Padre nuestro (Sangre de mi sangre)

Interesante filme de denuncia social que trata el problema de la inmigración dentro de un marco realista con una historia dramática y, a la vez, con toques de thriller.

Dos inmigrantes ilegales, Pedro y Juan, cruzan en camión la frontera con esperanzas de encontrar una vida mejor en Brooklyn. Uno de ellos, Pedro, tiene a su padre trabajando allí, pero Juan, que no tiene a nadie no dudará en "robarle" su identidad para hacerse pasar por él. Intentará convencer al padre de su compañero de camión de que él es su hijo para obtener cobijo y comida, mientras el verdadero hijo busca a su padre sufriendo la represión y el desprecio de una sociedad que no entiende su idioma o, mejor dicho, no quiere entenderlo.

Zalla consigue una atmósfera cargada de tonos oscuros y nos muestra un Brooklyn sucio y perdido en una especie de bruma incómoda y hostil por donde transita y malvive Juan, contrastando con los paseos de Pedro por Times Square. El excelente trabajo de los actores suma puntos a la sensación de realidad que desprende la cinta, una realidad angustiosa y dura que hace de marco inmejorable para una narración donde el suspense se hace protagonista y los clichés se rompen en añicos, sobre todo en el final.

En algunos momentos se hace un tanto difícil seguir la jerga mexicana de los actores, con tanto "wey", "weon", "pinche", "pendejo"... pero no es difícil entender el contexto y se perdona el excesivo uso de ese realismo callejero en el lenguaje, pues acompaña muy bien al tono general de la película.

Una buena muestra de cómo hacer un debut y llevarse al mismo tiempo el premio del jurado del Festival de Sundance. Merecido lo tiene.

Ya antes de sentarme a ver esta cinta, tenía buenas referencias sobre ella, me habían comentado que la visionara, que sin duda me iba a gustar, que tenía un gancho especial, pues bien...
Ello me llevó a verla con gran entusiasmo, y ... terminé de verla muy contento por la recomendación.
La película nos cuenta la historia de Pedro, un muchacho mexicano que huyendo de un pasado turbio, decide infiltrarse en un camión que transporta inmigrantes mexicanos para ser introducidos en Nueva York (Brooklyn). Con la intención de empezar una nueva vida y buscar a su padre, Pedro conoce durante el trayecto a otro chico de su misma edad llamado Juan.
El propósito de Pedro, no va a ser un camino de rosas y tendrá que enfrentarse a enormes obstáculos para conseguir su propósito.
¿Podrá Pedro empezar esa nueva vida olvidando su pasado y reencontrarse con su Padre?

Largometraje que trata la dureza de la inmigración y el desafío que supone para muchas personas dar este paso que por circunstancias múltiples deciden adoptar.
Nos muestra la necesidad muchas veces de que el ser humano necesita tener a alguien cerca que nos apoye y nos dé fuerzas para salir adelante. Pelícual real, cruda y con un convencimiento claro y óptimo de lo que el director desea transmitir.
Expectante, triste pero repito, ¡real!. Una historia capaz de sorprender al espectador en muchos tramos de su ejecución.
Buena interpretación de un desconocido reparto mexicano.

Conclusión: digna y casi obligada para cualquier cinéfilo de un cine no comercial, pero no por ello, latente, eficaz y fantástico.

Mi nota es de un 7,5 sobre 10

Meritísimo trabajo profesional de Christopher Zalla, ya al escribir esta historia ya al dirigirla.

Se trata de una narración severa, dura, que produce arañazos en la conciencia de quien la oye y contempla, acerca de emigrantes mexicanos sobreviendo en el submundo de los sin derechos de una de las grandes urbes de EE.UU.

Magnífica la interpretación de Jesús Ochoa, en su papel de Diego González, hombre gordo, trabajador, solitario, padre sin saberlo, emigrante friegaplatos; sin duda toda una interpretación merecedora de cualquiera de los grandes premios que se otorgan a los actores cada año en el mundo.

El desenlace es tan genial, que puede situar a esta obra en el mismo nivel de las famosas tragedias griegas de todos los tiempos.

¿No podía haber pensado en un título menos manido y tan poco original?

Pedro viaja a Nueva York lleno de optimismo, con la idea de mejorar en todos los sentidos su vida.
Busca a su padre pero, antes de encontrarlo, le ocurren algunas cosas con las que no contaba.

Ningún personaje es lo que dice ser, salvo Pedro, pero a él no le entienden, porque no sabe inglés. Por eso espera encontrar la solución a sus estrecheces económicas y encuentra un chasco detrás de otro.

Conmueve este chico "puro" en medio de tanta impureza y aterra la gran urbe, devoradora de hombres y de sueños.

Una historia llena de sobresaltos sociales y emocionales.