Chicas malas

A priori, sé que una película de Lindsay Lohan no invita al optimismo, pero de verdad que es bastante entretenida y consigues echarte unas cuantas risas.
Las situaciones son divertidas, de las interpretaciones poco puedo decir porque la verdad es que no son nada del otro mundo, y el guión, pues bueno, típico de comedias de adolescentes.
Divertida, amena, muy entretenida. La recomiendo para alguna que otra tarde aburrida, aunque si tienes más de 18 años no sé si te gustará.

Mi nota: 8.03

Aunque es un subgénero que no suele contar con el beneplácito de la crítica, lo cierto es que de vez en cuando aparece una comedia juvenil que ofrece una mirada distinta a temas ya tratados en infinidad de ocasiones (la amistad, los primeros amores, la aceptación…). Chicas malas es una de esas películas.

Lindsay Lohan interpreta a Cady, una nueva estudiante que trata de hacerse un hueco entre los distintos grupos que pueblan su instituto. Pronto hará amistad con Janis (Lizzy Caplan) y Damian (Daniel Franzese), pero acabará integrándose, contra todo pronóstico y a pesar de que en principio parecía detestarlas, entre las más pijas y manipuladoras del lugar, pandilla que lidera la insufrible Regina (Rachel MacAdams).

Uno de los grandes aciertos de la película lo encontramos en el guión (el cual evita el tono soez que impregna, por desgracia y sin gracia, muchos trabajos de este tipo) escrito por la humorista Tina Fey, quien también se reserva un pequeño papel. Igualmente acertado es el reparto, sobre todo en lo que concierne a las jóvenes protagonistas, con McAdams y Lohan (antes de ser más conocida por sus peripecias públicas que por sus trabajos) a la cabeza. En definitiva, estamos ante un divertimento tan inofensivo como agradable de ver si se dejan los prejuicios a un lado.

La mirada de Lindsay Lohan me recordó a la de Jodie Foster, inteligente y cautivadora, se adivina mucho más de lo que entrega. Se mueve en ese círculo inocente que el guion e interpretación principal hacen creíble.

Es más entretenida que la media de estas producciones, mantiene algunas sutilezas, y la mala leche no se ceba de esa manera tan poco original y bastante habitual.

Me entretuvo pero mañana, ya no la recordaré.
Termina con el baile de la reina del instituto y todo eso tan conocido. Una parte que se hace aburrida por lo reiterativa. Besos y buenas intenciones de unas chicas que ni siquiera llegan a traviesas.

Los primeros cinco minutos son prometedores y te hacen creer que estás en presencia de una demoledora sátira social. Empieza con la llegada de la atípica protagonista adolescente, criada en África y educada en casa. Es el primer día de instituto para una chica que nunca ha pisado centro escolar alguno. La premisa es que la selva africana nunca será tan peligrosa como el complejo sistema de castas que se establece entre los adolescentes y cuyas reglas no escritas es imprescindible acatar para no ser un paria. Pero este comienzo, que parece más interesante, acaba diluyéndose en la enésima película americana sobre las reinas de la popularidad, las aspirantes a la corona, los pobres parias, los "nerds" del club de ajedrez/matemáticas, los directamente pringados y demás. Por si no fuera poca pista, tenemos a Rachel McAdams haciendo de pija cabrona, en un papel idéntico, incluyendo tinte capilar, al de "Este cuerpo no es el mío". Esta reina estudiantil acoge en su seno (no se sabe muy bien porqué) a la recién llegada, encarnada en Lindsay Lohan. La película transcurre entre putadas de unas y otras hasta llegar al previsible final, francamente decepcionante. A ratos, hay apuntes de ácido sarcasmo, que se diluyen por el deprimente convencionalismo del resto. Eso sí, la citada McAdams borda su papel, Lohan da el pego como adolescente inadaptada y recuperamos a la ex-"Cinco en familia" Lacey Chabert en una caracterización perfectamente olvidable. Para echar un rato, alguna que otra risa y no complicarse demasiado, es una película recomendable.

Si lo que quieres es divertirte y pasar un buen rato, ésta es la película!
Tenemos que entender que se trata de una película de comedia sin pretensiones al Oscar, y por lo tanto no esperemos grandes diálogos ni actuaciones sobresalientes.
Sin embargo, me gustó mucho Rachel McAdams y, por supuesto Lindsay Lohan (aunque me hubiera gustado que hiciera más maldades), que se pinta sola para hacer este tipo de papeles.