La gran ruta hacia China

Directa, atractiva, misteriosa, dinámica, magnética y emocionante producción de acción y aventuras, en la que un experimentado piloto de aviación, debe encontrar en Asia a un empresario, inventor y aventurero que ha desaparecido sin dejar huella.

Brian G. Hutton, apuesta por una incursión en un relato de intereses e intrigas personales con poderosas dosis de suspense, acción y emoción.

La selección del reparto está a la altura del relato y cada uno de los diferentes personajes, presenta claros aspectos definitorios, que hacen comprender e intuir el desarrollo de algunas situaciones.

La presencia y carisma de: Tom Selleck y Bess Armstrong, junto a la estupenda banda sonora de John Barry, se convierten en elementos fundamentales de "La gran ruta hacia China".

Es una de esas producciones que enganchan de una forma rápida y que hacen que no puedas parar de querer verla hasta llegar a su desenlace.

Cada movimiento estratégico y decisión personal, se convierten en una toda una lección de aceptación y supervivencia con humor.

Suspense, osadía, violencia, paranoia y acción, van de la mano hacía nuevas vías de explotación del cine de aventuras para toda la familia.

La gran ruta hacia China;, queda como un desenfadado y emocionante relato de aventuras.

Sin llegar a ser una gran película, aunque discreta, cumple este film que aprovechó el carisma de Tom Selleck en armonía con la bonita Bess Armstrong logrando una buena química entre ellos lo que favorece al film. La trama se desarrolla a partir de la búsqueda de una joven rica de su padre quien debe encontrarlo antes que pierda toda su empresa en manos de su socio (un desperdiciado Robert Mosley), solo se sabe que fue a Afganistán. Juntos en dos avionetas recorrerán gran parte de Asia hasta llegar a China pasando todo tipos de aventuras, por supuesto hay situaciones bastante difíciles de creer pero están a tono con el objetivo de la película que no es mas que hacer pasar un rato divertido. Como perlita encontramos en un pequeño papel, también desperdiciado, a Wilford Brimley que como siempre es un gusto ver y está correcto. En síntesis es para ver si uno lo único que busca es entretenerse y pensar poco.