Tierra de María

Preciosa película que cuenta no una verdadera historia de amor sino una historia de Verdadero Amor. Valiente por tratar los temas que trata: en el fondo son siempre los mismos, en el siglo XXI y en el I: quién soy, de dónde vengo y a dónde voy.

Os lo digo yo, que acabo de ir al cine pensando que iba a ver una película, es decir, una obra cinematográfica de entretenimiento, y me he encontrado con un panfleto doctrinario tosco, aburrido, zafio y vulgar, sin ninguna gracia ni interés artístico.
La duda que me queda es a quién debo hacer responsable: si a la distribuidora de este bodrio, a la sala de cine, o a esta página de internet por encasillar esta bazofia en los géneros de comedia, drama e intriga.

Con una idea muy original, este filme explica –como nunca antes se había hecho– una serie de casos extraordinarios de "conversiones" a la fe de gente común, así como del ámbito del espectáculo o de la medicina, a la luz de la revelación Mariana ocasionada por el perdón, la reconciliación y el amor.
Conmovedora y reconfortante, esta cinta es algo diferente.

Un documental de testimonios de conversos al cristianismo, conducido a través de un argumento infantiloide, donde JM Cotelo, para mi gusto, sobreactúa con demasiado protagonismo. Es no obstante interesante escuchar los argumentos de los conversos y de como actúa la fe en sus nuevas vidas.
Bonitas escenas y panorámicas del Santuario de Medugorje y de Mostar.
En YouTube o en cualquier web católica se puede encontrar toda esta clase de testimonios, con la variedad sin tener que ir uno al cine.
De este director me gusto más, tenía más argumento y mejor hilvanada, "La Última Cima".

Cuando se habla bien de las cosas buenas, sin renunciar a la verdad pero respetando siempre a quienes no comparten nuestras creencias, ideas ni experiencias, e incluso respetando su libertad para criticarnos y rechazar nuestra visión sobre la realidad, entonces se hace muy sencillo compartir con otros aquello en lo que coincidimos e incluso aquello en lo que no existe coincidencia alguna.

Esa es la esencia de la nueva propuesta cinematográfica de Juan Manuel Cotelo en su "Tierra de María", y ese es el secreto de su éxito. Todo ello con un encomiable esfuerzo, y un deslumbrante despliegue de humildad, respeto y delicadeza. ¡Enhorabuena!

Por otra parte, añadir que no resulta nada fácil hacer real lo que a los ojos de la cara es invisible y no alcanzamos a escuchar con los oídos; Juan Manuel Cotelo logra, sin embargo, acercarnos a una realidad que es mucho más rotunda y cercana que la realidad material en la que vivimos diariamente inmersos.

Cuando, además, se trata de la Madre de Jesús, de esa Madre que es también tuya y mía, entonces se queda uno ciertamente sobrecogido por el logro de hacer patente ante el espectador, una realidad sobrenatural con la que no había contado jamás o con la que contaba sólo de tarde en tarde.

Por éstas y otras razones que guardo en aras de la brevedad, "Mary's land" es una película que no defraudará a nadie, se trate de creyentes o no creyentes, y como poco sembrará en el corazón de muchos la potente semilla de esa sublime bondad hecha hermosura que es para la creación entera la Virgen María.