El caballero oscuro: La leyenda renace

10/10

Christopher Nolan concluye la mejor trilogía cinematográfica de los últimos años de la mejor manera que únicamente era posible. Sólo él y su equipo podían conseguirlo. Para eso volvieron y eso es lo que han entregado al público. Es el final de la historia argumental de toda la trilogía, terminada y contada de una manera ejemplar y sin traicionar a nadie ni nada de su argumento. No osbstante, tal y como pasaría con El Caballero Oscuro cuando sucedió a Batman Begins (se la notaba más madura, más experimentada, pero cambiaba el género de superhéroes para contar una historia diferente), La Leyenda Renace no comparte el mismo tono exacto de su predecesora. Es diferente desde el principio. Siempre complementaria e irremediablemente necesaria a la saga, pero no comparte ni el frenetismo ni la locura electrizante de la anarquía del Joker. Es otro mundo diferente. Es una aventura nueva que ha venido a contar el final del arco argumental de Batman/Bruce Wayne. Y, juzgándola desde ese aspecto, es facilísimo y de absoluta justicia comprobar que Nolan no ha decepcionado. Lejos de decepcionar, se ha superado una vez más, dejando el listón tan alto como su legendaria predecesora (una de las mejores películas de todos los tiempos, sin dudas) y despidiendo a Batman como ha de hacerlo: haciendo que se convierta en más que un superhéroe... En un símbolo.

El cineasta mae in Britain expone sus colores por fin. Tanta pretensión con tan poco calado le ha acabado por pasar factura. Batman es Batman. Un personaje de cómic. Y en este filme no ha habido más narices que mostrarlo como es: un héroe de comic book.

Porque no ayuda que una sadocyberpunk Hatahaway pasee su turgente culamen en el batpod, que Bane crea ser un caudillo postmoderno en tiempos de globalizada crisis económica con máscara de Mortal Kombat o que Wayne sea el único personaje envejecido del cast.

Hay demasiadas pelotas en juego. Demasiadas propuestas, ganas de abarcar, tamaño, duración... y eso lleva a numerosas laxitudes narrativas, trucos un tanto bajos de guión (y no muy sutiles), elipsis considerables (semanas en las que nadie hace nada en Gotham, persecuciones que pasan de diurnas a nocturnas en menos de la que canta un gallo, un cuerpo de policía incapaz de ver cientos de explosivos por doquier o de parar a una moto que pasa ante sus anrices... entre otras lindezas).

Tampoco ayuda que Batman en luz de día de algo de penica, que la segurida de I+D de Industrias Wayne sea de risa, que una "épica prueba de voluntad" con metafórica intención se resuelva con una revelación digna de un bebé destetado o que cada puñetero personaje tenga que tener algo que hacer en cada minuto, aunque sea a meudo harto risible y cuasi innecesario.

Pero bueno, oigan. A toda peli actual made in USA de gran tamaño la pasan cosas así. Desde el nuevo Trepamuros hasta los Avengers.

El caso es que aquí ha incurrido en semejantes errores un cineasta que una abundante cantidad de gente around the world tiene en un pedestal de dimensiones kubrickianas.

A ver si esta peli les abre los ojos.

En primer lugar, por hacer un favor a aquellos con alergia a leer más de dos párrafos, voy a posicionarme claramente desde el principio:

1 - Soy muy de Nolan
2 - TDKR está un poco por debajo de su predecesora
3 - No es redonda pero es un peliculón

Ya podéis votar.

De la peli en sí voy a hablar poco, porque poco queda por decir. Nolan, como genio que es, tiene el marrón de no bajar el listón ni aunque le obliguen a hacer un remake de los Teletubbies. Había dos obstáculos que salvar: igualar o superar (imposible) lo hecho en El Caballero Oscuro (por poco, pero objetivo fallido) y dar un final digno a una trilogía que puede competir con hobbits, jedis, arqueólogos y ofertas que no se pueden rechazar (objetivo cumplido). La gente se enfocará en que falló en lo primero y se olvidará del espectáculo que sería ver las tres pelis de Batman seguidas. Pero si Messi o Cristiano marcan 70 goles en una temporada y en la siguiente 65, no son menos genios, al revés.

El guión no es tan perfecto como acostumbran los Nolan Bros. pero sigue siendo un relato a la altura únicamente de estos pavos cuyo primer regalo de Reyes debio ser una calculadora científica y un cuaderno de sudokus.

Las actuaciones sin embargo mejoran lo anteriormente visto, ya que las emociones de los personajes afloran como nunca (ver 10 segundos a Oldman y Caine cabreados y en desasosiego respectivamente valen más que filmografías enteras de actores que tú y yo sabemos)

Hablemos del villano. Bane no tiene la culpa de que el Joker sea tan absorbente y Tom Hardy no tiene la culpa de que Ledger fuera tan bueno. No están a la misma altura, pero están a la altura de lo que se pide.

Por último, Hans Zimmer hace la partitura, no sé que más puedo decir al respecto.

Los críticos y antinolanistas acudirán a su palabra favorita en estos casos: Hype. Muchos ni saben lo que significa pero es el comodín al que se agarran los que no soportan que cineastas actuales tengan la desfachatez de realizar una buena película que puedan disfrutar cinéfilos, gafapastas y palomiteros por igual. Si quieren hype (más cultural que mediático) vean algunos mal llamados clásicos.

Se pueden trazar muchas similitudes entre Batman y Nolan. Batman es el héroe que Gotham necesita y Nolan es el héroe que el cine requiere. Batman es humano y falla, su único superpoder es su convicción en algo; Nolan es humano y cae en algunos clichés (deus ex machina a punta pala, ahora estoy allí y ahora estoy aquí, romances súbitos, etc.) pero su voluntad e intenciones están por encima de estos fallos. Batman lucha por reconstruir la identidad de Gotham destrozada por mil villanos; Nolan luchó por reconstruir un Batman destrozado por Schumacher. Batman cree en los ciudadanos de Gotham (gothamitas, vaya tela) y Nolan cree en el espectador. Nolan dice que echara de menos Batman, pero yo creo que no tanto como Batman le echará de menos a él. Desde luego se haga ganado una buenas vacaciones en Florencia, pero espero que no sean muy largas, el cine necesita a su caballero oscuro.

Es la primera crítica que hago en esta página ya que hoy mismo me he registrado, y lo he hecho solo porque no puedo creer la gente que dice que esta película no está al nivel de toda la trilogía.
Los actores son espectaculares, TODOS, y están a la altura de la película. Es la que más acción tiene de las tres y no es un thriller policiaco como me parece la segunda parte. Es cierto que Batman aparece poco pero cuando lo hace es para dejarte con la boca abierta, la pelea con Bane en las alcantarillas es de lo mejor de la trilogía.

Poner un broche final digno en la trilogía del Caballero Oscuro se antojaba como una meta bastante complicada tras resucitar al hombre murciélago asesinado por Joel Schumacher, Clooney y Cia. (interesante "Batman Begins") y consagrarlo en la mejor película de superhéroes desde Superman ("El Caballero Oscuro").

Y en "La Leyenda Renace" Nolan consigue hacer la mejor de la tres, con un metraje cercano a las tres horas que nunca desfallece, con un mosaico de personajes que enamoran (Catwoman se lleva la palma), efectos especiales fantasticos y un guión solido con algún que otro as en la manga, llegando a un final que nunca deseas que llegue.

Algunos la tacharan de pretenciosa (que lo es) o de tramposa (que también). Pero nadie podrá decir que no es la mejor trilogía superheroica de lo que va de siglo. Y encima, al final, te deja con inmensas ganas de mas. ¿Que mas se le puede pedir a un blockbuster? Solo falto el Jocker... Y si, queremos la cuarta, Sr. Nolan.