Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto

Puede que estemos ante una gran historia, que por culpa de pequeños detalles no me terminó de convencer, la puesta en práctica de la violencia en muchos casos es bastante cutre, pareciendo una parodia, sobre todo al comienzo. Pero ante todo, una banda sonora deleznable, creo recordar que nunca una banda sonora tuvo tantas repercusiones negativas en mí, ya que no suelo fijarme demasiado en ésto al visionar una película.

Por otra parte, tenemos a una gran Victoria que saca adelante la historia de una forma soberbia, gran parte del mérito es de ella solamente, en cambio de Federico Luppi ya no se que decir, todos los papeles de él me parecen iguales, mismo tono de voz, misma expresión de cara, en todas sus películas me parece el mismo personaje y hace el mismo trabajo.

En el spoiler dejo alguna secuencia que me hizo bajar la nota. Como digo son pequeñas cosas que no empañan un buen guión.

Y todavía me pregunto en qué momento el cine español dejó de encarnarse en la enormidad de un personaje sin temor a sobrepasarse. No sé en qué momento sucede esto pero sí tengo claro que no fue en este maravillosa película del "TAno" que no solo cuenta con un peso interpretativo que dirige la trama a través de sus personajes tanto principales com los meros figurantes (que destacan en su particular aportación forjando un entorno más real si cabe), sino que además consigue acercar al espectador a una situación vital que no deja de ser comprensible y empática a pesar de su desborde realista. El ritmo, los planos, la música, y sobre todo ELLAS y ellos hacen del film un viaje hermoso a la desesperación que provoca la impotencia de ver y no poder ayudar.

Esta sensacional película presenta varias características a comentar: la primera y sorprendente, es una ópera prima. Su director y guionista debutaba a lo grande (prodigioso en ambas facetas) con este relato durísimo, hondo, que impactaba como un puñetazo en el asombrado espectador.

En segundo lugar, la cinta, en la que hasta el título es muy bueno, fue la gran triunfadora de los Goya de esa edición, como era más que merecido y evidente, pero es más bien años después una película de culto, muy apreciada en círculos de la crítica especializada, pero que habitualmente pasa desapercibida cuando se hace memoria de nuestros mayores logros artísticos.

Todo en ella se conjugó para hacerla tan especial, pues también estaba fenomenalmente interpretada y montada. Emotiva, siempre interesante, con una escena inicial que ya te dejaba preparado para lo que se te venía encima, una obra mayor del cine Español.

Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto es un homenaje a aquellas mujeres que sufren en su interior, a aquellas mujeres que se prostituyen porque las vida no les ha tratado bien, a todas esas mujeres anónimas que la vida les ha llevado por caminos erróneos y equivocados.
Victoria Abril se encarga de interpretar a esta mujer perdida en el mundo que se encontrará cara a cara con un mundo de mafia y perdición, un mundo en el que la muerte no perdona, el mundo de la mafia cruel y sin piedad.

La película no es mala pero si un poco irregular, la interpretación de Victoria es simplemente fabulosa y genial, la siempre controvertida actriz española ha sido capaz de mostrar su gran talento con escenas bastante comprometidas y delicadas, escenas de sexo, prostitución, alcoholismo o incluso violencia extrema, todas esas cosas muestra Victoria Abril en esta película intensa.
Intensa, pero quizás eso se deba a la gran intensidad en la interpretación de la gran actriz española, una actriz muy infravalorada por el público español y es que este público no es capaz de ver más allá que tetas y coños y no es capaz de ver la gran dificultad en la interpretación de escenas tan comprometidas como las que interpreta Victoria Abril.

Una película buena pero irregular en el guión, todas los actos cometidos por Victoria Abril son lógicos y muy bien interpretados pero el desenlace estropea el buen ritmo de la película, desenlace que más tarde comentaré.

La música, un buen acierto, da a la historia ese toque de historia negra sobre la mafia, la dirección, correcta, sin mucho más que decir, la ambientación muy buena, aunque parece que no esté muy pensada, Nadie hablará de nosotras...muestra a una España machista, un España dorada bastante falsa, donde el paro está al orden del día y donde el machismo es el pan de cada día, una España obrera donde son cuatro los que se aprovechan de tal situación.

Un lujo el poder ver a Victoria Abril en este papel pues resume todas esas escenas comprometidas que ella sabe llevar a la pantalla con una naturalidad impresionante.

Sorprendente y vibrante debut en la dirección de Agustín Díaz-Yanes ("Sin noticias de Dios", la recién estrenada "Alatriste"), con un intenso drama de intrigas mafiosas varias interpretado por una inmensa Victoria Abril (quizá su mejor papel), una soberbia Pilar Bardem y un muy correcto Federico Luppi. Aunque la subtrama del gánster de Federico Luppi no termina de casar con el realismo dramático y crudo que caracteriza la historia principal, la cinta absorbe al espectador gracias al magnífico trabajo de dirección de Díaz-Yanes, quien la aborda sin demasiados excesos ni efectismos, consiguiendo incomodar (en el mejor sentido) e impactar al espectador a partir de hechos duros y violentos (no por la sutileza, como en "Solas", por ejemplo), y entregar al público un relato que puede que, además, le resulte terriblemente creíble y cercano. Recomendable.