Enemy

Una sucesión de imágenes aparece ante ti, y conforme avanza la película, entiendes que hay algo extraño, pero no entiendes nada más, es entonces cuando tras los créditos finales piensas y piensas y cuando toda esa complejidad estalla en tu mente y comprendes de que va la trama, entonces todo será completamente distinto, y claro, BRILLANTE.

¿Que la hace espectacular?. En este caso vamos un paso por delante de Villeneuve, de Gyllenhall, de la banda sonora, de la imagen sepia... Vamos hacia donde aparecen las metáforas, las ideas, la psicología, la sensación de que películas así hay pocas, no todos están preparados para ellas, pero nada más aparecer son de culto, y no es de extrañar... No quiero imaginarme haciendo el corte definitivo de este PERFECTO PUZLE. Esta perfecta película, que pasa de ser sencilla, a ser una obra de arte única y exageradamente pulida.

La capacidad que tiene la película para transportarte a la crisis del protagonista es un logro incomprensible. Ejecutar una película de tal manera que explore un fenómeno psicológico es un movimiento muy audaz y debe ser cuidadosamente elaborado, como es el caso. La caracterización del ego de los diferentes protagonistas y las representaciones simbólicas son unas características que te hacen disfrutar de esta historia tan atractiva y absolutamente impresionante. Multitud de enfoques y piezas que están extendidas a lo largo de todo el cortometraje, en donde cada dialogo o acción es una pieza que durante el trascurso de la película vas encajando una con otro.

Algunas personas pueden no gustarle por esas mismas razones, un exceso de pensamiento, incredulidad y desconcierto de coger la trama. A mi personalmente me encantan este tipo de películas que te hacen pensar tanto durante como después. Sin duda un estilo diferente que rompe con lo cotidiano que últimamente vence en las taquillas, acción, acción y mas que acción. En esta obra la acción ocurre en tu cerebro. Un buen argumento lo que hace que esta película se convierta en una de mis favoritas.

Magnífica, solo asi se puede describir a esta "Enemy", posiblemente el mejor trabajo tanto de su director (Denis Villeneuve) como de su protagonista (Jake Gyllenhaal), Enemy es una película preciosa visualmente, con una trama atrapante y muy compleja, que sirve de punto y final (al menos por ahora) de la desconocida etapa canadiense del genio Denis Villeneuve.

Adam (Gyllenhaal) es un profesor de Historia que vive con su novia Mary (Mélanie Laurent) y lleva un ritmo de vida monótono y aburrido. Un día viendo una película descubre a un actor identico a él, el encuentro entre ambos cambiará sus vidas para siempre.

Todas las marcas de identidad de este genio llamado Denis están presente: El uso de los colores en la narración, el contraste entre la luz y la oscuridad, su gusto por el detalle y su soberbia dirección. La historia es atrapante desde el inicio y cuando la termines te dejara maravillado y preguntando que acabas de ver; y no hablamos de las actuaciones, Gyllenhaal esta soberbio, como siempre.

En resumén, posiblemente el trabajo más brillante tanto de Villeneuve como de Gyllenhaal que no está hecho para todo tipo de público, pero eso no impide que sea una obra maestra y el broche de oro a la etapa canadiense de Denis, sus proyectos venideros le consolidarán como uno de los grandes del cine contemporáneo.

Fiel exponente del cine de Villeneuve, es ENEMY una película bien rodada y, en ciertos momentos, inquietante.
El inicio recuerda un poco a Eyes Wide Shut, pero el resto de la historia, fuera del amparo de Kubrick, aun con alguna otra referencia remota, se mueve, y brilla, con una luz propia. Jake Gyllenhaal, que es un actor descomunal, está perfecto en su doble vertiente, y Mélanie Laurent, la Shosanna de Malditos bastardos, hace casi más de lo que puede, que es más de lo que cabía esperarse. A Isabella Rossellini, de otro lado, no le queda bien la papada.
Tiene un planteamiento bárbaro, ENEMY, y da para pensar un rato. Y para pensar, también, acerca de lo canadiense y de lo español. En esta piel de toro nuestra, si alguien descubriera que tiene un doble exacto caminando por ahí entre el pueblo soberano, se moriría de risa, y nunca de desasosiego.
Creo yo, vamos.

El comienzo ya te dice algo, pero no te aclara nada, desconcierta para crear esa atmósfera muy dada en los thrillers más punteros y con más taquilla, así son las películas que más gustan siendo realistas. Crea tensión, todo el rato está creando y creando hasta con la banda sonora lo teje y a raíz de ello se forma la incertidumbre para así ya por fin captar la atención absoluta. Porque la captación es desesperante, agobia y angustia, no esperas tanta y te termina enloqueciendo. En esta película existe un antes y un después.
El antes es la monotonía, el automatismo y la rutina ya trillada de un simple e humilde profesor que ni sus alumnos ni él mismo se escucha...un bucle sin más aspiraciones, hasta que un día a través de una inocente recomendación de un compañero de trabajo ve una película....¡ahí empieza el después!
Es una trama surrealista y rayante, muy metafísica que te da que pensar...sí, lo sé... como muchos dirían "rollo Lynch", pero odio las comparaciones y por mucho thriller americano que sea y no llegue a dejar mucha huella en la posteridad es una buena película y aunque a muchos les pique es para cinéfilos exigentes no para elitistas claro está.
Jake la da un aire diferente y ¿por qué no decirlo...? Jake la hace perfecta y desde ese punto de vista ya tenemos mucho tramo conquistado y se le puede llamar peliculón, y también por Mélanie Laurent que no es para menos, esta actriz siempre ha aportado un encanto especial en todas las películas que sale, tiene mucho poder y talento y un..."je ne sais pas quoi" que nos vuelve locos/as.
¿El final? jajaja no lo sé, pero...¿el principio? pues eso...apliquen la imaginación, la filosofía, la metafísica...lo que quieran, yo simplemente me limitaré a recomendarla.