El fin del mundo en 35mm (Masters of Horror Series) (TV)

Estimable episodio, muy por encima de la media, de la mediocre serie “Masters of Horror”, auspiciada por el abominable Mick Garris, individuo empeñado en destrozar el género de terror en general y las adaptaciones de Stephen King en particular. Bueno, centrándonos en estos 60 minutos de “El fin del mundo en 35 mm”, hay que reconocer que dentro de las restricciones presupuestarias de la propuesta, John Carpenter demuestra conservar su buen pulso, principalmente mediante un uso de la intriga realmente encomiable, más que no de la simple casquería (que la hay, vaya si la hay).

Un multimillonario excéntrico (Udo Kier) contrata a un especialista (Norman Reedus) en recuperar películas de culto perdidas, para que le consiga una copia de “Le fin absolute du monde”, film de terror experimental cuya única proyección pública conocida fue en el festival de Sitges (sic), con trágicos resultados: los espectadores enloquecieron y comenzaron a mutilarse entre ellos. Así comenzará la odisea en pos de la cinta prohibida, en un descenso a los infiernos en el que a medida que el protagonista avanza en su investigación, se verá más y más afectado por una influencia maligna...

En esta ocasión, y a diferencia de tantos otros episodios de esta serie, Carpenter sí demuestra ser un maestro del horror, manejando los mecanismos del suspense de manera fluida y efectiva y contagiándonos del morbo de querer encontrar y ver lo que hay en el susodicho film maldito, del cual solamente atisbaremos perturbadores retazos. Lo importante es que se siguen con sumo interés las andanzas del personaje principal, en un relato que te atrapa si eres buen aficionado al terror. Puede que se vea limitada por su condición de producto televisivo, que su resolución resulte algo abrupta, y que realmente no aclare el origen o la naturaleza sobrenatural del celuloide virulento, pero… ¿acaso no es más inquietante así?

Estamos ante la contribución de John Carpenter a la primera temporada de mediometrajes de la saga "Masters of Horror".
En ella se nos relata la historia de un joven que se gana la vida buscando peliculas raras para coleccionistas. En esta ocasión ha de localizar un film "El Absoluto fin del mundo" que se proyectó en los comienzos del festival de Sitges y que despertó tal violencia y muertes entre el público que fue retirada de todo circuito comercial e incluso se duda de su conservación hasta la actualidad.
El film nos lleva con el protagonista a través de la búsqueda, nos arrastra con él en sus visiones, en su descenso a la locura hasta encontrarnos cara a cara con la tan ansiada copia, donde el mal supremo amenaza la cordura del espectador y despierta su lado más oscuro.
Esta película, una de las mejores de la saga, recuerda mucho a otra anterior de su director, "En la boca del Miedo" y, aunque sabe a poco y deja varios cabos sueltos, resulta muy interesante, viciada, extraña... algo fuera de la mediocridad que puebla demasiados episodios de "Masters of Horror". Recomendable.
Enoch

Película-serie de cine fantástico con tintes gore. La película gira alrededor de hacer creer al espectador que puede existir o podría llegar a existir (seguramente es una fantasía del mismo John Carpenter) una película que una vez vista pueda llegar a perturbar la mente del espectador hasta fines insospechados. Si bien, ese es el objetivo de toda película, y a veces se consigue, ya que una película puede llegar a dejarte tocado durante unos minutos si no es muy buena o varios días si lo es, esto aquí se presenta de una forma radical hasta el punto de resultar absurdo. Cine típicamente fantástico, sin pies ni cabeza. Lo bueno es que no llega a una hora de duración.

Si algo ha merecido la pena de la primera temporada de "Masters of Horror", ha sido presenciar la resurrección cinematográfica de John Carpenter. Solo por eso merece la pena tragarse los 13 capítulos. Una historia sobre el poder que puede ejercer el cine sobre la gente. Sobre el arte de la crueldad, y sobre la locura.

Es una historia que se apaga según se acerca al final y el gore comienza a invadir la pantalla. Si bien es necesario que lo haga para mostrarnos en todo su esplendor lo que se quiere, es una destrucción del ambiente que se había creado la media hora anterior. Puro terror psicológico, una atmósfera misteriosa, en torno a una película (ficticia, que conste) que desapareció tras su proyección en el primer festival de Cannes por los terribles efectos que acarreó. Con esta premisa, se crea la atmósfera más terrorífica que había visto desde un "Silent Hill" o "Project Zero" (los juegos, digo). Sin duda un Carpenter que se recupera de una mala racha cinematográfica.

El problema llega cuando se desvelan los misterios de la cinta, de un modo demasiado precipitado, me atrevería a decir, desapareciendo toda esa atmósfera enigmática y apareciendo el snuff y el gore. Sin duda es una pequeña caída de la calidad del capítulo que iba muy bien encaminado. Al final recupera de nuevo una aceptable atmósfera, resultando un buen episodio.

Sin duda, lo mejor de "Masters of Horror" en todos los aspectos, me atrevería a decir. El terror no ha muerto del todo.

Que Carpenter es un gran director no hace falta que lo descubramos. En su nuevo experimento, este episodio de la serie lo deja latente.
El guión perfectamente podia dar para una película entera pues tiene calidad de sobra, la dirección del genio es exquisita, con imagenes y planos de gran maestro.
Lo mejor: Algunas escenas son aterradoras.
Lo peor: La sencillez con la que se resuelve una trama tan compleja.