía de Homer Hickam (ingeniero de la NASA, escritor de ciencia ficción, etc) recordando, como, él y otros tres jóvenes, lucharon por este galardón, construyendo un cohete casero, bastante digno, tras, muchos ensayos y fracasos.

El padre del protagonista, el director del colegio, y, el sector más tradicionalista del pequeño pueblo se mofan de los chicos del cohete. Sus sueños no son más que fantasías que nunca les darán de comer. La vida real se impondrá, como siempre ha sido en Coalwood. El destino final de todos sus jóvenes, será la mina, el infierno del subsuelo, al que hay que aprender a amar, como lo hace el padre de Homer. Sin embargo, otra parte del pueblo, ayuda al proyecto de los jóvenes, sin demasiada convicción, compadecida y alentada por el entusiasmo y la perseverancia de los muchachos. La confrontación padre e hijo adquiere una extraordinaria densidad, gracias a dos magníficas interpretaciones, y, a un guión, que cuenta, con información real, de primera mano. Es lo más universal de la película, junto al recuerdo de la conmoción, que produjo: la hazaña rusa.

No obstante, debido, a macro cambios apócales, la capacidad de soñar de los chicos del cohete de Coalwood será el motor de la vida real, cuando ellos tengan la edad de sus padres. Aquellos jóvenes tuvieron la suerte de soñar en la buena dirección. A aquella generación le ha sucedido aquella que creyó en la era digital, fruto, en parte, de la tecnología, que, desarrolló, la generación de Homer Hickam. Sin embargo, los conflictos generacionales, magníficamente, llevados a la pantalla, por un plantel de actores, que se cree sus personajes, siguen, muchas veces, siendo los mismos, de edad en edad, a pesar de los cambios. El padre, sin embargo, no se equivocaba del todo, no siempre la capacidad de soñar se convierte en motor de la vida real. Ante la crisis actual ¿qué pasará mañana? ¿Qué será de la capacidad de soñar de los jóvenes de nuestra época?

Genial película que narra la historia de un joven (Homer) que se atrevió a soñar en un pueblo donde el único futuro posible era estar en una mina. Poco a poco y con la ayuda de otras personas, consigue superar las diferentes dificultades que le van apareciendo. Es muy interesante la evolución de la relación de Homer y su padre, quien no entiende la afición de su hijo por los cohetes y la ciencia.
Hay momentos muy emotivos; especialmente para gente que, como a mi, nos encanta todo el tema del espacio y la ciencia en general.

Magnífica película ambientada en la época pre-espacial, desde el punto de vista de un niño que crece soñando, con hacer volar su propio cohete. Atrapado entre un padre autoritario y capataz de una mina de un pueblo de la norte américa profunda, donde se heredan los empleos de padre a hijo, lucha por hacer realidad sus sueños, contra todo y contra todos. Entretenida de principio a fin, argumento solido y viable que hace creible todo el film.
Muy recomendable

Vi Cielo de octubre en dos partes. Empecé la película y a los 25 minutos tuve que dejarla.

Tenía ganas de terminarla a la noche siguiente, esos 25 minutos me habían gustado mucho, la película me estaba entreteniendo y me fastidió tener que dejarla. No sabía cómo seguiría a partir de esos 25 minutos pero esperaba que mantuviera la línea inicial.

No fue así.

La película empieza a decaer y no llega a ser lo que parece en su primer tramo. Pero lo peor, lo que menos me gustó de Cielo de octubre, son los tópicos que se empeñan en meter una y otra vez en películas de este tipo:

- Director malo.
- Profesor bueno que confía en sus alumnos.
- Padre cabrón que no acepta lo que quiere su hijo.
- Conversión del director.
- Conversión del padre.
- Chico marginado.
- Romance juvenil.
- Putos discursos asquerosos.
- Putos aplausos asquerosos a los discursos asquerosos.
- Putas frases asquerosas que la gente se dice a sí misma del tipo: A por ellos Homer.

Aún así llega a ser más o menos entretenida. No es lo que me esperaba con el prometedor inicio, los tópicos son infumables, el ritmo decae, pero si superas esto se deja ver.

Podríamos haber tenido una mejor película porque la historia es buena y se presta a ello. No obstante, el resultado que vemos en Cielo de octubre es, pese a sus defectos, bastante aceptable y no siento que haya perdido el tiempo viéndola.