Entre copas

El vino y la vida van de la mano en esta gran obra .

Cuando alguién se saca de la chistera a un tal Paul Giamatti, conozible secundario de nombre desconozido y lo convierte en un actor con mayúsculas, recordando al mejor Lemmon ó Nichols, es que dispone de un buen guión.
Un guión con largos diálogos, con sustancia, originales, creibles.
Los planos aguantan el paso del tiempo sin hacerse eternos. La luz entra por la cámara a su antojo, sin necesidad de depurarla en el estudio. El montaje no mutila la expresión de la cinta. Los personajes se vuelven vulnerables y sensibles.
Silencio, se rueda.
El éxito viene solo.

Coincido con los internautas que le han dado mala nota a este bodrio de película, mucha razón en que seguramente más de uno dice haberle gustado sólo por parecer profundo. A los que realmente les haya parecido buena la película les respeto pero no puedo estar más en desacuerdo.
Una película tremendamente aburrida, que no tiene gracia, no tiene ritmo, no tiene personajes interesantes, no tiene apenas argumento, curiosamente lo único que tiene son premios.

Si no tienes ni idea de vinos lo mejor es que no vayas a verla, porque te parecerá un aburrimiento tremendo. Y que conste que me gusta el cine independiente norteamericano y no las grandes producciones por lo general, pero a esta película no hay por donde cogerla. Los diálogos me parecen absurdos. No aporta nada.
Quizá no sea tan mala, pero después de haber escuchado tanto comentario favorable, te da la sensación de que ni muchísimo menos era para tanto. Y creo que a los que la califican como obra maestra ni siquiera les gustó pero quieren aparentar intelectualidad.
Viva el Casón Histórico!

Puede que la fotografía sea buena. que los actores lo hagan bien (algunos de los comentarios que he leído), pero a mi personalmente me defraudo, no la terminé de ver. Un guión brillante he leído también pero muy limitado en mi opinión, porque por mucha metáfora que haga de la vida a través de los vinos, pues sino entiendes de ellos la película no te dice nada, a la hora de ver como los protagonistas hacian diserciones sobre sabe dios cuantos vinos conocidos me rendí. Si ahora en España se hiciese una pelicula similar y les diese por comparar albariños, riveiros, riojas, sidra, manzanilla, etc, vamos a ver quien la entendería fuera de aquí...